Zacarías 5. Sexta Visión: un rollo que volaba. Éste contiene sendas maldiciones para ladrones y perjuros. (1-4). Séptima visión: el efa y la mujer. La mujer dentro del efa simboliza la condenación final de Babilonia. (5-11).
En la sexta visión, se mostró a Zacarías, por medio de un rollo que volaba, como trataría Dios a los israelitas que se negaran a cambiar de "vestiduras" (cap. 3: 4), y que se rebelaran contra la dirección del Espíritu Santo (cap. 4: 6) Ver. Com. cap. 1: 8.
Hurtar representa las faltas contra los hombres; jurar falsamente contra los hombres; jurar falsamente las ofensas contra Dios (ver com. Mat. 5: 33-37).
Estos dos males pueden haber sido muy comunes entre los judíos que volvieron del exilio, y por eso se destacaron como ejemplos de una decadencia general de la moral.
Esta mujer (vers. 8), personifica la iniquidad de la apostasía de Israel que Dios procuraba eliminar. De este modo la visión se relaciona con la anterior.
Entonces. La Sexta visión (1-4) presenta el proceso mediante el cual se investigará el pecado entre el pueblo de Dios. Y La Séptima visión (5-11) describe la eliminación final y completa del pecado y de los pecadores de entre el pueblo escogido.
1 De Nuevo alcé mis ojos y miré, y he aquí un rollo que volaba. 2 Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: Veo un rollo que vuela, de veinte codos de largo, y diez codos de ancho. 3 Entonces me dijo: Esta es la maldición que sale sobre la faz de toda la tierra; porque todo aquel que hurta (como está de un lado del rollo) será destruido; y todo aquel que jura falsamente (como está del otro lado del rollo) será destruido.
4 Yo la he hecho salir, dice Jehová de los ejércitos, y vendrá a la casa del ladrón, y a la casa del que jura falsamente en mi nombre; y permanecerá en medio de su casa y la consumirá, con sus maderas y sus piedras.
5 Y salió aquel ángel que hablaba conmigo, y me dijo: Alza ahora tus ojos y mira qué es esto que sale. 6 Y dije: ¿Qué es? Y él dijo: Esta es una efa que sale. Además, dijo: Esta es la iniquidad de ellos con toda la tierra. 7 Y he aquí, levantaron la tapa de plomo, y una mujer estaba sentada en medio de aquel efa.
8 Y él dijo: Esta es la maldad; y la echó dentro del efa, y echo la masa de plomo en la boca del efa. 9 Alce luego mis ojos, y miré, y he aquí dos mujeres que salían, y traían viento en sus alas, y tenían alas como de cigüeña, y alzaron la efa entre la tierra y los cielos.
10 Dije al ángel que hablaba conmigo ¿A dónde llevan el efa? 11 Y él me respondió: Para que le sea edificada casa en Sinar; y cuando esté edificada casa en tierra de Sinar; y cuando esté preparado lo pondrán sobre su base. (Zacarías 5).
1. De nuevo. En la sexta visión (Vers. 1-4) se mostró a Zacarías, por medio de un rollo que volaba, como trataría Dios a los israelitas que se negaran a cambiar de "vestiduras" (3: 4), y que se rebelaran contra la dirección del Espíritu Santo (4: 6) Ver. Com. cap. 1: 8.
Rollo. En el t. I, pp. 34-35 hay una descripción de los materiales que se usaban antiguamente para escribir. El rollo que vio Zacarías quizá era de cuero. Como se declara que el rollo es "la maldición " (vers. 3), se deduce que estaba escrito.
Que volaba. Probablemente con el propósito de indicar que estaba cumpliendo su obra.
2. Me dijo. El ángel que interpretaba.
De largo. Como Zacarías pudo calcular las dimensiones del rollo, éste debe haber aparecido completamente abierto. El rollo tenía en medidas modernas unos 9 por 5 m. Estas dimensiones concuerdan con las de lugar santo del tabernáculo (ver com. Exo. 26: 1) y con las del pórtico del templo de Salomón (1 Rey. 6: 3), y por lo tanto algunos han procurado encontrar una relación entre el "rollo que volaba " y el santuario. Sin embargo, aunque la maldición emanó de la transgresión contra las tablas de piedra de los diez mandamientos que estaban en el tabernáculo y en el templo de Salomón, no hay forma de demostrar que esa relación debía ser representada por la similitud entre las dimensiones ya expuestas. El rollo era extraordinariamente grande y en él había mucho lugar para escribir; por esto quizá las dimensiones tenían el fin de mostrar la magnitud de la maldición.
3. Hurta. Hurtar representa las faltas contra los hombres; jurar falsamente contra los hombres; jurar falsamente las ofensas contra Dios (ver com. Mat. 5: 33-37).
Estos dos males pueden haber sido muy comunes entre los judíos que volvieron del exilio, y por eso se destacaron como ejemplos de una decadencia general de la moral.
Será destruido. Era necesario que el Israel de la restauración fuera puro para que realizara los propósitos de Dios. La visión del cambio de las vestiduras de Josué (cap. 3) indicaba la forma en que Dios trata el pecado. Se concedería perdón a toda alma arrepentida. Los que aceptaran las disposiciones divinas, serían revestidos con la perfecta justicia de Cristo.
Sin embargo, a fin de poseer el manto de justicia de Cristo, se exige a los hombres que abandonen su pecado acariciado (ver PVGM 299).
Según la visión, los que no aceptan esto serán castigados con la maldición pronunciada por el rollo que volaba.
4. Vendrá a la casa. No habrá escapatoria para el pecado.
La maldición llegaría a la casa del ladrón y del perjuro, y "permanecería" en la morada del transgresor hasta que hubiera llevado a cabo su propósito, incluso la destrucción de los ocupantes de la casa.
5. Qué es esto. La séptima visión (vers. 5-11) Simboliza la eliminación de la iniquidad de la tierra (ver com. cap. 1: 8).
6. Una efa. Unidad de medida de cereales equivalente a unos 22 1t. Puesto que un recipiente de esa dimensión no era suficiente para contener a una mujer (vers. 7), algunos han sugerido que el propósito, incluso la destrucción era referirse a la forma antes que al volumen.
Iniquidad. Literalmente, "ojo". El cambio de una letra en hebreo permite traducir "Iniquidad" (RVR y LXX) o "culpa" (BJ).
7. Tapa. Heb. kikkar, literalmente, "círculo", que aquí describe el círculo o disco de plomo que cubría el efa.
8. Maldad. Esta mujer personifica la iniquidad de la apostasía de Israel que Dios procuraba eliminar. De este modo la visión se relaciona con la anterior (ver com. vers. 1-4). En realidad, algunos consideran que las dos visiones son una; pero no hay duda de que son dos representaciones.
La echó. Durante la escena la mujer trató sin duda de abandonar el efa cuando se levantó la tapa; pero el ángel la encerró dentro de él.
Masa de plomo. Es decir, la tapa de plomo. Sin duda la tapa era pesada para que la mujer quedara encerrada dentro del efa.
9. Dos mujeres. El ángel no explica por qué se eligieron mujeres con alas de cigüeña para representar el instrumento por cuyo medio sería quitada la iniquidad, y sería inútil especular en cuanto a esto (ver com. cap. 1: 8).
11. Sinar. Ver com. Dan. 1: 2. En esta manera se representa a Babilonia como el lugar donde tiene su asiento la iniquidad. Los que salieron de Babilonia deberían haber dejado allí sus iniquidades; sin embargo, aún entonces había remedio para el pecado (Zac. 3: 1-5; ver com. cap. 5: 3). Así como el pueblo escogido de Dios debía ser sacado de Babilonia, aquellos de entre el pueblo de Dios que no permitieran que su carácter fuera transformado, debían ser reunidos y sacados de Israel para que fueran llevados a Babilonia. (4CBA)
COMENTARIOS DE (EGW).
1-4. "Se Requiere De Los Administradores, que cada uno sea hallado fiel”. *1 Cor. 4:2.
Si la honradez es un principio esencial en los negocios, ¿no hemos de reconocer nuestra obligación hacia Dios, obligación en la que se basan todas las demás?
De acuerdo con las condiciones en que se funda nuestra mayordomía, tenemos obligaciones, no sólo con Dios, sino con los hombres.
Todo ser humano está en deuda con el amor infinito del Redentor por los dones de la vida. El alimento, el vestido, el abrigo, el cuerpo, la mente y el alma, todo ha sido comprado con su sangre. Y por la deuda de gratitud y servicio que nos ha impuesto, Cristo nos ha ligado a nuestros semejantes.
Nos ordena: "Servíos por amor los unos a los otros”. *Gal. 5:13. "En cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis”. *Mt. 25:40. "A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios -declara Pablo- soy deudor”. *Rom. 1:14.
Lo mismo ocurre con nosotros. Puesto que nos ha bendecido más que a los demás, somos deudores de todo ser humano a quien podamos beneficiar. Estas verdades tienen que ver no sólo con la cámara privada, sino con la oficina de contabilidad también. Los bienes que manejamos no nos pertenecen, y jamás estaremos seguros si perdemos de vista este hecho. Somos sólo administradores, y del cumplimiento de nuestra obligación hacia Dios dependen tanto el bienestar de nuestros semejantes, como nuestro propio destino en esta vida y la venidera.
"Hay quienes reparten, y les es añadido más; y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero140 vienen a pobreza". "Echa tu pan sobre las aguas; porque después de muchos días lo hallarás". "El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado”. *Prov. 11:24; Ecl. 11:1; Prov. 11:25. Ed 139
Ministerio Hno. Pio
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