lunes, 8 de marzo de 2021

567. LA PLAGA DE LANGOSTAS Y LA EXHORTACIÓN AL ARREPENTIMIENTO (JOEL 2:1-17).

Joel 2:1-17El día de Jehová (1-2). El profeta describe a Sión la terrible intensidad de los castigos de Dios. Las langostas comparadas con un ejército bien disciplinado (3-11). Exhortación a un arrepentimiento genuino y a la oración (12-14) prescribe un ayuno (15-17).

Los vers. 1-11 añaden una descripción del desastre causado por las "langostas" (ver com. cap: 1: 4) y de la apariencia de ellas (cap. 2: 4).

El que se arrepiente puede estar seguro de que si, a pesar de su cambio de corazón, viene la disciplina, el castigo será para su bien (Heb. 12: 5-11).

En vista del día grande y terrible del Señor que está por sobrevenir a un mundo condenado, no ha disminuido su fuerza la exhortación de Joel al arrepentimiento (ver CS 356; 6T 408-409).

La exhortación tiene una aplicación doble: insta al mundo para que abandone su necedad y su pecado y acepte al Señor Jesucristo, el único medio de salvación ofrecido a los hombres (Hech. 4: 12); y es una invitación para el tibio que piensa que es religioso (Apoc. 3: 16), para que se despierte de su letargo espiritual y asegure su salvación (ver com. vers. 1).

Tocad trompeta en Sión, y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de la tierra, porque viene el día de Jehová, porque está cercano. Día de tinieblas y de oscuridad, día de nube y de sombra; cómo sobre los montes se extiende el alba, así vendrá un pueblo grande y fuerte; semejante a él no lo hubo jamás, ni después de él lo habrá en años de muchas generaciones.

3 Delante de él consumirá fuego, tras de él abrasará llama; como el huerto del Edén será la tierra delante de él, y detrás de él como desierto asolado; ni tampoco habrá quien de él escape. 4 Su aspecto, como aspecto de caballos, y como gente de a caballo correrán. 5 Como estruendo de carros saltarán sobre las cumbres de los montes; como sonido de llama de fuego que consume hojarascas, como pueblo fuerte dispuesto para la batalla. Delante de él temerán los pueblos; se pondrán pálidos todos los semblantes.

7 Como valientes correrán, como hombres de guerra subirán el muro; cada cual marchará por su camino, y no torcerá su rumbo. 8 Ninguno estrechará a su compañero, cada uno irá por su carrera; y aun cayendo sobre la espada no se herirán. 9 Irán por la ciudad, correrán por el muro, subirán por las casas, entrarán por las ventanas a manera de ladrones. 10 Delante de él temblará la tierra, se estremecerán los cielos; el sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor. 11 Y Jehová dará su orden delante de su ejército; porque muy grande es su campamento; fuerte es el que ejecuta su orden; porque grande es el día de Jehová, y muy terrible; ¿quién podrá soportarlo?

12 Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento. 13 Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo. 14 ¿Quién sabe si volverá y se arrepentirá y dejará bendición tras de él, esto es, ofrenda y libación para Jehová vuestro Dios?

15 Tocad trompeta en Sión, proclamad ayuno, convocad asamblea. 16 Reunid al pueblo, santificad la reunión, juntad a los ancianos congregad a los niños y a los que maman, salga de su cámara el novio, y de su tálamo la novia. 17 Entre la entrada y el altar lloren los sacerdotes ministros de Jehová, y digan: Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad, para que las naciones se enseñoreen de ella. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios? (Joel 2).

1. Tocad. Los vers. 1-11 añaden una descripción del desastre causado por las "langostas" (ver com. cap: 1: 4) y de la apariencia de ellas (cap. 2: 4).

Trompeta. Heb. shofar, instrumento hecho con el cuerno de un carnero, que se usaba para transmitir señales (ver t. III, p. 41).

Sion. El nombre se daba tanto a Jerusalén como a la montaña sobre la cual estaba situada Jerusalén (ver com. Sal. 48: 2).

Día de Jehová. Ver com. cap. 1: 15. En vista de que el gran día del Señor se apresura con ritmo acelerado y que sólo quedan unos pocos preciosos momentos del tiempo de gracia, corresponde que la iglesia de Dios se levante de su letargo espiritual y se arrepienta y humille. Hay muchos en Sión que están satisfechos con lo que han alcanzado espiritualmente.  Se sienten "ricos" y "enriquecidos" y que de "ninguna cosa" tienen necesidad (Apoc. 3: 17). 

Otros que sienten su necesidad están demasiado aletargados para experimentar un cambio o esperan que su deficiencia será compensada en el tiempo de la lluvia tardía (ver TM 515). Todos ellos necesitan ser despertados por el sonido de la trompeta del centinela de Sión. Ahora, mientras se prolonga el tiempo de gracia, es cuando se debe efectuar una obra de pleno arrepentimiento para limpiar el alma de toda contaminación, y debe permitirse que haya una obra cabal de la gracia en el corazón (ver com. Vers. 14).

2. Día de tinieblas. El lenguaje puede entenderse en forma figurada, como de adversidad y desesperación, o literalmente como de oscuridad causada por la plaga de langostas, tal como la que asoló a Egipto (Exo. 10: 15). En Joel 2:31 se menciona un verdadero oscurecimiento del sol.

Alba. Heb. shajar, "la luz rojiza que precede el amanecer". Un ligero cambio de vocales permite traducir "oscuridad". Ambas figuras representan al ejército de "langostas" invasoras que se despliegan sobre el campo.

Un pueblo grande. Ver com. cap. 1: 6.

No lo hubo jamás. Ver com. cap. 1: 2.

3. Fuego. Una invasión de langostas deja el terreno con la apariencia de que hubiera sido quemado. Huerto del Edén. Símbolo de fertilidad (Gén. 2: 8).

4. Caballos. En Apoc. 9: 7 la caballería atacante es descrita con el símbolo de langostas. 

Gente de a caballo. Heb. parash, palabra que también designa a caballos de andar. Las langostas son, por la rapidez de sus movimientos, como caballos que corren (ver com. Exo. 10: 4-15).

5. Carros. Ver com. vers. 4. Cf. Apoc. 9: 9. El sonido de la horda de langostas que avanzan se describe con el símbolo del ruido de carros en movimiento.

Fuego que consume. Este era el ruido producido por las langostas cuando se posaban y devoraban todo lo verde.

6. Pálidos. Heb. pa´rur, "brillo" o "palidez"; según la raíz de la cual se haga derivar la palabra que sólo aparece aquí. La LXX traduce: "Cada rostro como la negrura de olla".

7. Hombres de guerra. Las langostas son comparadas con un ejército bien disciplinado que vence los obstáculos (cf. Prov. 30: 27).

8. Ninguno estrechará a su compañero. O, "nadie oprime a su hermano". En la BJ se ha traducido: "Nadie tropieza con su vecino".

Cayendo sobre la espada. O "se arrojan sobre la jabalina". "A través de los dardos arremeten" (BJ). No les hace daño ninguna arma empleada contra ellas. Es imposible detener su avance.

9. Irán por la ciudad. Heb. shaqaq, "precipitarse sobre". Una mejor traducción es: "Sobre la ciudad se precipitan" (BJ).

Por las ventanas. Las ventanas de las casas antiguas no tenían vidrios, y por lo tanto no impedían la entrada de las langostas invasoras.

10. Temblará la tierra. Este versículo debe entenderse relacionándolo con el vers. 11. Describe los fenómenos físicos que acompañarían al día del Señor. Las condiciones que aquí se describen no podrían haber sido producidas por el ejército de langostas, a menos que el lenguaje sea sumamente hiperbólico. La vívida descripción de la invasión de los insectos sólo servía como una ilustración de los castigos que sobrevendrían a Judá en el día de Jehová (ver com. cap. 1: 4, 15).

El sol y la luna. Cf. Isa. 13: 9-11; Amós 8: 9. 

Jesús mostró cómo estos fenómenos físicos se manifestarían en relación con el día final del Señor (Mat. 24: 29-30).

 Joel concentraba su atención en el gran día de Jehová tal como podría haberse cumplido respecto a la nación de Israel (ver com. Joel 1: 4). Jesús mostró cómo vendrá el gran día del Señor, ahora cuando los propósitos de Dios se están cumpliendo mediante la iglesia (ver pp. 37-38).

11. Su ejército. La interpretación de la plaga de las "langostas" depende en parte de la fecha que se le asigne al libro de Joel (ver p. 961). Si se acepta que fue escrito en el tiempo de Josías (2 Rey. 22; 23: 1- 30), es posible ver en la vívida descripción de la plaga un presagio de la invasión babilónico, de la cual ya había sido advertido Ezequías (2 Rey. 20: 16-18). Joel, pues, habría sido contemporáneo de Habacuc y Sofonías, que también advirtieron en cuanto a la invasión amenazante (Hab. 1: 6; Sof. 1). La descripción que hace Sofonías del día de Jehová y su exhortación al arrepentimiento son muy semejantes a las de Joel (Sof. 1: 14-15; 2: 1-3).

Las palabras "su ejército" pueden compararse con la afirmación de jeremías acerca de Babilonia: "Martillo me sois, y armas de guerra; y por medio de ti quebrantaré naciones, y por medio de ti destruiré reinos" (Jer. 51: 20).

12. Convertíos a mí. Heb. shub, "volved a mí" (BJ), o "regresad".

Con todo vuestro corazón. Cf. Deut. 4:29; Jer. 29: 11-14. Sólo un arrepentimiento genuino podría evitar los amenazantes castigos.

13. Rasgad vuestro corazón. Cuando un judío rasgaba sus vestidos, expresaba un gran dolor. Significaba que le había sobrevenido una gran calamidad (Gén. 37: 34; Lev. 13: 45; 2Crón. 34: 27; Jer. 36: 24). Sin embargo, puesto que era posible manifestar esas muestras externas de pesar sin que hubiera un verdadero sentimiento íntimo de dolor, se le ordenó al pueblo que no cayera en ese fingimiento y que, en cambio, rasgara su corazón.

Misericordioso es y clemente. Cf. Exo. 34: 6-7; Neh. 9: 17. Se duele. Ver com. Gén. 6: 6; 1 Sam. 15: 11; PP 682. La disciplina de los castigos sería innecesaria si se efectuara el cambio requerido de carácter (ver Jer. 26: 3; Jon. 4: 2). La oración no cambia la mente de Dios. En él "no hay mudanza, ni sombra de variación" (Sant. 1: 17); pero la oración cambia al suplicante (ver com. Dan. 10: 13). Cuando se cumplen las condiciones para que la oración sea contestada, Dios puede prodigar ricas bendiciones.

14. ¿Quién sabe? Dios es el que determina si es necesaria la disciplina. El que se arrepiente puede estar seguro de que si, a pesar de su cambio de corazón, viene la disciplina, el castigo será para su bien (Heb. 12: 5-11).

En vista del día grande y terrible del Señor que está por sobrevenir a un mundo condenado, no ha disminuido su fuerza la exhortación de Joel al arrepentimiento (ver CS 356; 6T 408-409).

La exhortación tiene una aplicación doble: insta al mundo para que abandone su necedad y su pecado y acepte al Señor Jesucristo, el único medio de salvación ofrecido a los hombres (Hech. 4: 12); y es una invitación para el tibio que piensa que es religioso (Apoc. 3: 16), para que se despierte de su letargo espiritual y asegure su salvación (ver com. vers. 1).

15. Trompeta. Ver com. vers. 1.

16. Pueblo. Se mencionan estas diversas clases para mostrar la universalidad de la exhortación.

17. La entrada. "El vestíbulo" (BJ). El vestíbulo de la entrada del templo (ver com. 1 Rey. 6: 3). El altar de bronce para los holocaustos estaba en el atrio delante del pórtico (2 Crón. 8: 12; ver com. 1 Rey. 8: 64). El lugar de reunión estaba, pues, directamente en la entrada del templo. Tu heredad. Compárese con la exhortación de Exo. 32: 12; Deut. 9: 26; también Eze. 36: 20-23. (4CBA) 

COMENTARIOS DE EGW

Vers. 1. CS 356; MB 84; RC 66; 8T 195; TM 416

11. CS 355

12-13. CS 356

12-14. 6T 409

13. DMJ 74; MJ 127; PE 119; 2T 303; 5T 649

15-17. CS 356; 1JT60; 3JT 15

16. MC 315; 2JT 454; 5T 505

17. Ev 465; 1JT 36; 2JT 152; pp 486; 1T 596; 2T 361, 709; 3T 234; 5T 166, 517; TM 140

Ministerio Hno. Pio

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