Ezequiel 45. Continua las visiones de la restauración futura del ceremonial del templo.
Versículos (1-5) La parte de la tierra para el santuario, (6) para la ciudad, (7-8) y para el príncipe. (9-25) Ordenanzas para el príncipe.
1 CUANDO repartáis por suertes la tierra en heredad, apartaréis una porción para Jehová, que le consagraréis en la tierra, de longitud de veinticinco mil cañas y diez mil de ancho; esto será santificado en todo su territorio alrededor. 2 De esto será para el santuario quinientas cañas de longitud y quinientas de ancho, en cuadro alrededor; y cincuenta codos en derredor para sus ejidos. 3 Y de esta medida medirás en longitud veinticinco mil cañas, y en ancho diez mil, en lo cual estará el santuario y el lugar santísimo. 4 Lo consagrado de esta tierra será para los sacerdotes, ministros del santuario, que se acercan para ministrar a Jehová; y servirá de lugar para sus casas, y como recinto sagrado para el santuario. 5 Asimismo veinticinco mil cañas de longitud y diez mil de ancho, lo cual será para los levitas ministros de la casa, como posesión para sí, con veinte cámaras.
6 Para propiedad de la ciudad señalaréis cinco mil de anchura y veinticinco mil de longitud, delante de lo que se apartó para el santuario; será para toda la casa de Israel.
7 Y la parte del príncipe estará junto a lo que se apartó para el santuario, de uno y otro lado, y junto a la posesión de la ciudad, delante de lo que se apartó para el santuario, y delante de la posesión de la ciudad, desde el extremo occidental hasta el extremo oriental, y la longitud será desde el límite occidental hasta el límite oriental. 8 Esta tierra tendrá por posesión en Israel, y nunca más mis príncipes oprimirán a mi pueblo; y darán la tierra a la casa de Israel conforme a sus tribus.
9 Así ha dicho Jehová el Señor: ¡Basta ya, oh príncipes de Israel! Dejad la violencia y la rapiña. Haced juicio y justicia; quitad vuestras imposiciones de sobre mi pueblo, dice Jehová el Señor. 10 Balanzas justas, efa justo, y bato justo tendréis. 11 El efa y el bato serán de una misma medida: que el bato tenga la décima parte del homer, y la décima parte del homer el efa; la medida de ellos será según el homer. 12 Y el siclo será de veinte geras. Veinte ciclos, veinticinco ciclos, quince ciclos, os serán una mina. 13 Esta será la ofrenda que ofreceréis: la sexta parte de un efa por cada homer del trigo, y la sexta parte de un efa por cada homer de la cebada.
14 La ordenanza para el aceite será que ofreceréis un bato de aceite, que es la décima parte de un coro; diez batos harán un homer; porque diez batos son un homer. 15 Y una cordera del rebaño de doscientas, de las engordadas de Israel, para sacrificio, y para holocausto y para ofrendas de paz, para expiación por ellos, dice Jehová el Señor. 16 Todo el pueblo de la tierra estará obligado a dar esta ofrenda para el príncipe de Israel. 17 Mas al príncipe corresponderá el dar el holocausto y el sacrificio y la libación en las fiestas solemnes, en las lunas nuevas, en los días de reposo* y en todas las fiestas de la casa de Israel; él dispondrá la expiación, la ofrenda, el holocausto y las ofrendas de paz, para hacer expiación por la casa de Israel.
18 Así ha dicho Jehová el Señor: El mes primero, el día primero del mes, tomarás de la vacada un becerro sin defecto, y purificarás el santuario. 19 Y el sacerdote tomará de la sangre de la expiación, y pondrá sobre los postes de la casa, y sobre los cuatro ángulos del descanso del altar, y sobre los postes de las puertas del atrio interior. 20 Así harás el séptimo día del mes para los que pecaron por error y por engaño, y harás expiación por la casa.
21 El mes primero, a los catorce días del mes, tendréis la pascua, fiesta de siete días; se comerá pan sin levadura. 22 Aquel día el príncipe sacrificará por sí mismo y por todo el pueblo de la tierra, un becerro por el pecado. 23 Y en los siete días de la fiesta solemne ofrecerá holocausto a Jehová, siete becerros y siete carneros sin defecto, cada día de los siete días; y por el pecado un macho cabrío cada día. 24 Y con cada becerro ofrecerá ofrenda de un efa, y con cada carnero un efa; y por cada efa un hin de aceite.
25 En el mes séptimo, a los quince días del mes, en la fiesta, hará como en estos siete días en cuanto a la expiación, en cuanto al holocausto, en cuanto al presente y en cuanto al aceite. (Ezequiel 45).
1. Repartáis por suerte. Este verbo se traduciría mejor "repartáis mediante asignaciones". A cada tribu se le asignó una porción definida (cap. 48: 1-29).
Una porción. Heb. terumúh, "lo que se eleva", aquí con el sentido de "una ofrenda', "una contribución". Una pequeña parte de "lo consagrado de ésta tierra" había de ser ocupada por el santuario. El resto había de ser para los sacerdotes y levitas. Se describe con mayor detalle la terumah en cap. 48: 8-22.
Cañas. En el hebreo no aparece esta palabra. La LXX dice "codos". Habría que determinar si se trata de "cañas" o de "codos". Si fuera lo primero, esa porción sería tan enorme que no cabría entre el Mediterráneo y el Jordán. La longitud sería de unos 80 km. La medida del codo parece más razonable y más proporcional con las heredades de las otras tribus.
Diez mil. Los 10.000 codos equivalen aproximadamente a 5 km. El área total, como se describe en los vers. 1-6, era de 25.000 codos (unos 11 km.) cuadrados. Esto estaba dividido en tres partes: 10.000 (cap. 48: 13) al norte para los levitas; 10.000 (cap. 48: 10) en el medio para los sacerdotes, en su centro estaba el santuario; y los otros 5.000 (cap. 48: 15) "serán [porciones] profanas, para la ciudad, para habitación y para ejido".
2. Cincuenta codos en derredor. El templo estaba ubicado en un atrio de 500 codos de lado (ver com. cap. 40: 5). Aquí se dice que debería dejarse una faja adicional de tierra de 50 codos de ancho (unos 25 m) en torno al muro exterior del templo a fin de impedir su profanación.
Ejidos. Literalmente, "espacio abierto" (ver com. Núm. 35: 2).
3. De esta medida. Ver com. vers. 1.
4. Para los sacerdotes. En este versículo se describe la propiedad de los sacerdotes (cf. cap. 48: 10).
5. Los levitas. La porción de los levitas quedaba al norte de la de los sacerdotes y era del mismo tamaño (cap. 48: 13).
Con veinte cámaras. Así dice el hebreo. La LXX dice: "ciudades para vivir" (también la BJ, lo cual se entiende mejor.
6. Toda la casa de Israel. Esta parte, del mismo largo pero sólo con la mitad del ancho, había de proporcionar alimento para los que "sirven a la ciudad" (48:18).
7. Parte del príncipe. La parte del príncipe incluía todas las tierras que estuvieran hacia el este y hacia el oeste de la porción consagrada, quizá hasta el Mediterráneo por el oeste y el Jordán y el mar Muerto por el este.
9. Dejad la violencia. Los vers. 9-10 constituyen una exhortación a los príncipes para que sean justos en su trato con el pueblo.
11. Una misma medida. Comparar con Lev. 19: 35-36; Deut. 25: 13-15; Prov. 16: 11; Ose. 12: 7; Amós 8 :5; Miq. 6: 10. El efa se empleaba para medir granos, el bato para los líquidos. Aquí se dice que los dos tenían la misma medida y que equivalían a la décima parte de un homer. Según las equivalencias modernas el efa o el bato corresponderían con unos 22 lt (ver t. I, p. 176).
12. Siclo. Compárese con Exo. 30: 13.
Mina. Heb. maneh, que correspondía con 50 ciclos (ver el t. I, PP. 173-174, 176). Esta misma palabra aparece también en 1 Rey. 10: 17; Esd. 2: 69; Neh. 7: 71-72, donde se traduce como "libra". El sentido del hebreo de este pasaje es oscuro.
13. La ofrenda. En los vers. 13-15 se describe el impuesto que debería pagarse posiblemente al príncipe (vers. 16), quien, a su vez, daría los sacrificios requeridos.
17. Dispondrá. Si bien el hebreo emplea el verbo 'asah, "hacer", se entiende que se trata de "proporcionar" o "suministrar". El príncipe sería responsable de que hubiera todo lo necesario para realizar los diversos sacrificios correspondientes con las fiestas.
18. El mes primero. Desde el vers. 18 hasta el cap. 46: 15 se esboza el ritual de los sacrificios que debería seguirse en ocasiones especiales Hay ciertas diferencias respecto a la ley mosaica. No se mencionan ni el día de la expiación ni la fiesta de pentecostés. Sería vano especular, como lo han hecho algunos, si en realidad estas fiestas habrían de omitirse por completo del nuevo ritual.
19. Tomará de la sangre. Según la ley mosaica, en el día de la expiación la sangre de los sacrificios por el pecado era rociada sobre el propiciatorio y delante de él, dentro del velo (Lev. 16: 14-15). Según el nuevo ritual, en relación con la ceremonia de la purificación, se ponía la sangre en los "postes de la casa", sobre "los cuatro ángulos del descanso del altar, y sobre los postes de las puertas del atrio interior".
20. Por engaño. Heb. pethi, "inexperiencia", "ingenuidad".
21. La pascua. Los reglamentos para la observancia de la pascua eran similares a los que aparecían en la ley mosaica, pero las ofrendas eran mayores (Exo. 12: 6; Lev. 23: 58; Núm. 28: 16-25).
25. En el mes séptimo. Se alude aquí a la fiesta de los tabernáculos (Exo. 23:16; 34:22; Lev. 23:34; Deut. 16:13, 16). Algunos afirman que la razón por la cual no se le da el nombre acostumbrado es porque se habría de dejar la costumbre de vivir en enramadas o cabañas. Los sacrificios son bastante menores que los que exigía la ley mosaica (Núm. 29:12-38). 4CBA/Ministerio Hno. Pio
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