Ezequiel 26. Se predice la Caída de Tiro. Estas profecías abarcan hasta el capítulo 28.
Vers. (1-6) Profecía contra Tiro por menospreciar a Jerusalén. (7-14) Poder de Nabucodonosor contra Tiro. (15-21) Lamento y espanto del mar por su caída.
1 ACONTECIÓ en el undécimo año, en el día primero del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 2 Hijo de hombre, por cuanto dijo Tiro contra Jerusalén: Ea, bien; quebrantada está la que era puerta de las naciones; a mí se volvió; yo seré llena, y ella desierta; 3 por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo estoy contra ti, oh Tiro, y haré subir contra ti muchas naciones, como el mar hace subir sus olas. 4 Y demolerán los muros de Tiro, y derribarán sus torres; y barreré de ella hasta su polvo, y la dejaré como una peña lisa. 5 Tendedero de redes será en medio del mar, porque yo he hablado, dice Jehová el Señor; y será saqueada por las naciones. 6 Y sus hijas que están en el campo serán muertas a espada; y sabrán que yo soy Jehová.
7 Porque así ha dicho Jehová el Señor: He aquí que del norte traigo yo contra Tiro a Nabucodonosor rey de Babilonia, rey de reyes, con caballos y carros y Jinetes, y tropas y mucho pueblo. 8 Matará a espada a tus hijas que están en el campo, y pondrá contra ti torres de sitio, y levantará contra ti baluarte, y escudo afirmará contra ti. 9 Y pondrá contra ti arietes, contra tus muros, y tus torres destruirá con hachas. 10 Por la multitud de sus caballos te cubrirá el polvo de ellos; con el estruendo de su caballería y de las ruedas y de los carros, temblarán tus muros, cuando entre por tus puertas como por portillos de ciudad destruida. 11 Con los cascos de sus caballos hollará todas tus calles; a tu pueblo matará a filo de espada, y tus fuertes columnas caerán a tierra.
12 Y robarán tus riquezas y saquearán tus mercaderías; arruinarán tus muros, y tus casas preciosas destruirán; y pondrán tus piedras y tu madera y tu polvo en medio de las aguas. 13 Y haré cesar el estrépito de tus canciones, y no se oirá más el son de tus cítaras. 14 Y te pondré como una peña lisa; tendedero de redes serás, y nunca más serás edificada; porque yo Jehová he hablado, dice Jehová el Señor.
15 Así ha dicho Jehová el Señor a Tiro: ¿No se estremecerán las costas al estruendo de tu caída, cuando griten los heridos, cuando se haga la matanza en medio de ti? 16 Entonces todos los príncipes del mar descenderán de sus tronos, y se quitarán sus mantos, y desnudarán sus ropas bordadas; de espanto se vestirán, se sentarán sobre la tierra, y temblarán a cada momento, y estarán atónitos sobre ti. 17 Y levantarán sobre ti endechas, y te dirán: ¿Cómo pereciste tú, poblada por gente de mar, ciudad que era alabada, que era fuerte en el mar, ella y sus habitantes, que infundían terror a todos los que la rodeaban? 18 Ahora se estremecerán las islas en el día de tu caída; sí, las islas que están en el mar se espantarán a causa de tu fin.
19 Porque así ha dicho Jehová el Señor: Yo te convertiré en ciudad asolada, como las ciudades que no se habitan; haré subir sobre ti el abismo, y las muchas aguas te cubrirán. 20 Y te haré descender con los que descienden al sepulcro, con los pueblos de otros siglos, y te pondré en las profundidades de la tierra, como los desiertos antiguos, con los que descienden al sepulcro, para que nunca más seas poblada; y daré gloria en la tierra de los vivientes. 21 Te convertiré en espanto, y dejarás de ser; serás buscada, y nunca más serás hallada, dice Jehová el Señor. (Ezequiel 26).
1. En el undécimo año. Este año del cautiverio de Joaquín (ver com. cap. 1: 2; p. 602) fue el año 587/586 a. C. cuando cayó la ciudad de Jerusalén, si es que coincide con los años del reinado de Sedequías (2 Rey. 25: 2-4, 8-9). No se indica el mes. Algunos piensan que la profecía fue dada después de la caída de la ciudad (cf. Eze. 26: 2), y esto podría ser así si Ezequiel hubiera empleado un calendario cuyo año hubiera comenzado en otoño. Sin embargo, la referencia a la toma de la ciudad posiblemente fuera una anticipación.
Las profecías contra Amón, Moab, Edom y los filisteos fueron relativamente cortas. La que se presenta contra Tiro ocupa tres capítulos (cap. 26-28), mientras que la profecía contra Egipto, la nación extranjera más importante que fue objeto de los reproches de Ezequiel, abarca cuatro capítulos.
2. Tiro. Tiro era una poderosa ciudad comercial compuesta de la antigua Tiro, situada en la costa, y la nueva Tiro, construida en una isla rocosa de unas 57 hectáreas de superficie, a menos de 1 kilómetro de la costa. La nueva Tiro tenía dos puertos, uno hacia el norte, el otro hacia el sur. Desde allí los tirios enviaban sus flotas mercantes hasta el África Occidental, en el Atlántico, y quizá hasta la Gran Bretaña actual. Los tirios fundaron colonias en España y en el norte de África, algunas de las cuales llegaron a ser muy conocidas, como Cartago, Gades (hoy Cádiz), y Abdera. También eran famosos los artífices de Tiro. Sus productos manufacturados: artículos de cobre, textiles (sobre todo los teñidos de púrpura), artículos de vidrio, y alfarería, eran famosos en todo el mundo antiguo.
Los fenicios hablaban una lengua semítica. La religión tenía un papel importante en su vida. Su principal Dios era Melkart, algunas veces llamado Baal Melkart, Dios patrono de Tiro. Evidentemente, éste fue el Baal que se adoró en Israel por influencia de Jezabel. También se adoraba a Astarté y a otras divinidades con orgías de suma corrupción (t. 11, PP. 41-43).
Con referencia a la historia de la antigua Fenicia, ver com. Gén. 10: 6, 15, 17-18; t. 11, PP. 69-71.
Ea, bien. Ver com. cap. 25: 3. La alegría de Tiro por la caída de Jerusalén parece haber sido puramente egoísta. En tiempos de Salomón, Jerusalén había sido un gran centro comercial por el cual pasaban las mercancías de Arabia y aun de la India. Sin duda Jerusalén se había enriquecido por el comercio con los fenicios. Aun después de haber declinado el poderío de Jerusalén, debido a la importancia de su ubicación seguramente había sido el centro de muchas transacciones comerciales que Tiro se habría alegrado de monopolizar.
3. Muchas naciones. Es probable que aquí se haga alusión a Nabucodonosor y a "todos los reinos de la tierra bajo el señorío de su mano", es decir, sus aliados (cf. Jer. 34: 1). También es posible que el profeta hubiera estado pensando en lo que ocurriría en el futuro. Después que Nabucodonosor destruyó la ciudad que estaba en la costa, diversas conquistas sucesivas redujeron aún más a la orgullosa ciudad. Tiro pasó a formar parte del imperio persa, aunque mantuvo una condición de independencia parcial. Más tarde fue dominada por los macedonios, y luego por los romanos.
4. Barreré de ella hasta su polvo. Una figura de destrucción completa. Posteriormente, cuando Alejandro asedió la nueva Tiro, construyó un terraplén desde la costa hasta la isla, empleando para ello las piedras y los escombros de la antigua Tiro.
5. Tendedero de redes. Los pescadores todavía emplean el sitio de la antigua ciudad de Tiro para tender a secar sus redes.
6. Hijas. Es probable que con esta figura se representen las ciudades aliadas de Tiro que compartieron su suerte.
Del norte. De allí vendría la invasión (ver com. Jer. 1:14).
7. Rey de reyes. Daniel aplica a Nabucodonosor el mismo título (Dan. 2: 37). Los reyes persas también lo adoptaron (Esd. 7: 12) como puede verse en las inscripciones.
Con caballos. Las diversas divisiones del ejército mencionado, son fuerzas terrestres. No existe ningún registro de que se haya empleado una fuerza naval que bien podría haber facilitado la captura de la ciudad insular. El asedio duró 13 años. Nabucodonosor destruyó por completo la ciudad de la costa, pero no pudo tomar la isla de Tiro. Finalmente se llegó a un acuerdo por medio del cual Tiro aceptó someterse a Babilonia.
8. Torres de sitio. En los vers. 8-12 se describen los métodos comunes de atacar una ciudad continental.
11. Columnas. Heb. matstsebah, "pilar". Es posible que sea una referencia a las dos famosas columnas descritas por Herodoto (ii. 44), la una de oro, y la otra de esmeralda; ambas estaban en el templo de Melkart, el Baal de Tiro.
12. En medio de las aguas. No hay ningún registro de que Nabucodonosor intentara construir un terraplén desde la costa hasta la isla; pero Alejandro lo hizo y logró tomar la ciudad. Aun así, debió emplear su flota para dominarla en el año 332 a. C. (Diodoro de Sicilia, xvii. 40-46)
13. Tus canciones. Quienes lean con cuidado el libro del Apocalipsis notarán el gran parecido de gran parte de su simbolismo y el lenguaje de ciertos pasajes de los libros de Jeremías, Ezequiel y Daniel. Es evidente que Juan, guiado por la Inspiración, empleó profusamente las imágenes y figuras de los profetas de antaño, a fin de describir las grandes escenas con que culminará la historia de este mundo, con palabras que resultarían familiares y significativas para el que ha estudiado cuidadosamente el AT. De este modo puede decirse que las desolaciones de la Babilonia literal y de Tiro, le proporcionaron a Juan una descripción gráfica de la desolación de la Babilonia simbólica (ver también com. Isa. 13; 14; 23: 1; 47: 1; Jer. 25: 12; 50: 1). Los símbolos y el lenguaje del libro de Apocalipsis serán mejor comprendidos si se los estudia a la luz de lo que escribieron los profetas de antaño acerca de los sucesos que transcurrieron en sus tiempos (ver com. Deut. 18: 15). Diversos aspectos del castigo de la ciudad de Tiro, tales como se los presenta en Eze. 26 a 28, tienen valor para el estudio del castigo de la Babilonia simbólica que se presenta en Apoc. 17 y 18. Nótense especialmente los siguientes puntos:
Ezequiel 26 a 28.
1. "Haré cesar el estrépito de tus canciones, y no se oirá más el son de tus cítaras" (26: 13).
2. "Los príncipes del mar" (26: 16). "Poblada por gente de mar" (26: 17). "Todos los que toman remo; remeros y todos los pilotos del mar" (27: 29).
3. "Levantarán sobre ti endechas" (26: 17). "Harán oír su voz sobre ti, y gritarán amargamente" (27: 30)
"Endecharán por ti endechas amargas, con amargura del alma. Y levantarán sobre ti endechas en sus lamentaciones, y endecharán sobre ti" (27: 31-32).
"Los mercaderes en los pueblos silbarán contra ti" (27: 36).
4. "Cómo pereciste tú" (26: 17).
5. "Ciudad que era alabada" (26:17).
6. "Haré subir sobre ti el abismo, y las muchas aguas te cubrirán" (26: 19). "Seas quebrantada por los mares en lo profundo de las aguas" (27: 34; cf. vers. 26- 27).
7. "Dejarás de ser; serás buscada, y nunca más serás hallada" (26: 21: cf. 27: 36).
8. "Trafica con los pueblos de muchas costas" (27:3). "Los mercaderes en los pueblos" (27:36).
9. "Tus mercancías" (27: 27).
10. "Echarán polvo sobre sus cabezas y se revolcarán en ceniza" (27:30).
11."¿Quién como Tiro?" (27:32).
12."A los reyes de la tierra enriqueciste" (27:33). "Sus reyes temblaran de espanto" (27:35).
13."A causa de tus riquezas se ha enaltecido tu corazón" (28:5).
14."Yo traigo sobre ti extranjeros, los fuertes de las naciones" (28:7).
15."La quemarán con fuego" (17: 16). "Será quemada con fuego" (18: 8). "El humo de su incendio" (18: 9).
Apocalipsis 17 y 18.
1. "Y voz de arpistas, de músicos, de flautistas y de trompeteros no se oirá más en ti"" (18:22).
2. "Todo piloto, y todos los que viajan en naves, y marineros, y todos los que trabajan en el mar" (18: 17). "Todos los que tenían naves en el mar" (18: 19).
"Tus mercaderes eran los grandes de la tierra" (18: 23).
3. "Los mercaderes de la tierra lloran y hacen lamentación sobre ella" (18: 11).
"Los reyes de la tierra... llorarán y harán lamentación sobre ella" (18: 9; cf. vs. 10, 15-19).
4. "En una hora ha sido desolada" (18: 19; cf. vers. 10.)
5. "La gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra" (17:18).
6. "Una gran piedra de molino... la arrojó... Con el mismo ímpetu será derribada Babilonia" (18: 21).
7. "Nunca más será hallada" (18: 21).
8. "Los mercaderes ... se han enriquecido a costa de ella" (18: 15). "Tus mercaderes eran los grandes de la tierra" (18: 23).
9."Mercadería" (18: 12).
10."Echaron polvo sobre sus cabezas" (18: 19).
11."¿Qué ciudad era semejante a esta gran ciudad?" (18: 18; cf. vers. 10: 19).
12."Los reyes de la tierra" (18: 9). "Los mercaderes... se han enriquecido a costa de ella" (18: 15).
13."Ella se ha glorificado y ha vivido en deleites" (18: 7). "Tantas riquezas" (18:17; cf. vers. 14-15, 19).
14."Los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón" (16: 16). "Con justicia juzga y pelea" (19: 11; cf. 17: 14; 19: 15,19).
15."Yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra" (28: 18).
14. Nunca más serás edificada. Algunos han pensado que esta predicción no se ha cumplido totalmente, puesto que hoy hay una comunidad de unos 14.000 habitantes que viven en la península actual, formada por lo que era la isla, más el terraplén. Otros creen que la profecía sólo se aplicó a la ciudad ubicada en la costa. Señalan como evidencia del cumplimiento de la profecía, la desolación que allí existe, tan grande que ni siquiera puede saberse a ciencia cierta dónde estuvo la antigua ciudad. Por otra parte, es necesario comprender que aunque hubiera una ciudad en el sitio de la antigua ciudad en la costa, aun así la profecía de Ezequiel se ha cumplido. La profecía de Ezequiel fue pronunciada contra Tiro tal cual era en tiempos del profeta: una ciudad culta y esplendoroso. La civilización y la ciudad de donde ella emanaba habían de ser destruidas. Cualquier edificio moderno que pudiera estar en ese sitio no sería una renovación de la antigua cultura, por lo cual no sería una invalidación de la profecía.
Además, la expresión "nunca más" (Heb. lo'...'od) no es absoluta, ni se trata de un tiempo indefinidamente largo, sino que su duración debe siempre relacionarse con el contexto. Fue así como José lloró sobre el cuello de su padre 'od, palabra que se traduce de manera apropiada como "largamente" (Gén. 46: 29). Aunque la idea de perpetuidad o período indefinidamente largo no se encuentra en la palabra 'od, puede inferirse de otras referencias a la ruina de Tiro (ver com. vers. 21). Ver también com. Isa. 13: 20.
16. Príncipes del mar. Es decir, los mercaderes que habían obtenido riquezas y poder mediante el comercio, no necesariamente miembros de familias reinantes (cf. Isa. 23: 8). Se describe su sorpresa y su angustia con la figura del luto oriental.
17. Poblada por gente del mar. Heb., "poblada del mar". La LXX dice: "Cómo pereciste tú del mar".
18. Se espantarán. Sin duda, debido a que el comercio de Tiro había contribuido a su prosperidad.
19. Haré subir sobre ti el abismo. En los vers. 19-21 se representa a Tiro como si descendiera al abismo. Allí simbólicamente están todos los que han pasado por esta vida. En forma poética, como ocurre en Isa. 14, se representa a los que allí están como si se levantaran para recibir al recién llegado (ver com. Isa. 14: 9-10).
Por supuesto, todo esto se dice en lenguaje figurado. Ezequiel emplea la misma figura al referirse a Egipto (Eze. 32:18-32).
20. Para que nunca más. La LXX traduce: "para que no habites ni te levantes sobre la tierra". Esta traducción representa una ligera modificación del texto masorético, que bien podría hacerse sin mayor dificultad. La idea es más lógica. El hebreo podría entenderse en el sentido de que cuando la arrogante ciudad de Tiro, que ahora se regocijaba por la calamidad de Jerusalén, estuviera entre los muertos, Dios establecería a su pueblo.
21. Dejarás de ser. Heb., "nada de ti". Nunca más serás hallada. Aquí la palabra hebrea 'od (ver com. vers. 14) está unida a las palabras le'olam, literalmente, "por un siglo" o "época". La duración de un 'olam debe determinarse por su contexto (ver com. Exo. 21: 6). La combinación de las palabras 'od y 'olam parece hacer resaltar la duración. De ahí que podría entenderse que la profecía de Ezequiel afirma que la antigua cultura y la civilización de Tiro desaparecerían y nunca más volverían a ser. Nunca más volvería a la vida el antiguo imperio. (4CBA) Ministerio Hno. Pio
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