martes, 29 de diciembre de 2020

492. PROFECÍAS DE CASTIGO PARA ISRAEL (SECCIÓN I. 5° año, 4°.1 mes, 5°.1 día). EL COMIENZO DE LA ACTIVIDAD PROFÉTICO: El Asolamiento De Israel Predicho (EZEQUIEL 7).

Ezequiel 7. El Asolamiento De Israel Predicho. El tema de este capítulo es la inminencia de los castigos ya predichos y la magnitud de la destrucción. Este capítulo tiene forma más poética que los mensajes anteriores y podría compararse con una endecha.

Vers. (1-15) Desolación final de Israel. (16-19) El doloroso lamento de los que escapen. (20-22) Los enemigos profanarán el santuario por las abominaciones de Israel. (23-27) Con el símbolo de una cadena se demuestra su penoso cautiverio.

1 VINO a mí palabra de Jehová, diciendo: 2 Tú, hijo de hombre, así ha dicho Jehová el Señor a la tierra de Israel: El fin, el fin viene sobre los cuatro extremos de la tierra. 3 Ahora será el fin sobre ti, y enviaré sobre ti mi furor, y te juzgaré según tus caminos; y pondré sobre ti todas tus abominaciones. 4 Y mi ojo no te perdonará, ni tendré misericordia; antes pondré sobre ti tus caminos, y en medio de ti estarán tus abominaciones; y sabréis que yo soy Jehová. 

5 Así ha dicho Jehová el Señor: Un mal, he aquí que viene un mal. 6 Viene el fin, el fin viene; se ha despertado contra ti; he aquí que viene. 7 La mañana viene para ti, oh morador de la tierra; el tiempo viene, cercano está el día; día de tumulto, y no de alegría, sobre los montes. 8 Ahora pronto derramaré mi ira sobre ti, y cumpliré en ti mi furor, y te juzgaré según tus caminos; y pondré sobre ti tus abominaciones. Y mi ojo no perdonará, ni tendré misericordia; según tus caminos pondré sobre ti, y en medio de ti estarán tus abominaciones; y sabréis que yo Jehová soy el que castiga.

10 He aquí el día, he aquí que viene; ha salido la mañana; ha florecido la vara, ha reverdecido la soberbia. 11 La violencia se ha levantado en vara de maldad; ninguno quedará de ellos, ni de su multitud, ni uno de los suyos, ni habrá entre ellos quien se lamente. 12 El tiempo ha venido, se acercó el día; el que compra, no se alegre, y el que vende, no llore, porque la ira está sobre toda la multitud. 

13 Porque el que vende no volverá a lo vendido, aunque queden vivos; porque la visión sobre toda la multitud no se revocará, y a causa de su iniquidad ninguno podrá amparar su vida. 14 Tocarán trompeta, y prepararán todas las cosas, y no habrá quien vaya a la batalla; porque mi ira está sobre toda la multitud. 15 De fuera espada, de dentro pestilencia y hambre; y el que esté en el campo morirá a espada, y el que esté en la ciudad lo consumirá el hambre y la pestilencia.

16 Y los que escapen de ellos huirán y estarán sobre los montes como palomas en los valles, gimiendo todos, cada uno por su iniquidad. 17 Toda mano se debilitará, y toda rodilla será débil como el agua. 18 Se ceñirán también de cilicio, y les cubrirá terror; en todo rostro habrá vergüenza, y todas sus cabezas estarán rapadas. 19 Arrojarán su plata en las calles, y su oro será desechado; ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día del furor de Jehová; no saciarán su alma, ni llenarán sus entrañas, porque ha sido tropiezo para su maldad.

20 Por cuanto convirtieron la gloria de su ornamento en soberbia, e hicieron de ello las imágenes de sus abominables ídolos, por eso se lo convertí en cosa repugnante. 21 En mano de extraños la entregué para ser saqueada, y será presa de los impíos de la tierra, y la profanarán. 22 Y apartaré de ellos mi rostro, y será violado mi lugar secreto; pues entrarán en él invasores y lo profanarán.

23 Haz una cadena, porque la tierra está llena de delitos de sangre, y la ciudad está llena de violencia. 24 Traeré, por tanto, los más perversos de las naciones, los cuales poseerán las casas de ellos; y haré cesar la soberbia de los poderosos, y sus santuarios serán profanados. 25 Destrucción viene; y buscarán la paz, y no la habrá. 26 Quebrantamiento vendrá sobre quebrantamiento, y habrá rumor sobre rumor; y buscarán respuesta del profeta, mas la ley se alejará del sacerdote, y de los ancianos el consejo. 27 El rey se enlutará, y el príncipe se vestirá de tristeza, y las manos del pueblo de la tierra temblarán; según su camino haré con ellos, y con los juicios de ellos los juzgaré; y sabrán que yo soy Jehová. (Ezequiel 7).

1. Palabra de Jehová. La repetición de esta frase (ver com. cap. 6: 1) sugiere que había transcurrido otro período de silencio, seguido ahora por una nueva comunicación profética. El tema de este capítulo es la inminencia de los castigos ya predichos y la magnitud de la destrucción. Este capítulo tiene forma más poética que los mensajes anteriores y podría compararse con una endecha.

2. El fin. Sin duda esta frase se repite para dar mayor énfasis (vers. 6; cf. cap. 12: 21-28). Esta es la nota tónica del cap. 7.

Los cuatro extremos. Literalmente, "las cuatro alas". Esta expresión equivale a los cuatro puntos cardinales: norte, sur, este, oeste (ver Isa. 11: 12; Apoc. 7: 1). Se predice aquí el fin de Israel como nación.

3. Te juzgaré. En los vers. 8-9 se repiten casi sin modificaciones los vers. 3-4. Estos pasajes representan sin tipo de estribillo en la endecha. Así se le da mayor fuerza a las acusaciones.

Según tus caminos. Cf. con Apoc. 22: 12. Algunos psicólogos han alegado que el hombre no es totalmente responsable de sus acciones. Afirman que es víctima de problemas glandulares, de un sistema nervioso inestable o de sin ambiente inadecuado. Sin embargo, la religión de la Biblia afirma y demuestra que el poder del Evangelio es mayor que toda tendencia hereditaria o cultivada hacia el mal.

4. Ni tendré misericordia. Es decir, Dios no permitirá que su misericordia, la cual es atributo esencial de su carácter, impida que se apliquen los castigos.

5. Un mal. Quizá en el sentido de un "mal único" o un "mal final". Es decir, un mal completo en sí mismo, que no necesita repetirse. Mediante el cambio de una letra, varios manuscritos hebreos, así como los tárgumes (paráfrasis en arameo de las Escrituras hebreas), dicen "mal tras mal". El "mal" (Heb. ra'ah) no sólo se refiere al mal moral, sino también a una "calamidad" y a un "desastre". Este segundo significado es el más adecuado en este caso. Judá había de sufrir calamidad tras calamidad.

6. Se ha despertado. En el hebreo hay un juego de palabras imposible de reproducir en la traducción. Dice el texto: haqets heqits, "el fin ha despertado". El castigo predicho se está levantando a fin de cumplir su tarea destructora.

7. Mañana. Heb. tsefirah, cuyo significado es incierto. Esta palabra sólo aparece aquí, en el vers. 10 y en Isa. 28: 5, donde se traduce como "corona". Viene de una raíz que significa "trenzar", "entrelazar". Es posible que se refiere a la culminación, la "corona" del "fin".

Alegría. Heb. hed, palabra que sólo aparece aquí en el AT. Es posible que en vez de hed debería leerse hedad, el grito de alegría de quienes prensan las uvas (Jer 25: 30; 51: 14). 629 En lugar de alegría habría un ruido discordante y aterrador de batalla y de guerra.

8. Te juzgaré. En los vers. 8-9 se repiten en buena parte las palabras de los vers. 3-4. La última frase es más enfática: "Sabréis que yo soy Jehová el que castiga".

10. Ha florecido la vara. Por lo general, los intérpretes judíos han entendido que la vara representa al conquistador caldeo, la vara de la ira del Señor.  Su poder crecía como un renuevo, dando indicios de vigorosa vitalidad, y rápidamente tomando la forma que permitiría que el conquistador golpeara fuertemente. La "soberbia" también puede aplicarse a los caldeos, o quizá también a Israel, quien por su "insolencia" (BJ) estaba ganándose su castigo.

11. La violencia se ha levantado. La construcción literaria indica que el autor se sentía profundamente afectado porque se expresa con oraciones cortas, omitiendo algunos verbos, lo cual dificulta mucho la traducción. La traducción literal del pasaje es como sigue: "La violencia se levantó para [ser] vara de maldad, no de ellos, no de su multitud, y no de [?; no se sabe el significado de la palabra hebrea] y no [?; "lamentación" según la traducción tradicional judía de noah] en ellos". Uno de los manuscritos de la LXX dice "ornamento" por noah. Si alguno hubiera estado presente y hubiera escuchado la cadencia de la voz del profeta; si se hubiera visto sus gestos y la expresión del rostro, indudablemente el sentido hubiera sido claro. Si la tradición judía acerca de que en la última frase debe entenderse "lamentación" es correcta, se entendería que no se habrían de realizar los habituales ritos de sepelio.

12. El que compra, no se alegre. Un elemento importante de la actividad de los israelitas era la compra y venta de tierras. Según la ley (Lev. 25: 14-16), la posesión de tierras compradas en ningún caso había de extenderse más allá del año del jubileo, en cuyo tiempo todas las tierras habían de volver a quienes las poseían por derecho de herencia. El que se vendiera tierras a bajo costo naturalmente alegraría al comprador.  Por otra parte, una propiedad heredada se suele vender con tristeza porque se transfieren los derechos a otros. Frente al inminente asedio, Ezequiel afirma que el comprador no tendría de qué alegrarse, porque no gozaría de lo comprado. Pero el vendedor no tendría razón para lamentarse por haber perdido su  propiedad al venderla, porque de todos modos, el cautiverio inminente lo privaría de sus propiedades.

13. No volverá. El vendedor, sin duda, tendría demasiada edad como para que tuviera la esperanza de vivir hasta que se hubieran completado los 70 años del cautiverio. Tampoco le aprovecharía en nada el año del jubileo mientras estuviera en el cautiverio.

14. No habrá quien vaya. Un cuadro de desmoralización, quizá debida a un sentimiento de culpabilidad que al fin los ha llevado a comprender que no pueden esperar que Dios los ayude.

16. Como palomas. Unos pocos escaparían y hallarían refugio en las montañas, pero su condición sería extremadamente precaria.

Gimiendo. El verbo hamah es empleado para designar el gruñido de los osos (Isa. 59: 11), el ladrido de los perros (Sal. 59: 6, 14), el bramido de las naciones (Sal. 46: 6), el clamor del salmista (Sal. 55: 17), el estruendo del mar (Isa. 17: 12). Con frecuencia, cuando el pecado produce sus amargos resultados, se expresan acerbos pesares. Desgraciadamente, esos "pesares" son ocasionados por las tristes consecuencias del pecado y no porque el pecado haya deshonrado a Dios. Los hombres anhelan que desaparezcan las consecuencias, mas no ser liberados de la culpa y del poder del pecado; pero esto último debe preceder a lo anterior.

En la LXX, la segunda parte del versículo reza: "A todos mataré, a cada uno en sus injusticias".  En siríaco dice: "todos ellos morirán", como si el manuscrito hebreo del cual se tradujo hubiera tenido allí una forma del verbo muth, "morir", y no del verbo hamah, "gemir".

17. Débil como el agua. Esta figura muestra la debilidad y el desamparo de los fugitivos. No podían usar las manos que deberían haber sido fuertes para portar armas de guerra y para construir fortificaciones. Y las rodillas que deberían haber sido fuertes para resistir la batalla o para huir de la espada desenvainada, se negaban a responder.

18. Cilicio. En el antiguo Cercano Oriente el vestirse de cilicio indicaba tristeza, humillación y dolor. El horror que sentirían, se debería a que comprenderían que iban en aumento sus males, la vergüenza causada por el chasco, el sentido de culpabilidad y la desilusión.  Cabezas... rapadas. Era costumbre raparse la cabeza en señal de profundo duelo (Isa. 15:2; Jer. 7: 29; 48: 37; Amós 8: 10).

19. Su plata. Quizá se haga referencia a que al huir, la gente arrojaría sus objetos de valor. También podría referirse a los ídolos, que en el día de la calamidad demostraron que carecían de valor.

Será desechado. Mejor, "su oro se convertirá en basura" (BJ), en "cosa asquerosa" (VM). La misma palabra se emplea en Lev. 15:19-33.

20. Su ornamento. El ornamento de ellos. El pueblo había empleado su riqueza, su plata y su oro para fabricarse ídolos detestables, a los cuales Dios aborrecía.

Soberbia. "El objeto de su orgullo" (BJ). Es evidente que se refiere al santuario, lugar que se guardaba celosamente de todo intruso, el centro de la vida religiosa y nacional de Israel.

23. Cadena. Heb. rattoq, palabra de sentido incierto. Se traduce como cadena por el parecido que tiene con rethuqoth, que en Isa. 40: 19 se traduce como "cadenas". En la LXX la primera frase del versículo dice: "y harán desorden [gr. furmós]". Si aquí correspondiera leer "cadena", el profeta estaría prediciendo acontecimientos futuros mediante lecciones objetivas. Así como a Jeremías se le ordenó hacerse coyundas y yugos (Jer. 27: 2), así también a Ezequiel podría habérsele mandado que hiciera una cadena que simbolizara el cautiverio inminente, cuando el rey y la población fueron llevados en cadenas a Babilonia (2 Rey. 25: 7; Jer. 40: 1).

24. Los más perversos de las naciones. Es decir, los caldeos. 

Sus santuarios. El empleo del adjetivo posesivo "sus" insinúa que Dios ya no consideraba suyos a los israelitas. El plural podría referirse al templo y sus diversos lugares santos. Es interesante notar en la Epístola a los Hebreos que la palabra griega hágia, traducida como "santuario", es también una forma plural (Heb. 8: 2). Algunos piensan que en este pasaje no se hace referencia al templo sino a santuarios privados, levantados en los techos de las casas y en los jardines.

25. Destrucción.Heb. qefadah, "angustia", "temblor" como de quien siente gran temor. Sin duda se refiere al horror y al espanto que acompañan a los terribles castigos, tal como el Señor lo describió tan claramente al referirse a los hombres que desfallecen "por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán"          (Luc. 21:26).

26. Rumor. Compárese esto con la expresión "guerras y rumores de guerra" (Mat. 24: 6; cf. Luc. 21: 9). Los rumores que circulan en tiempos de invasión y de guerra intensifican la angustia. Se dice que en este tiempo de angustia, era en vano recurrir a las tres principales fuentes de instrucción: los profetas, los sacerdotes y los ancianos (1 Sam. 28: 6; Jer. 5: 31; 6: 13; 23: 21-40; 28: 1-9; Lam. 2: 9; Amós 8: 11; Miq. 3: 6).

27. El rey se enlutará. El rey, el príncipe (en ciertos pasajes equivale a "rey", como en los caps. 12:12; 19:1; aquí podría ser el heredero del trono), y la gente común: todos habrían de sufrir por igual. 

Sabrán. Ver com. cap. 6: 7. (4CBA) Ministerio Hno. Pio


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