Ezequiel 38. Son Profecías Contra Gog Y Magog. Los cap. 38 y 39 forman una sola profecía. Todo el pasaje ha sido objeto de muchas especulaciones. De tanto en tanto se han presentado diversas interpretaciones. A fin de evaluarlas en forma adecuada, es necesario conocer bien el propósito básico, los métodos, y el alcance de la profecía….
El problema está en encontrar la forma de distinguir bien entre lo que tiene aplicación local e inmediata y lo que tiene una aplicación más remota, quizá en la era cristiana, o al fin del tiempo….
Tenemos en el NT y en los escritos del espíritu de profecía, numerosas citas de los autores del AT que muestran cómo estas antiguas predicciones -que deberían haber hallado un glorioso cumplimiento en el Israel literal- se cumplirán finalmente en el Israel espiritual…. Pero para entonces, el conflicto habrá alcanzado proporciones mundiales y ya no podrá limitarse a una esfera pequeña como la que se indica en Eze. 38 y 39, donde aparece como una lucha militar contra el Estado judío restablecido. 2JT 372-373; 3JT 46… (ver más, en el com. 38:1).
En los vers. 4-16 se presenta a Dios como el que hace que Gog ataque la tierra de Israel. Aquí es evidente que Dios lo hace en el sentido de que permite que Gog lleve a cabo los intentos de su impío corazón.
En los vers. 14-16 se repite en buena parte lo que ya se había dicho respecto de la apacible seguridad de Israel y de que Dios permitía que la poderosa confederación de Gog subiese contra su pueblo.
Vers. 17-23. El carácter de Dios estará plenamente vindicado en la destrucción de Gog. Así también, cuando Satanás y la vasta multitud de los impíos sean destruidos al fin del milenio, la sabiduría, la justicia y la bondad de Dios serán plenamente vindicadas. De labios de todos los seres creados, ya sean leales o rebeldes, se oirán estas palabras: "Justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos" (Apoc. 15:3; cf. CS 726-729).
Leamos éste capitulo que se sub divide así: Vers. (1-7) El ejército, (8-13) y la malicia de Gog. (14-23) juicios de Dios contra Gog.
1 VINO a mí palabra de Jehová, diciendo: 2 Hijo de hombre, pon tu rostro contra Gog en tierra de Magog, príncipe soberano de Mesec y Tubal, y profetiza contra él, 3 y di: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo estoy contra ti, oh Gog, príncipe soberano de Mesec y Tubal. 4 Y te quebrantaré, y pondré garfios en tus quijadas, y te sacaré a ti y a todo tu ejército, caballos y jinetes, de todo en todo equipados, gran multitud con paveses y escudos, teniendo todos ellos espadas; 5 Persia, Cus y Fut con ellos; todos ellos con escudo y yelmo; 6 Gomer, y todas sus tropas; la casa de Togarma, de los confines del norte, y todas sus tropas; muchos pueblos contigo. 7 Prepárate y apercíbete, tú y toda tu multitud que se ha reunido a ti, y sé tú su guarda.
8 De aquí a muchos días serás visitado; al cabo de años vendrás a la tierra salvada de la espada, recogida de muchos pueblos, a los montes de Israel, que siempre fueron una desolación; mas fue sacada de las naciones, y todos ellos morarán confiadamente. 9 Subirás tú, y vendrás como tempestad; como nublado para cubrir la tierra serás tú y todas tus tropas, y muchos pueblos contigo. 10 Así ha dicho Jehová el Señor: En aquel día subirán palabras en tu corazón, y concebirás mal pensamiento, 11 y dirás: Subiré contra una tierra indefensa, iré contra gentes tranquilas que habitan confiadamente; todas ellas habitan sin muros, y no tienen cerrojos ni puertas; 12 para arrebatar despojos y para tomar botín, para poner tus manos sobre las tierras desiertas ya pobladas, y sobre el pueblo recogido de entre las naciones, que se hace de ganado y posesiones, que mora en la parte central de la tierra. 13 Sabá y Dedán, y los mercaderes de Tarsis y todos sus príncipes, te dirán: ¿Has venido a arrebatar despojos? ¿Has reunido tu multitud para tomar botín, para quitar plata y oro, para tomar ganados y posesiones, para tomar grandes despojos?
14 Por tanto, profetiza, hijo de hombre, y di a Gog: Así ha dicho Jehová el Señor: En aquel tiempo, cuando mi pueblo Israel habite con seguridad, ¿no lo sabrás tú? 15 Vendrás de tu lugar, de las regiones del norte, tú y muchos pueblos contigo, todos ellos a caballo, gran multitud y poderoso ejército, 16 y subirás contra mi pueblo Israel como nublado para cubrir la tierra; será al cabo de los días; y te traeré sobre mi tierra, para que las naciones me conozcan, cuando sea santificado en ti, oh Gog, delante de sus ojos.
17 Así ha dicho Jehová el Señor: ¿No eres tú aquel de quien hablé yo en tiempos pasados por mis siervos los profetas de Israel, los cuales profetizaron en aquellos tiempos que yo te había de traer sobre ellos? 18 En aquel tiempo, cuando venga Gog contra la tierra de Israel, dijo Jehová el Señor, subirá mi ira y mi enojo. 19 Porque he hablado en mi celo, y en el fuego de mi ira: Que en aquel tiempo habrá gran temblor sobre la tierra de Israel; 20 que los peces del mar, las aves del cielo, las bestias del campo y toda serpiente que se arrastra sobre la tierra, y todos los hombres que están sobre la faz de la tierra, temblarán ante mi presencia; y se desmoronarán los montes, y los vallados caerán, y todo muro caerá a tierra. 21 Y en todos mis montes llamaré contra él la espada, dice Jehová el Señor; la espada de cada cual será contra su hermano. 22 Y yo litigaré contra él con pestilencia y con sangre; y haré llover sobre él, sobre sus tropas y sobre los muchos pueblos que están con él, impetuosa lluvia, y piedras de granizo, fuego y azufre. 23 Y seré engrandecido y santificado, y seré conocido ante los ojos de muchas naciones; y sabrán que yo soy Jehová. (Ezequiel 38).
1. Palabra de Jehová. Los cap. 38 y 39 forman una sola profecía. Todo el pasaje ha sido objeto de muchas especulaciones. De tanto en tanto se han presentado diversas interpretaciones. A fin de evaluarlas en forma adecuada, es necesario conocer bien el propósito básico, los métodos, y el alcance de la profecía.
El problema está en encontrar la forma de distinguir bien entre lo que tiene aplicación local e inmediata y lo que tiene una aplicación más remota, quizá en la era cristiana, o al fin del tiempo. Los estudiosos de la Biblia que aplican ciertas profecías del AT a la era cristiana advierten con frecuencia que estas profecías tienen aquí y allá predicciones que son evidentemente de aplicación local e inmediata. Algunos procuraron explicar esta aparente mezcla de lo inmediato con lo futuro suponiendo que el profeta, mientras daba un mensaje a la gente de sus días, hacía de tanto en tanto digresiones proféticas y proyectaba sus profecías al futuro distante. Aunque esta premisa parecería resolver parcialmente el problema, no proporciona criterios para distinguir en forma adecuada lo que es inmediato y lo que es un futuro remoto.
La respuesta a este problema está en la formalicen de un principio, cuyo método aparece en la Biblia misma y también en los escritos de Elena de White. Podrá verse que este principio proporciona un método seguro de discriminación entre lo que el Espíritu Santo, por medio de la inspiración, quiso que fuera de significado inmediato, y lo que era de aplicación más distante. Podría enunciarse este principio de la siguiente manera:
Las profecías que tienen que ver con la gloria futura de Israel y de Jerusalén estaban condicionadas por la obediencia Jer. 18:7-10; PR 519-520).
Se habrían cumplido en forma literal en los siglos siguientes, si los israelitas hubieran aceptado plenamente los propósitos divinos para con ellos. El fracaso de Israel imposibilitó el cumplimiento de estas profecías en su intención original. Sin embargo, esto no implica necesariamente que ellas no tienen ya importancia. Pablo proporciona una respuesta con las siguientes palabras: "Porque no todos los que descienden de Israel son israelitas" (Rom. 9: 6). Por eso estas promesas se aplican en cierto modo al Israel espiritual. Pero ¿hasta qué punto? Esto debe ser determinado por medio de la inspiración. Tenemos en el NT y en los escritos del espíritu de profecía, numerosas citas de los autores del AT que muestran cómo estas antiguas predicciones -que deberían haber hallado un glorioso cumplimiento en el Israel literal- se cumplirán finalmente en el Israel espiritual.
Sin embargo, al punto resalta que no todos los detalles de la profecía original podrían cumplirse con precisión, ya que han variado mucho las condiciones y el medio ambiente. En verdad, es una regla segura de exégesis aplicar únicamente al futuro aquellas profecías que la revelación así aplica. Corresponde notar también las limitaciones que se imponen. Lo que va más allá de esos límites no puede ser más que especulación -en el mejor de los casos- y nunca debería constituir la base de un dogma, ni la premisa sobre la cual se levante toda una estructura de razonamiento teológico.
El tono netamente local que tienen estas antiguas profecías se explica porque Dios originalmente quiso que estas predicciones se cumplieran en la forma indicada. Además, lo que se ha designado como digresiones que llegan a un futuro distante -en buena medida sin relación con la presentación general del pasaje- aparecen también presentadas en el marco de los primeros propósitos de Dios. En vista de que esos primeros propósitos no se han cumplido, escritores inspirados posteriores presentan el cumplimiento progresivo de esas predicciones dentro del marco de la iglesia cristiana (PP. 27-30).
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A la luz de este principio, puede observarse que los cap. 38 y 39 de Ezequiel se habrían cumplido en forma literal después del regreso de los judíos del exilio si éstos hubieran aceptado las condiciones ofrecidas por los profetas. Debido a su rechazo persistente, la prosperidad que aquí se describe nunca llegó a realizarse.
En consecuencia, la liga de naciones paganas no pudo atacar a un pueblo que morara en la prosperidad aquí anunciada.
¿Se aplicará esta profecía en el futuro? Si se observa el principio recién enunciado, tal aplicación podría establecerse solamente por medio de una revelación posterior. En el NT, aparece sólo una referencia directa a los símbolos de esta profecía (Apoc. 20: 8). En este pasaje Juan afirma que esta profecía -que a cambio de ciertas condiciones se habría cumplido en forma literal en tiempos anteriores- se cumplirá hasta cierto punto en la lucha final contra Dios por parte de las enormes huestes de los impíos, llamados "Gog y Magog".
Los escritos de Elena de White no dicen nada en forma directa acerca de este capítulo. Por supuesto, en forma indirecta se puede notar un paralelo entre esta lucha y la contienda final en contra del Israel de Dios cuando "las naciones se unan para invalidar la ley de Dios" (5T 524) y los impíos se unan plenamente "a Satanás en su guerra contra Dios" (CS 714). Así "como [Satanás] influyó en las naciones paganas para que destruyeran a Israel, así en un futuro cercano impulsará a los poderes impíos de la tierra a destruir el pueblo de Dios" (CS 195-196; cf. TM 473).
Este conflicto milenario concluirá finalmente con la destrucción de Satanás y de sus huestes (denominados Gog y Magog, Apoc. 20: 8) al final del milenio.
Pero para entonces, el conflicto habrá alcanzado proporciones mundiales y ya no podrá limitarse a una esfera pequeña como la que se indica en Eze. 38 y 39, donde aparece como una lucha militar contra el Estado judío restablecido. (2JT 372-373; 3JT 46).
Cualquier exposición que vaya más allá de los límites de la interpretación del NT y de las revelaciones del espíritu de profecía carece de un "Así dice Jehová". Por supuesto, no debe afirmarse que no puede haber un mayor conocimiento sin una revelación adicional. Pero sí puede afirmarse que además de la confirmación específica de la inspiración existe una gran probabilidad de error en cualquier exposición de ese tipo, sobre todo en relación con profecías no cumplidas, lo cual puede verse claramente en toda la historia de la interpretación profético.
2. GOG. Este es el nombre escogido por Ezequiel para designar al caudillo de las huestes paganas que habrían de atacar al Estado judío restaurado después del retorno de los exiliados (vers. 14-16). Ha sido imposible identificar a Gog con cualquier personaje histórico conocido. No se sabe de qué raíz viene esta palabra. La palabra aparece 13 veces en las Escrituras, pero el contexto de los pasajes no proyecta ninguna luz sobre su significado.
En 1 Crón. 5: 4, Gog aparece como nombre de uno de los hijos de Joel de la tribu de Rubén.
En Apoc. 20: 8, se emplea en relación con Magog para simbolizar a las naciones impías, a quienes Satanás reúne después del milenio para atacar a Cristo y para tomar la Nueva Jerusalén.
En las 11 veces que aparece en Ezequiel (cap. 38: 2-3, 14, 16, 18; 39: 1, 11, 15) se lo describe como caudillo de una enorme coalición de naciones paganas.
La LXX y el texto samaritano rezan Gog en lugar de Alga en Núm. 24: 7. En Eze. 39: 11, 15, aparece la forma compuesta Hamóngog, la "multitud de Gog". Este nombre se aplica al valle donde serían enterradas las multitudes de Gog. Ninguna de estas referencias sirve para identificar a Gog, y la única indicación que se da en cuanto a su origen está en el cap. 38:15, donde se dice que vendría de su lugar, "de las regiones del norte".
En las fuentes seculares, contemporáneas con Ezequiel o anteriores no se encuentra ningún personaje denominado Gog, aunque han aparecido algunos nombres que se le asemejan. Uno de ellos es el nombre de Giges, rey de Lidia (c. 660 a. C., ver t. 11, p. 68; com. 1 Crón. 1: 5). Debido al ligero parecido entre Giges y Gog, algunos comentadores han procurado hacer corresponder al uno con el otro. Al examinar la evidencia histórica, se encuentra que Giges no fue un rey de extraordinaria pericia militar. En los registros de Asurbanipal, Giges aparece bajo el nombre de Guggu. Se cuenta como Guggu envió embajadores a Asurbanipal en procura de ayuda para defenderse de los cimerios. Asurbanipal afirma que con la ayuda de Asur y de Ishtar, dioses asirios, Guggu pudo vencer a sus enemigos. Pero luego, en una guerra entre Asiria y Egipto, el traidor Guggu se unió con los egipcios. Esta perfidia fue castigada más tarde cuando los cimerios saquearon su país y lo mataron. Este es el relato de Guggu. Sin embargo, no hay evidencia alguna para probar que Gog es la forma hebrea de Guggu. La única relación parecería estar en el sonido similar de los nombres, y esta prueba carece de valor si no hay otras que la confirmen.
Otra suposición relaciona a Gog con el país bárbaro de Gagaia, que aparece en una carta de un rey babilonio del siglo XV al faraón de Egipto, en las tablillas de Tell el-Amarna (t. 1, PP. 113- 114). Sin embargo, Gagaia es un país y no una persona, como lo es el Gog que aparece en Ezequiel.
EN REALIDAD, no hay necesidad de encontrar un Gog en los registros históricos. Lo más probable es que Gog sea el nombre ideal empleado por Ezequiel para denominar al caudillo de las hordas paganas que se lanzan en un ataque final contra Israel, después de su restauración, en un tiempo cuando los israelitas gozan de la prosperidad prometida por Dios, a condición de que su pueblo le obedezca.
Tierra de Magog. Esta era la patria de Gog, y al igual que "Gog" su significado es desconocido. Es posible que Ezequiel mismo hubiera acuñado ese nombre poniendo como prefijo ma al nombre gog. "Magog" aparece cinco veces en las Escrituras. Dos veces aparece en Ezequiel (aquí y en el cap. 39: 6) como tierra de Gog; una vez aparece en Apoc. 20: 8, en relación con las naciones de los impíos; y en Gén. 10: 2 y 1 Crón. 1: 5, como uno de los hijos de Jafet. Algunos, después de haber identificado a Gog con Giges, rey de Lidia, sugieren que Magog debe ser el país de Lidia. No hay ninguna prueba histórica de que esto sea así. Algunos han pensado que Gagaia (ver com. p. 733) se refiere a Magog, aunque no puede afirmarse esto de modo terminante (ver com. Gén. 10:2).
Una antigua tradición judía identificaba a Magog con los escitas (Josefo, Antigüedades i. 6. 1). Lo mismo sugiere Gesenio (ver su diccionario hebreo). Sin embargo, esta identificación de Magog con los escitas sólo se apoya en una conjetura. Estos dos nombres, Gog y Magog, han sido motivo de mucha especulación. Al igual que Gog, es probable que el nombre sea simbólico, habiéndose evitado a propósito un parecido demasiado grande con la realidad, lo que muchas veces sucede en las profecías a fin de que tal identificación no impida de ninguna manera el cumplimiento de la predicción.
De tanto en tanto otras interpretaciones fantásticas han identificado a Magog con diversas naciones o con personas. Podría reunirse toda una colección de leyendas relacionadas con Gog y Magog. En muchas de ellas aparece el relato de la construcción de un muro para impedir la entrada de Gog y Magog. Este muro se ha ubicado en muchos países, desde Grecia hasta la China, dependiendo del origen nacional de la leyenda. Cuando se destruyó el muro, las fuerzas destructoras de Gog y Magog pudieron realizar su obra. En algunas de las leyendas, estos acontecimientos estaban relacionados con la venida del anticristo, en cuyo tiempo serían liberados Gog y Magog (los pueblos bárbaros del norte del Cáucaso), que hasta este momento habían estado contenidos por Alejandro el Grande (ver L. E. Froom, Prophetic Faith of Our Fathers [La fe profético de nuestros padres], t. I, PP. 555, 583-584, 586, 662).
Príncipe soberano. Heb. nesi' ro'sh. Nesi' significa "príncipe", y ro'sh se traduce como "cabeza", o como "principal". Por otra parte, la LXX translitera Rós, como si se tratara de un nombre propio. La VM dice: "Príncipe de Ros". De cualquier modo que se traduzca esta parte del versículo, la enseñanza general de la profecía no se modifica. Si se considera que ro'sh debe traducirse como el nombre propio de una nación, surge el problema de tener que identificar esa nación o su territorio.
Por otra parte, difícilmente pueda justificarse la transliteración de la palabra ro'sh para dar el nombre propio Ros. Se trata de tina palabra común, que aparece más de 600 veces en el AT. Su sentido básico es "cabeza", y sólo en Gén. 46: 21 tiene la característica de nombre propio. Allí aparece como nombre de uno de los hijos de Benjamín. Indudablemente, es posible que una palabra que aparece más de 600 veces con la idea básica de "cabeza" en uno o dos casos pudiera convertirse en un nombre propio, pero la única base que hay para ello es la transliteración de la LXX. La LXX fue traducida en los siglos III y II a. C., y por alguna razón los traductores emplearon el nombre propio Rós en lugar de la traducción de la palabra ro'sh, "cabeza". No hay modo de saber si en sus días había algún país llamado Rós.
Hay una consideración sintáctica que podría favorecer el que se tome esta palabra como nombre propio. Si aquí se emplea la palabra ro'sh como adjetivo, debería normalmente llevar un artículo, pues modifica a nesi', que en el hebreo es palabra definida por encontrarse en cadena constructa (genitivo de relación) con un nombre propio, "Mesec". Se encuentran ejemplos de esta construcción donde se le agrega el artículo definido al adjetivo que modifica al sustantivo que está en cadena constructa. En Jer. 13: 9, "la mucha soberbia de Jerusalén". En Esd. 7: 9, "la buena mano de Dios". En Eze. 38: 2, el adjetivo no tiene artículo, lo que permitiría traducir la palabra como nombre propio, pues los nombres propios no llevan artículo. Pero esta comprobación está lejos de ser decisiva. En algunos casos, el adjetivo mismo forma parte de la cadena constructa y no lleva artículo en hebreo (por ejemplo, 2Sam. 23: 1; 2 Crón. 36: 10). En 1 Crón. 27: 5 se halla una excepción notable a la regla enunciada más arriba. Allí aparece la expresión hakkóhen ro'sh, "el sacerdote principal". En este caso el sustantivo sacerdote tiene artículo, pero no lo tiene el adjetivo "principal". Por otra parte, los editores del texto masorético consideran que se trata de un error y que debería leerse en forma normal hakkóhen haro'sh, "el sacerdote el principal".
Al buscar en las fuentes seculares, no se encuentra ningún país de nombre "Ros". En las inscripciones asirias aparecen varios nombres cuyos sonidos se asemejan a "Ros" (o Rosh), pero no hay la certeza de que sea en realidad el territorio al cual se hace referencia aquí.
Desde el siglo X hasta el presente, diversos exégetas han procurado identificar a "Ros" con "Rusia". Según Gesenio, los escritores bizantinos del siglo X identificaban a Ros con hoi Rhos, pueblo que vivía en la región norte de los montes Tauro. Gesenio consideró que eran "sin duda los rusos" (ver su diccionario hebreo). También menciona que Ibn Fosslan, autor árabe del mismo período, dice que esta gente vivía sobre el río Rha (el Volga).
Por otra parte, la evidencia histórica muestra que el nombre de "Rusia" no viene de "Ros" (o Rosh). Entre los eslavos que vivían en lo que es ahora Rusia, había grupos de vikingos llamados varegos (o varegas), emigrados de la parte oriental de Suecia. Aunque hay diferentes opiniones en cuanto al papel de los varegos, la opinión prevaleciente entre los especialistas es que estos guerreros comerciantes y dirigentes militares -que no eran de origen eslavo- dieron el nombre de "Rus" (de ahí "Rusia") al territorio que gobernaron. La tradición rusa afirma que Rurik, que era varego, tomó el título de príncipe de Novgorod (principal ciudad del norte de Rusia por ese tiempo) en torno al año 862 a. C. Sus descendientes gobernaron a Rusia aun durante la dominación mogol, hasta la muerte de Feodor (Teodoro), el último gobernante de la dinastía Rurik, en 1598. Después de varios años de agitaciones, tiempo durante el cual varios personajes reinaron por la fuerza, se eligió un nuevo zar, Miguel Romanoff, cuya dinastía continuó hasta la revolución de 1917 (ver J. B. Bury, A History of the Eastern Ronwn Empire [Una historia del Imperio Romano Oriental], 1912, p. 412; Bernard Pares, A History of Russia [Una historia de Rusia], 1944; Encyclopaedia Britannica [Enciclopedia británica], ed. 1974, s. v. "Russia").
Puede, pues, observarse que cualquier parecido que pudiera existir entre la palabra ro'sh y el nombre "Rusia", es pura coincidencia. No parece poder comprobarse que se empleó el nombre de Rusia para designar a ese país hasta más o menos el siglo X d. C.
Mesek. Este nombre aparece nueve veces en las Escrituras. En Gén. 10: 2 y 1 Crón. 1: 5, Mesec figura como hijo de Jafet. En 1 Crón. 1: 17, Mesec está como hijo de Sem, pero sin duda se trata de un error de copia y debería leerse "Mas", como aparece en Gén. 10: 23. En los otros seis casos, Mesec figura como nombre de una nación (Eze. 27: 13; 32: 26; 38: 2-3; 39: 1; Sal. 120: 5). Según la LXX, en Isa. 66: 19, debería leerse "Mesec" en vez de "que disparan arcos". En Gén. 10: 2; 1 Crón. 1: 5 y los cinco textos de Ezequiel, Mesec aparece en relación con Tubal, indicando así que se habla de los descendientes de Jafet. Ezequiel los designa como comerciantes que trafican con Tiro vendiendo "utensilios de bronce" y también esclavos (cap. 27: 13). En Salmos, aparecen como guerreros (Sal. 120: 7).
Se cree que Mesec corresponde con los mosquianos de los autores clásicos griegos (Herodoto iii. 94; vii. 78), o sea los mushku de las inscripciones asirias (ver com. Gén. 10:2).
Algunos escritores, que encuentran a Rusia en ro'sh, también encuentran a Moscú en el sonido mushku y piensan que esa ciudad puede haber sido fundada por los descendientes de los mushku. Sin embargo, la Encyclopaedia Britannica, edición 1974, indica que Moscú fue fundada en el siglo XII por Jorge Dolgoruki. No hay ninguna relación entre los dos nombres.
Tubal. Este nombre aparece ocho veces en las Escrituras. En Gén. 10: 2 y 1 Crón. 1: 5, se enumera a Tubal como a uno de los hijos de Jafet. Este nombre figura en Isa. 66: 19, donde la LXX pone también a Mesec (ver com. Mesec). En Ezequiel aparece cinco veces (27: 13; 32: 26; 38: 2-3; 39: 1), siempre junto con Mesec. La forma compuesta del nombre, Tubal-caín, aparece dos veces en Gén. 4: 22, como nombre del hijo de Lamec y Zila.
Se ha identificado históricamente a Tubal con los tibarenios (en griego tibarenói) mencionados por Herodoto (iii. 94) y con tabal de las inscripciones asirias (ver com. Gén. 10: 2).
Quienes afirman que Ro'sh representa a Rusia procuran relacionar a Tubal con Tobolsk ciudad del centro de Rusia. La única razón de identificar a uno con el otro es que hay algún parecido en el sonido de sus nombres, razón poco sólida. Tobolsk no fue fundada hasta 1587 por los cosacos.
El hecho de que hubo otras naciones que ocuparon un lugar mucho más importante en la historia que las que se mencionan en el cap. 38, sugiere que tal vez el propósito de la profecía no fue el de dar la identidad específica de esos pueblos. Israel debía saber que se levantaría un gran grupo de naciones que se opondría a su futuro surgimiento y a su grandeza nacional y espiritual. No tenía mayor importancia el precisar quién dirigiría esa inmensa confederación, puesto que casi todos los poderes paganos que se oponían a Dios estaban incluidos en ella. Es probable que la selección y la enumeración de ciertas naciones no fuera más que una figura poética. Del mismo modo, al aplicarse esta profecía al presente, puesto que todas las naciones se unirán con Satanás en su lucha final contra el gobierno del cielo, no se gana nada con intentar identificar a unas pocas de ellas.
4. Te quebrantaré. Heb. "yo te haré volver". "Yo te haré dar media vuelta" (BJ). Dios no hace volver a Gog de Palestina, sino de alguna otra empresa, a fin de que se dirija contra la Tierra Santa. El contexto de estos versículos y del cap. 39: 2 indican esto. La figura es la de un animal indómito que se dispone a hacer lo que le place, pero que es dirigido por un poder superior. Aquí se presenta a ese poder como si fuera el poder de Jehová, puesto que con frecuencia se afirma en las Escrituras que Dios hace lo que permite que Satanás haga (ver com. 2 Crón. 18: 18; Eze. 38: 10).
Garfios en tus quijadas. Cf. cap. 29: 4. Todo tu ejército. Este vasto conjunto de pueblos va contra Israel plenamente equipado. Aparentemente sus planes han sido trazados en forma cuidadosa y se han hecho preparativos adecuados. Desde un punto de vista militar, todo pareciera favorecer a los atacantes. Pero estando Yahweh contra Gog, Israel no tiene nada que temer.
5. Persia. El profeta había convocado anteriormente a las naciones que vivían al norte. El segundo grupo vivía al este y al sur: sin embargo, no se mencionan naciones inmediatamente vecinas. Sólo se convoca a esta batalla a las que viven en los confines del mundo conocido; por posibles razones de esto, ver en este cap. com. vers. 2, en el párrafo final de la sección "Tubal". Para encontrar un bosquejo de la historia de Persia ver t. III, PP. 53-66.
Cus. Heb. Kush, fue uno de los hijos de Cam (Gén. 10: 6). Sus descendientes se establecieron en el sur de Egipto en lo que más tarde fue Nubia, actualmente al extremo sur de Egipto y al norte de Sudán (ver com. Gén. 10: 6).
Fut. Ver com. cap. 27: 10.
6. Gomer. Uno de los hijos de Jafet (Gén. 10: 2; 1 Crón. 1: 5). También se menciona a Gomer como la esposa de Oseas (Ose. 1: 3). El único otro caso bíblico en que aparece dicho nombre es en esta referencia a Gomer y todas sus tropas. Nada de esto arroja mucha luz para poder determinar quiénes fueron estos pueblos que se unieron a Gog contra Israel.
En las fuentes seculares se hace frecuente mención de los gímirrai o cimerios (ver Homero, Odisea xi. 14), de quienes se cree que eran el mismo pueblo aquí descrito con el nombre de Gomer y "sus tropas". Fueron una horda bárbara de iranios que procediendo de lo que ahora es el sur de Rusia, se volcó en el siglo VIII a. C. sobre el territorio de Asiria y sus vecinos, causando disturbios y derramamiento de sangre (ver Herodoto i. 15. 16; por información adicional, ver com. Gén. 10: 2).
Togarma. Togarma fue hijo de Gomer, nieto de Jafet, hermano de Askenaz y de Rifat (Gén. 10: 3; 1 Crón. 1: 6). Con excepción de estas dos referencias, el nombre sólo aparece aquí y en Eze. 27: 14, donde se afirma que los de Togarma comerciaban en caballos y mulas en el mercado de Tiro. Se ha identificado a este pueblo con los tilgarimmu de las inscripciones asirias (ver com. Gén. 10: 3).
7. Prepárate. El profeta parece usar de ironía al animar a Gog a que haga todos sus preparativos bélicos y reúna a todas sus fuerzas a fin de que todos los enemigos de Dios perezcan juntos. Gog mismo ha de ser guarda de todo ese ejército, para dirigir el ataque.
8. Serás visitado. "Recibirás órdenes" (BJ). El hebreo paqad puede traducirse también como "pasar revista" (Isa. 13: 4), o "ser llamado. Al cabo de años. Cf. Gén. 49: 1; Núm. 24: 14; Dan. 10: 14; Miq. 4: 1; ver com. Isa. 2: 2. No hay cómo saber cuán largo sería este período. Quedaban aún por delante muchos años de cautiverio, después de lo cual transcurrirían años hasta que se restableciera el Estado judío y se encontrara en la condición que aquí se describe.
Siempre. Heb. tamid, "continuamente" (ver com. Dan. 8: 11). Los montes de Israel no siempre habían estado desolados, pero durante el cautiverio lo habían estado de continuo. Aún después del retorno del cautiverio, la rehabilitación sería un proceso gradual, y la plena restauración no se produciría hasta después de la destrucción de los enemigos del nuevo Estado.
9. Como tempestad. Cf. Prov. 1: 27; Isa. 21: 1; 28: 2; Eze. 13: 11.
Como nublado. Atribuyendo esta profecía a los acontecimientos de lo que sería ahora un futuro inmediato, algunos han aplicado este simbolismo a las modernas fuerzas aéreas. Esto es mera conjetura. No hay cómo saber si Satanás empleará fuerzas aéreas en su última campaña, después del milenio (Apoc. 20: 9; ver com. Eze. 38:1).
10. Concebirás mal pensamiento. "Concebirás perversos planes" (BJ). En los vers. 4-16 se presenta a Dios como el que hace que Gog ataque la tierra de Israel. Aquí es evidente que Dios lo hace en el sentido de que permite que Gog lleve a cabo los intentos de su impío corazón.
11. Sin muros. Cf. Zac. 2: 4-5. Esta falta de defensa haría que Gog confiara en la victoria.
12. La parte central de la tierra. Heb. "ombligo de la tierra". Esta figura sólo aparece aquí y en Juec. 9: 37, donde se aplica sin duda a un cerro cerca de Siquem, probablemente por causa de su ubicación central respecto al Jordán y al Mediterráneo.
Aquí Palestina aparece como centro de la tierra, quizá en el mismo sentido en que se dice que Jerusalén fue puesta "en medio de las naciones" (Eze. 5:5).
13. Sabá. Aquí el profeta añade tres nombres más a su lista de naciones. No se dice que éstas se unirían con las huestes invasoras, sino que preguntarían por el botín que se tomaría. Quizá tendrían la esperanza de que parte del botín pasara a sus manos. Ver en com. cap. 27: 22 la identificación de Sabá.
Dedán. Ver com. cap. 25: 13. Tarsis. Se cree que habría sido la colonia fenicia de Tartesos en España. Se ha procurado identificar este lugar con países vecinos de Palestina, pero por lo que se dice en la Biblia, queda claro que Tarsis quedaba a alguna distancia, allende el mar. Los minerales que se traían de Tarsis todavía existen en España. Tartesos parece corresponder bien con la descripción bíblica de Tarsis (ver com. Gén. 10: 4). Es posible que los "mercaderes de Tarsis" fueran los fenicios.
16. Cuando sea santificado en ti. En los vers. 14-16 se repite en buena parte lo que ya se había dicho respecto de la apacible seguridad de Israel y de que Dios permitía que la poderosa confederación de Gog subiese contra su pueblo. El carácter de Dios estará plenamente vindicado en la destrucción de Gog. Así también, cuando Satanás y la vasta multitud de los impíos sean destruidos al fin del milenio, la sabiduría, la justicia y la bondad de Dios serán plenamente vindicadas. De labios de todos los seres creados, ya sean leales o rebeldes, se oirán estas palabras: "Justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos" (Apoc. 15: 3; cf. CS 726-729).
17. De quien hablé. No existe ahora ninguna profecía anterior en la cual se mencione por nombre a Gog, ni necesitamos preocuparnos de que tal profecía se haya perdido. Vista en su sentido más amplio, la batalla que aquí se describe no es más que la culminación de la antigua lucha entre los poderes del mal y el pueblo de Dios. Respecto de esto hay frecuentes menciones en profecías anteriores. La primera insinuación de esta lucha proviene del jardín del Edén, en la maldición pronunciada sobre la serpiente. Dios predijo que habría constante guerra entre la simiente de la mujer -la iglesia- y Satanás. El triunfo final sobre el mal fue predicho en la frase, "ésta [la simiente de la mujer] te herirá en la cabeza" (Gén. 3:15). Otras referencias al conflicto y al triunfo final del bien se encuentran en los Salmos y en libros proféticos posteriores (Sal. 2:1-10; Isa. 26:20-21; etc.).
Era de esperar que cualquier éxito de parte del pueblo de Dios debería enfrentarse con la más violenta oposición del gran adversario. Lo que se dice de Gog en este capítulo es un esbozo del tipo de resistencia que habría encontrado en el período postexílico el pueblo regenerado que al fin hubiera cumplido la misión que Dios le había encomendado. Puesto que la profecía era condicional y las condiciones nunca fueron cumplidas, las predicciones no hallaron su cumplimiento en el Israel literal. Tampoco es posible proyectar al futuro todos los detalles a fin de que se cumplan entonces. Sólo aquellos elementos proféticos reiterados más tarde por autores inspirados han de aplicarse en el futuro (ver PP. 38-40; com. vers. 1).
https://piopablohuaman.blogspot.com/2020/10/el-papel-de-israel-en-la-profecia-del.html
18. Subirá mi ira. Se llaman antropomorfismos aquellas figuras que atribuyen a Dios atributos humanos. Dios describe sus actos con frases que resultan conocidas para los hombres. En realidad, Dios está muy por encima del razonamiento humano. "Mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová" (Isa. 55: 8).
19. Gran temblor. Aquí hay un detalle al cual llaman la atención los autores del NT Hablan de terribles convulsiones naturales que precederán a la venida del Hijo del Hombre. Jesús habló del "bramido del mar y de las olas", y de los hombres que desfallecerían por "el temor y la expectación", no tanto por causa de alguna amenaza militar sino porque la naturaleza parecería estar totalmente alterada (Luc. 21: 25-26; CS 693). Juan el revelador presenta una descripción más viva de los grandes cataclismos del mundo natural (Apoc. 16: 18-20). Los hombres siempre han dependido de la naturaleza. Hasta donde se sepa, ni una vez en el largo transcurso de la historia del mundo, salvo en relación con lo que se registra en Jos. 10: 12-13 y 2 Rey. 20: 8-11, ha dejado el sol de hacer su recorrido normal. Toda ley natural siempre ha operado con plena regularidad. Los hombres han confiado en la permanencia de esas leyes, olvidando a Aquel en quien "todas las cosas... subsisten" (Col. 1: 17). En lugar de Dios, han elegido al ídolo de la ciencia que es en verdad "el Dios de este siglo" (2 Cor. 4:4). El "gran temblor" en el mundo natural les hará reconocer la terrible realidad de que el Dios a quien han elegido, el "príncipe de la potestad del aire" (Efe. 2: 2), no tiene poder sobre los elementos. Sin embargo pretendió tener una posición y un poder iguales a los del Hijo de Dios (ver com. Eze. 28: 13) y afirmó que si se le diera la oportunidad de hacerlo, ejercería sobre el mundo un dominio más equitativo que el que ejercía Cristo. Se le ha dado una oportunidad de realizar esa demostración. Ahora, en medio de una tierra tambaleante todos los hombres ven la falsedad y la arrogancia de sus pretensiones y descubren aunque demasiado tarde, que el tiempo de gracia se ha acabado para siempre.
21. La espada de cada cual. Esto también sucederá durante el tiempo de terrible desilusión, cuando las multitudes descubran que sus dirigentes religiosos las han engañado, y con furor se vuelquen sobre ellos. "Las espadas que debían servir para destruir al pueblo de Dios se emplean ahora para matar a sus enemigos. Por todas partes hay luchas y derramamiento de sangre" (CS 714). Tal como se registra en el AT, en numerosas ocasiones Dios liberó a su pueblo, haciendo que sus enemigos combatieran entre sí Juec. 7: 22; 1 Sam. 14: 20; 2 Crón. 20: 22-24).
22. Piedras de granizo. Este acontecimiento corresponde con el granizo de la séptima plaga, cuando caerán piedras de como un talento de peso para aumentar la destrucción ya realizada (Apoc. 16: 21). Es posible que el "fuego" halle su equivalente en los "relámpagos" de Apoc. 16: 18. Esta profecía se aplica al final de la historia del mundo de la siguiente forma: "Fieros relámpagos rasgan el cielo con fragor, envolviendo a la tierra en claridad de llamaradas" (CS 695).
23. Sabrán. Así como Gog había de ser completamente derrotado y los hombres habían de reconocer la superioridad del Dios del cielo, así también, a medida que se acerca el pináculo del gran conflicto, serán completamente desenmascarados los planes del gran engañador, tan cuidadosamente trazados, y quedarán al descubierto la falsedad y la debilidad de las pretensiones de Satanás. Tanto hombres como demonios deberán reconocer que hay Uno que es supremo, y que todos sus actos en el gran conflicto han sido llevados a cabo para lograr el eterno bien de su pueblo y del universo entero (ver CS 729).
Con referencia a este estribillo que aparece con frecuencia en el libro de Ezequiel, ver com. cap. 6:7. Aparece dos veces aquí (cap. 38:16, 23) y cuatro veces en el cap. 39 (vers. 6-7, 22, 28). 4CBA/Ministerio Hno. Pio
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