Joel 3. Comprende dos temas principales: El castigo de Jehová sobre las naciones paganas: El Juicios de Dios contra los enemigos de su pueblo. Donde Dios seria conocido por sus juicios. (1-17). Y El futuro brillante profetizado de Judá. O lo que hubiera sido… Ante el fracaso de este. Su bendición seria sobre el nuevo Israel o la iglesia cristiana (18-21).
1 Porque he aquí que en aquellos días, y en aquel tiempo en que haré volver la cautividad de Judá y de Jerusalén, 2 reuniré a todas las naciones, y las haré descender al valle de Josafat, y allí entraré en juicio con ellas a causa de mi pueblo, y de Israel mi heredad, a quien ellas esparcieron entre las naciones, y repartieron mi tierra; 3 y echaron suertes sobre mi pueblo, y dieron los niños por una ramera, y vendieron las niñas por vino para beber.
4 Y también, ¿qué tengo yo con vosotras, Tiro y Sidón, y todo el territorio de Filistea? ¿Queréis vengaros de mí? Y si de mí os vengáis, bien pronto haré yo recaer la paga sobre vuestra cabeza. 5 Porque habéis llevado mi plata y mi oro, y mis cosas preciosas y hermosas metisteis en vuestros templos; 6 y vendisteis los hijos de Judá y los hijos de Jerusalén a los hijos de los griegos, para alejarlos de su tierra. 7 He aquí yo los levantaré del lugar donde los vendisteis, y volveré vuestra paga sobre vuestra cabeza; 8 y venderé vuestros hijos y vuestras hijas a los hijos de Judá, y ellos los venderán a los sabeos, nación lejana; porque Jehová ha hablado.
9 Proclamad esto entre las naciones, proclamad guerra, despertad a los valientes, acérquense, vengan todos los hombres de guerra. 10 Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces; diga el débil: Fuerte soy. 11 juntaos y venid, naciones todas de alrededor, y congregaos; haz venir allí, oh Jehová, a tus fuertes. 12 Despiértense las naciones, y suban al valle de Josafat; porque allí me sentaré para juzgar a todas las naciones de alrededor. 13 Echad la hoz, porque la mies está ya madura. Venid, descended, porque el lagar está lleno, rebosan las cubas; porque mucha es la maldad de ellos.
14 Muchos pueblos en el valle de la decisión; porque cercano está el día de Jehová en el valle de la decisión. 15 El sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor. 16 Y Jehová rugirá desde Sión, y dará su voz desde Jerusalén, y temblarán los cielos y la tierra; pero Jehová será la esperanza de su pueblo, y la fortaleza de los hijos de Israel. 17 Y conoceréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que habito en Sión, mi santo monte; y Jerusalén será santa, y extraños no pasarán más por ella.
18 Sucederá en aquel tiempo, que los montes destilarán mosto, y los collados fluirán leche, y por todos los arroyos de Judá correrán aguas; y saldrá una fuente de la casa de Jehová, y regará el valle de Sitim. 19 Egipto será destruido, y Edom será vuelto en desierto asolado, por la injuria hecha a los hijos de Judá; porque derramaron en su tierra sangre inocente. 20 Pero Judá será habitada para siempre, y Jerusalén por generación y generación. 21 Y limpiaré la sangre de los que no había limpiado; y Jehová morará en Sión. (Joel 3).
1. Haré volver la cautividad. "Yo cambié la suerte de Judá y Jerusalén" (BJ). "Volver la cautividad" podría describir un retorno de un cautiverio literal o puede usarse metafóricamente como en la traducción de la BJ, para describir un retorno general a la prosperidad (ver com. Sal. 14: 7; la Introducción al Sal. 126, t. III, p. 924). Si el libro de Joel fue escrito poco antes del cautiverio babilónico (ver p. 23), probablemente haya aquí una referencia al retorno desde aquel país. Esta expresión es común en Jeremías, y así se la aplica (cap. 30: 3, 18; 31: 23; 32: 44; 33: 7).
La descripción del regreso corresponde con la forma en que se hubieran cumplido las promesas de Dios si la nación de Israel hubiese cooperado con el Señor (ver pp. 29-32; com. Eze. 37: 1).
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La prosperidad de Israel habría levantado la enemistad de las naciones, que aquí se representan como reunidas por Dios en el valle de Josafat. La predicción es paralela con la de Eze. 38, donde Gog y los suyos son representados como llevados contra Jerusalén, y allí son juzgados (cf. Zac. 14: 1-3). La aplicación de esta profecía al futuro debe hacerse de acuerdo con la revelación del NT (ver com. Eze. 38: 1; p. 32).
2. Valle de Josafat. Este nombre sólo aparece aquí, pero en el tiempo de Eusebio (siglo IV d. C.) fue aplicado al vallé del Cedrón, la depresión que se halla entre Jerusalén y el monte de los Olivos, al este de Jerusalén. Sin embargo, no hay pruebas de que ese valle se llamara así antiguamente. El nombre parece haberse elegido debido a su significado. Josafat significa "Yahweh ha juzgado" o "Yahweh juzga". Ver CS 35.
Algunos han tratado de identificar este valle con el valle de Beraca, escenario de la victoria de Judá sobre las fuerzas unidas de Amón, Moab y del monte de Seir (2 Crón. 20: 1-30). Sin embargo, ese valle estaba en el desierto de Tecoa (2 Crón. 20: 20), pueblo a unos 16 km al sur de Jerusalén, probablemente el Wadi el-Arrub, al sur de Tecoa. La distancia que separa este lugar de Jerusalén parece oponerse a identificar el valle de Beraca con el valle de Josafat.
Entraré en juicio. Heb. shafat, que, en la forma en que aquí aparece significa "entrar en ti una controversia legal". Shafat es la última parte del nombre de Josafat.
El pueblo de Israel, reanimado espiritualmente y cooperando con el plan de Dios, habría disfrutado del favor y de la protección del cielo. Las bendiciones prometidas en el tiempo del éxodo (Deut. 28: 1-14) habrían encontrado un tardío cumplimiento. La nación Judía se habría transformado en una maravilla de prosperidad y hubiera causado la conversión de multitudes al Dios verdadero. Con el aumento de sus habitantes, Israel habría extendido sus fronteras hasta abarcar el mundo (ver PVGM 272). Naturalmente, un programa tal habría despertado la ira de las naciones paganas. Bajo el liderazgo de Satanás esas naciones se habrían unido para aplastar al Estado que prosperaba; pero Dios hubiera intervenido (ver p. 32).
Debido al fracaso de los judíos, sabemos que, en principio, estas predicciones se cumplirán en la iglesia cristiana (ver com. Eze. 38: 1). El conflicto que aquí se describe se transformará en un intento desesperado de Satanás, en la última hora de la tierra, para destruir a la verdadera iglesia de Dios. "Así como él [Satanás] influyó en las naciones paganas para que destruyeran a Israel, así también en el futuro cercano instigará a los poderes impíos de la tierra para que destruyan al pueblo de Dios" (9T 231; cf. 5T 524; CS 714; 2JT 373-374; 3JT 46). Pero Dios intervendrá otra vez en favor de su pueblo, y en la segunda venida de Cristo destruirá a los impíos (Apoc. 19: 19- 21), y 1.000 años más tarde los aniquilará del todo (Apoc. 20: 9-15).
3. Echaron suertes. Parece que en las guerras antiguas era común distribuir a los esclavos echando suertes (cf. Abd. 11; Nah. 3: 10).
4. ¿Qué tengo yo con vosotras? Literalmente, "¿qué sois para mí?" (BJ). Dios se identifica con su pueblo (Mat. 10: 40; 25: 40, 45). Tiro. Tiro y Sidón eran dos importantes ciudades fenicias (ver t. II, pp. 69-71; com. Eze. 26: 2; 28: 21).
5. Habéis llevado mi plata. Dios consideraba como suya la riqueza de Israel.
6. Vendisteis. Los fenicios y los filisteos eran famosos comerciantes de esclavos (Eze. 27:13). Para alejarlos de su tierra. Se expresa aquí el resultado. Debido al tráfico de esclavos de los fenicios y los filisteos, en primer lugar con motivos de lucro, los judíos habían sido muy esparcidos.
7. Levantaré. Literalmente, "suscito", "despierto".
8. Sabeos. Gente que vivía en el sudoeste de Arabia, famosa como comerciantes.
9. Naciones. Heb. goyim, "gentiles", "pueblos". En los vers. 9-17 se vuelve al tema del vers. 2. Este se amplía y se presenta gráficamente. Como se hizo notar en el com. del vers. 2, que se trate de un conflicto literal depende de cómo se hubieran desarrollado los acontecimientos si la nación de Israel hubiese cumplido la misión que Dios le dio.
Su aplicación a los últimos días debe hacerse depender de la información proporcionada por escritores inspirados posteriores, quienes han presentado cómo se cumplirán con el Israel espiritual los sucesos que podrían haberse cumplido en el Israel literal (ver com. vers. 2; pp. 37-38).
Proclanliad guerra. Heb. qadash, literalmente "santificar" (ver com. cap. 1: 14).
Despertad. Heb.'ur, "despertar", "incitar". En cuanto a una aplicación, en términos generales, de excitar a los poderes impíos de la tierra para que destruyan al pueblo de Dios, ver com. vers. 2. Los impíos serán otra vez incitados al fin del milenio, cuando Satanás fortalezca "a los débiles y a todos les" infunda "su propio espíritu y energía" para que ataquen la nueva Jerusalén (CS 721; ver com. Isa. 24: 22).
Los expositores adventistas han visto generalmente en esta profecía un presagio no sólo de los acontecimientos culminantes relacionados con el gran día del Señor, sino también de los sucesos bélicos de los días finales de la historia de la tierra. El retiro gradual del Espíritu de Dios en estos últimos días abre el camino para un incremento de la actividad satánica con el propósito de inducir a los hombres a su mutua destrucción. Este proceso llegará a su clímax precisamente poco antes de la venida del Hijo del Hombre en las nubes del cielo.
10. Azadones. Las fuerzas de la economía y de la industria de las naciones se dedicarían a fines bélicos. Fuerte. Heb. gibbor, "valiente", "guerrero".
11. Juntaos. En cuanto al cumplimiento condicional en el Israel literal, ver p. 32. En cuanto al cumplimiento en el Israel espiritual, ver com. vers. 2.
De alrededor. Este complemento circunstancial se aplica a los paganos (Heb. goyim, "naciones"), y no se relaciona con "juntaos". Fuertes. Heb. gibborim, que podría traducirse "guerreros" (ver com. vers. 10).
12. Despiértense las naciones. Ver com. vers. 9.
Valle de Josafat. Ver com. vers. 2. Juzgar. Ver p. 32 y com. vers. 2.
13. La mies está ya madura. Sin duda se usan dos símbolos para describir el juicio que caerá sobre las naciones: (1) La cosecha de los granos, y (2) la recolección y el aplastamiento de las uvas. Algunos piensan que sólo se trata de sin símbolo: que la hoz representa a una herramienta para podar, y la cosecha, la vendimia, la cual se llevaba a cabo alrededor de septiembre. Compárese con la descripción de la cosecha que hace Juan en Apoc. 14: 14-20.
14. Decisión. Heb. jaruts, palabra que admite varias definiciones posibles. El contexto debe decidir el significado que se elija en determinado caso. La raíz de jaruts es jarats, que significa "decidir", "determinar", "establecer", "fijar". Jaruts puede ser el participio pasivo de jarats, y por lo tanto puede significar "decisión" en el sentido de que la suerte de las naciones impías está siendo decidida. Sin embargo, debe advertirse que la "decisión" a la que aquí se hace referencia es a la de Jehová como juez (ver com. vers. 2, 12), y no a la del pueblo que está siendo juzgado. En otras palabras: su tiempo de gracia ya ha terminado. Ahora es el "día de Jehová" (ver com. Isa. 13: 6). La LXX traduce valle del "castigo" o de la "venganza".
Jaruts es también adjetivo y sustantivo, y como tales puede significar "oro" (Sal. 68: 13), "foso" (Dan. 9: 25, BJ), "diligentes" (Prov. 10: 4), "que tiene un corte" (traducido "mutilado", Lev. 22: 22), o "trillo" (Isa. 28: 27). De estas definiciones sólo "trillo" concuerda con el contexto. Varios prefieren esta traducción. El cuadro, pues, sería el de un valle en el cual los impíos están siendo trillados.
Las palabras "valle de la decisión" con frecuencia se han usado para describir a las multitudes de la tierra cuyo destino está en la balanza. Aunque pueden tomarse y aplicarse así, debiera recordarse que ésta no es la aplicación original del texto, la que tuvo en cuenta la Inspiración.
15. Se oscurecerán. Respecto a las señales físicas que acompañarán el día del Señor, ver com. cap. 2: 10; cf. PE 41.
16. Rugirá desde Sión. Cf. Amós 1:2; ver com. Eze. 38:18-23.
Temblarán. Respecto a la aplicación futura de estas profecías, ver com. vers. 2; cf. Apoc. 16:17- 18; PP 354.
Esperanza. Heb. majaseh, "un refugio", "un resguardo". El castigo que cae sobre los enemigos de Judá significa liberación para el pueblo de Dios. Así será cuando, bajo la in fluencia de Satanás, las naciones impías de la tierra traten de destruir al fiel remanente de Dios (Apoc. 13:15). Dios intervendrá para liberar a su pueblo (ver PE 272-273).
17. Conoceréis. Debido a las desgracias que habían sobrevenido a la nación judía, muchos habían sido inducidos a poner en duda los propósitos misericordiosos de Dios.
Pero el Señor declaró que mostraría su gran poder en la liberación de su pueblo. De esa manera su carácter y designio bondadoso serían plenamente defendidos ante los habitantes de la tierra (ver com. Eze. 6: 7; 38: 23; cf. Eze. 39: 22, 28).
No pasarán más por ella. Es decir, con malos propósitos. Por supuesto, eran bienvenidos los extraños que se habían unido con el Señor (Isa. 56:6). El designio de Dios era que "todos", vinieran regularmente a adorar delante de él (Isa. 66: 23).
El cuadro es el de la Jerusalén que podría haber sido (ver com. Isa. 65:17). 17. Crearé. En los vers. 17-25, Isaías describe los cielos nuevos y la tierra nueva que habrían existido si el pueblo de Israel hubiera hecho caso a los mensajes de los profetas y hubiera cumplido el propósito divino después que volvió del cautiverio. Israel fracasó. Por lo tanto, en su aplicación secundaria estos versículos describen los cielos nuevos y la tierra nueva que existirán después del milenio. Sin embargo, debería entenderse que la descripción se refiere en primer término a la situación de Israel, y sólo puede hacerse la aplicación secundaria a la luz de lo que escribieron en cuanto a la vida futura los autores del NT y comentadores bíblicos inspirados por Dios (ver pp. 37-40). Cuando se sigue este principio de interpretación, el pasaje no presenta ningún problema. Por otra parte, si se intenta aplicar todos los detalles del pasaje a los cielos nuevos y a la tierra nueva del futuro, aparecen varias dificultades: (1) Según lo que dice el vers. 20, a menos que se comprenda que el lenguaje es sumamente metafórico, la muerte todavía existe (ver com. vers. 20), mientras que Juan habla de un cielo y de una tierra donde no habrá más muerte (Apoc. 21:4). (2) Según Isa. 65:23 (ver com. allí), siguen naciendo niños. En los cielos y la tierra que esperamos, "los que fueron tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo... ni se casan, ni se dan en casamiento" (Luc. 20:35). El comentario de este pasaje es demasiado claro como para ser mal aplicado: "Hay quienes hoy expresan su creencia de que habrá matrimonios y nacimientos en la tierra nueva, pero los que creen en las Escrituras no pueden aceptar tales doctrinas" (MM 99). (3) Según Isa. 66:23-24, los adoradores que van camino de Jerusalén, contemplan los cadáveres de los que han pecado contra Dios, mientras que en Apoc. 20-22 leemos que los fuegos del gran día final renuevan completamente la tierra antes de que los redimidos hagan de ella su hogar.
Estas dificultades desaparecen totalmente cuando se interpreta el pasaje en consonancia con los principios bosquejados en las pp. 27-40.
El fracaso de Israel impidió que estas profecías se cumplieran de acuerdo con su intención original. Sin embargo, los propósitos de Jehová se cumplirán plenamente (ver PR 520-521). Habrá cielos nuevos y tierra nueva, pero la manera en la cual surgirán será algo diferente, ya que los propósitos de Dios, en vez de cumplirse mediante Israel, la nación escogida, se cumplirán mediante la iglesia cristiana (ver PR 526-527).
Cuando la nueva Jerusalén descienda del cielo de Dios (Apoc. 21:2), Satanás y la inmensa hueste que lo acompaña tratarán de irrumpir en la santa ciudad; pero perecerán en ese intento (Apoc. 20: 9).
18. Sucederá. En los vers. 18-21 se describen las condiciones que hubieran imperado después de que cayera el castigo sobre los enemigos de Jerusalén, si Israel hubiese sido fiel. La descripción es paralela con la que se presenta en Eze. 40 a 48 y Zac. 14. Finalmente se hubiera efectuado una completa renovación de la tierra (ver com. Isa. 65: 17; Eze. 38: 1; 40: 1; pp. 32-33).
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Una fuente. Cf. Eze. 47:1-12. Respecto a los principios de interpretación, ver com. Eze. 40:1.
Valle de Sitim. O "valle de las Acacias" (BJ). Había un Sitim en Moab, frente a Jericó, donde acamparon los hijos de Israel antes de entrar en la tierra de Canaán (Núm. 25: 1; cf. Núm. 22: 1). Sin embargo, es dudoso que ésta sea la región que aquí se menciona. Una comparación con Eze. 47: 1-12 sugiere que este valle quizá era el del Cedrón con sus "wadis".
19. Desierto asolado. Valle de Sitim. Ver com. vers. 18. Por la injuria. Ver p. 32.
20. Para siempre. La estadía anterior en Canaán, aunque tenía el propósito de ser permanente, fue interrumpida debido al fracaso del pueblo que no cooperó con el programa del cielo. La gente había construido casas, pero moraban en ellas extraños. Ahora se les ofrecía otra vez la promesa de una residencia permanente (ver com. Isa. 65: 21). Si la disciplina del cautiverio hubiese logrado el fin que tenía y los repatriados hubiesen continuado llevando a cabo el propósito divino, su residencia hubiera sido permanente.
21. Limpiaré. Heb. naqah, "absolver", "eximir del castigo". En el plan evangélico, una absolución tal es posible únicamente porque al pecador se le adjudica Injusticia de Cristo (ver com. cap. 2: 23). 4CBA/Ministerio Hno. Pio
COMENTARIOS (EGW)
14. 3JT 13; 4T 446
16. DTG 726; 1JT 64; PE 15, 272, 285; PP 353-354.
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