Ezequiel 23. La Historia De La Apostasía De Las Dos Hermanas En Una Parábola. Vers. (1-21) Las prostituciones de Ahola y Aholiba. (22-35) Aholiba será destruida por sus amantes. (36-44) El profeta reprueba los adulterios de ambas, (45-49) y señala sus juicios.
1 VINO a mí palabra de Jehová, diciendo: 2 Hijo de hombre, hubo dos mujeres, hijas de una madre, 3 las cuales fornicaron en Egipto; en su juventud fornicaron. Allí fueron apretados sus pechos, allí fueron estrujados sus pechos virginales. 4 Y se llamaban, la mayor, Ahola, y su hermana, Aholiba; las cuales llegaron a ser mías, y dieron a luz hijos e hijas. Y se llamaron: Samaria, Ahola; y Jerusalén, Aholiba. 5 Y Ahola cometió fornicación aun estando en mi poder; y se enamoró de sus amantes los asirios, vecinos suyos, 6 vestidos de púrpura, gobernadores y capitanes, jóvenes codiciabas todos ellos, jinetes que iban a caballo.
7 Y se prostituyó con ellos, con todos los más escogidos de los hijos de los asirios, y con todos aquellos de quienes se enamoró; se contaminó con todos los ídolos de ellos. 8 Y no dejó sus fornicaciones de Egipto; porque con ella se echaron en su juventud, y ellos comprimieron sus pechos virginales, y derramaron sobre ella su fornicación. 9 Por lo cual la entregué en mano de sus amantes, en mano de los hijos de los asirios, de quienes se había enamorado. 10 Ellos descubrieron su desnudez, tomaron sus hijos y sus hijas, y a ella mataron a espada; y vino a ser famosa entre las mujeres, pues en ella hicieron escarmiento. 11 Y lo vio su hermana Aholiba, y enloqueció de lujuria más que ella; y sus fornicaciones fueron más que las fornicaciones de su hermana. 12 Se enamoró de los hijos de los asirios sus vecinos, gobernadores y capitanes, vestidos de ropas y armas excelentes, jinetes que iban a caballo, todos ellos jóvenes codiciables.
13 Y vi que se había contaminado; un mismo camino era el de ambas. 14 Y aumentó sus fornicaciones; pues cuando vio a hombres pintados en la pared, imágenes de caldeos pintadas de color, 15 ceñidos por sus lomos con talabartes, y tiaras de colores en sus cabezas, teniendo todos ellos apariencia de capitanes, a la manera de los hombres de Babilonia, de Caldea, tierra de su nacimiento, 16 se enamoró de ellos a primera vista, y les envió mensajeros a la tierra de los caldeos. 17 Así, pues, se llegaron a ella los hombres de Babilonia en su lecho de amores, y la contaminaron, y ella también se contaminó con ellos, y su alma se hastió de ellos.
18 Así hizo patentes sus fornicaciones y descubrió sus desnudeces, por lo cual mi alma se hastió de ella, como se había ya hastiado mi alma de su hermana. 19 Aun multiplicó sus fornicaciones, trayendo en memoria los días de su juventud, en los cuales había fornicado en la tierra de Egipto. 20 Y se enamoró de sus rufianes, cuya lujuria es como el ardor carnal de los asnos, y cuyo flujo como flujo de caballos. 21 Así trajiste de nuevo a la memoria la lujuria de tu juventud, cuando los egipcios comprimieron tus pechos, los pechos de tu juventud.
22 Por tanto, Aholiba, así ha dicho Jehová el Señor: He aquí que yo suscitaré contra ti a tus amantes, de los cuales se hastió tu alma, y les haré venir contra ti en derredor; 23 los de Babilonia, y todos los caldeos, los de Pecod, Soa y Coa, y todos los de Asiria con ellos; jóvenes codiciables, gobernadores y capitanes, nobles y varones de renombre, que montan a caballo todos ellos. 24 Y vendrán contra ti carros, carretas y ruedas, y multitud de pueblos. Escudos, paveses y yelmos pondrán contra ti en derredor; y yo pondré delante de ellos el juicio, y por sus leyes te juzgarán. 25 Y pondré mi celo contra ti, y procederán contigo con furor; te quitarán tu nariz y tus orejas, y lo que te quedare caerá a espada. Ellos tomarán a tus hijos y a tus hijas, y tu remanente será consumido por el fuego. 26 Y te despojarán de tus vestidos, y te arrebatarán todos los adornos de tu hermosura. 27 Y haré cesar de ti tu lujuria, y tu fornicación de la tierra de Egipto; y no levantarás ya más a ellos tus ojos, ni nunca más te acordarás de Egipto.
28 Porque así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo te entrego en mano de aquellos que aborreciste, en mano de aquellos de los cuales se hastió tu alma; 29 los cuales procederán contigo con odio, y tomarán todo el fruto de tu labor, y te dejarán desnuda y descubierta; y se descubrirá la inmundicia de tus fornicaciones, y tu lujuria y tu prostitución. 30 Estas cosas se harán contigo porque fornicaste en pos de las naciones, con las cuales te contaminaste en sus ídolos. 31 En el camino de tu hermana anduviste; yo, pues, pondré su cáliz en tu mano. 32 Así ha dicho Jehová el Señor: Beberás el hondo y ancho cáliz de tu hermana, que es de gran capacidad; de ti se mofarán las naciones, y te escarnecerán. 33 Serás llena de embriaguez y de dolor por el cáliz de soledad y de desolación, por el cáliz de tu hermana Samaria. 34 Lo beberás, pues, y lo agotarás, y quebrarás sus tiestos; y rasgarás tus pechos, porque yo he hablado, dice Jehová el Señor. 35Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto te has olvidado de mí, y me has echado tras tus espaldas, por eso, lleva tú también tu lujuria y tus fornicaciones.
36 Y me dijo Jehová: Hijo de hombre, ¿no juzgarás tú a Ahola y a Aholiba, y les denunciarás sus abominaciones? 37 Porque han adulterado, y hay sangre en sus manos, y han fornicado con sus ídolos; y aun a sus hijos que habían dado a luz para mí, hicieron pasar por el fuego, quemándolos. 38 Aun esto más me hicieron: contaminaron mi santuario en aquel día, y profanaron mis días de reposo.*
39 Pues habiendo sacrificado sus hijos a sus ídolos, entraban en mi santuario el mismo día para contaminarlo; y he aquí, así hicieron en medio de mi casa. 40 Además, enviaron por hombres que viniesen de lejos, a los cuales había sido enviado mensajero, y he aquí vinieron; y por amor de ellos te lavaste, y pintaste tus ojos, y te ataviaste con adornos; 41 y te sentaste sobre suntuoso estrado, y fue preparada mesa delante de él, y sobre ella pusiste mi incienso y mi aceite. 42 Y se oyó en ella voz de compañía que se solazaba con ella; y con los varones de la gente común fueron traídos los sabeos del desierto, y pusieron pulseras en sus manos, y bellas coronas sobre sus cabezas. 43 Y dije respecto de la envejecida en adulterios: ¿Todavía cometerán fornicaciones con ella, y ella con ellos? 44 Porque han venido a ella como quien viene a mujer ramera; así vinieron a Ahola y a Aholiba, mujeres depravadas.
45 Por tanto, hombres justos las juzgarán por la ley de las adúlteras, y por la ley de las que derraman sangre; porque son adúlteras, y sangre hay en sus manos. 46 Por lo que así ha dicho Jehová el Señor: Yo haré subir contra ellas tropas, las entregaré a turbación y a rapiña, 47 y las turbas las apedrearán, y las atravesarán con sus espadas; matarán a sus hijos y a sus hijas, y sus casas consumirán con fuego. 48 Y haré cesar la lujuria de la tierra, y escarmentarán todas las mujeres, y no harán según vuestras perversidades. 49 Y sobre vosotras pondrán vuestras perversidades, y pagaréis los pecados de vuestra idolatría; y sabréis que yo soy Jehová el Señor. (Ezequiel 23).
1. Palabra de Jehová. En el cap. 23 se presenta una extensa alegoría, cuyo principal propósito es el de mostrar la pecaminosidad de Judá. Esta alegoría tiene algún parecido con la del cap. 16, aunque también tiene ciertas diferencias. Su tema central es el de las alianzas políticas con naciones extranjeras.
2. Una madre. Las dos ciudades, Jerusalén y Samaria, tenían una misma madre: el pueblo hebreo. Tenían antepasados comunes.
3. En su juventud. Para los fines que se persiguen en esta parábola, se representa a las hijas como si hubieran existido la una independientemente de la otra aun durante el período de la permanencia en Egipto. En su "juventud" se habían apartado de Dios. En ese tiempo no se consideraba que la nación de Israel hubiera estado "desposada" aún. El matrimonio con Jehová acaeció cuando se concertó el pacto en el Sinaí (Exo. 19).
4. Ahola. Heb. 'Oholah, nombre propio que con ligera modificación de su ortografía podría interpretarse como "tienda de ella". Esto llamaría la atención al hecho de que Samaria había instituido su propio culto, en vez de permitir que la gente fuera al templo de Jerusalén (1 Rey. 12: 26-33).
Aholibah. Heb. 'Oholibah, nombre propio que, con ligera modificación de vocales, podría interpretarse como "mi tienda [está] en ella". Esto llamaría la atención al hecho de que el santuario de Jehová estaba en Judá.
Llegaron a ser mías. Las dos profesaban lealtad al Dios verdadero.
5. Los asirios. En Ose. 7:11-12 se habla de Samaria que busca alianzas con poderes extranjeros.
6. Jinetes que iban a caballo. Los asirios eran famosos por su caballería.
8. Fornicaciones de Egipto. Probablemente se alude aquí a un acontecimiento que precipitó la caída de Samaria (2 Rey. 17: 4; cf. Ose. 7: 11).
9. La entregué. Cf. 2 Rey. 17: 5-6. La historia de Samaria se relata en forma breve porque esa nación ya no existía. Sin embargo, sirve de base para una comparación con Jerusalén, cuya necedad se describe con mayores detalles.
11. Más que ella. Además de haberse aliado con Asiria y con Egipto, Judá procuró la ayuda de Babilonia (vers. 16).
12. Los asirios. De este enamoramiento son pruebas el proceder de Acaz para con Tigiat-pileser, cuando quiso conseguir ayuda de ese rey para luchar contra los sirios y los israelitas (2 Rey. 16: 7-9), y el intento de Ezequías de comprar la ayuda de Senaquerib, mientras que al mismo tiempo también confiaba en el socorro de Egipto (2 Rey. 18: 14, 21).
13. Un mismo camino. Las dos hermanas habían seguido el mismo proceder.
14. Hombres pintados en la pared. Tales pinturas, hechas en hermosos colores, eran comunes entre los asirios. Los babilonios también decoraban las murallas con figuras a colores.
16. Los envió mensajeros. Quizá Manasés, durante su cautiverio en Babilonia (2 Crón. 33:11) había visto en esa ciudad un posible rival de Asiria. El envío de embajadores de parte de Merodac-baladán a Ezequías (Isa. 39) sugiere que Babilonia buscaba en Judá apoyo contra Asiria (ver com. 2 Rey. 20: 12). No se sabe en qué ocasión precisa Judá envió los mensajeros a los cuales aquí se hace referencia.
17. Su alma se hastió de ellos. Judá se hastió de su alianza con Babilonia y buscó la ayuda de Egipto. En los vers. 17-19 se describe esta política vacilante (2 Rey. cap. 24; 25).
18. Mi alma se hastió de ella. El Señor se cansó de la conducta de Judá y se apartó de ella con repulsión.
20. Rufíanes. Heb. pilégesh, "concubina" (Gén. 22: 24; 2 Sam. 3: 7). Aquí se refiere a los príncipes egipcios, cuyos favores Judá procuraba. Asnos. Se usa la figura de asnos y caballos para mostrar la intensidad de la pasión (cf. Jer. 2:24; 5:8; Ose. 8:9).
23. Pecod. Nombre de una tribu aramea que vivía al este del Tigris, cerca de la desembocadura de ese río (Jer. 50: 21). Soa y Coa. Se cree que eran los Sutu y los Qutu, tribus que vivían al este del Tigris.
24. Carros. Heb. hótsen, cuyo significado se 689 desconoce. La LXX dice "desde el norte", lo cual es muy lógico. Ruedas. Cf. cap. 26: 10.
25. Te quitarán tu nariz. Tanto los asir como los babilonios mutilaban a los presos Según Diodoro de Sicilia (i. 78), los egipcios castigaban a una esposa adúltera cortándole la nariz.
28. Aquellos que aborreciste. Cf. vers. 17 En los vers. 28-31 se describe el castigo de Jerusalén mediante la figura del castigo de una ramera.
32. Beberás. De la copa de ira. (cf. Isa 51: 17; Jer. 25: 15).
34. Quebrarás sus tiestos. Los exégetas de la Biblia hebrea señalan que hay muchas variantes propuestas para esta frase. Una posible traducción sería: "roerás la alfarería ella". La LXX dice: "Y tú la beberás. Y fiestas y los novilunios de ella yo desecha Por cuanto yo he hablado, dice el Señor". Sin duda el hebreo habla de la desesperación que sentirían los judíos en el día de su castigo.
36. ¿No juzgarás tú? Cf. cap. 20: 4; 22: Aquí comienza una nueva sección. El profeta resume los pecados de Ahola y de Aholiba pero desde un punto de vista diferente d que emplea en la descripción de los vers. 22 Nombra aquí tres elementos conspicuos (1) El culto de Moloc (vers. 37), (2) la profanación del templo (vers. 38), y (3) la violación del sábado (vers. 38).
39. El mismo día. Tan audaces eran los judíos en su idolatría que el mismo día en que ofrecían sus hijos en sacrificio a Moloc en valle de Hinom, iban con toda hipocresía presentarse como adoradores en el templo de Jehová (cf. Jer. 7: 9-10).
40. Enviaron por hombres. El tiempo de verbo hebreo sugiere que lo hicieron en repetidas ocasiones. Correspondería emplea la forma verbal "enviaban".
Pintaste tus ojos. Los antiguos usaban antimonio en polvo, de color negro, con lo que sombreaban el contorno de los ojos a fin que su parte blanca resultara más bella y seductora (ver com. 2 Rey. 9: 30).
*Recuerda que muchas costumbres que aprendió Israel en Egipto, nunca olvidó por completo por generaciones. Además, era común entre las cananeas pintarse los ojos. Y Jezabel la practicaba como símbolo de una religión apóstata. (2 Rey. 9:30; 1Rey.16:31). Y las hijas de Sion, la practicaban imitando las costumbres del mundo cananeo, como tal en una vida de apostasía. Isa. 3:16-26; Levítico 20:23; Deut. 18:9.
Cabe preguntar: ¿Deberían las cristianas hoy, hacerlo también? Claro que no. Pero eres libre para hacerlo. Pero recuerda: si lo haces, estarás diciendo con tus hechos, que Dios, no terminó su obra en ti.
Cuando Jacob llegó a los límites de Canaán con toda su familia. Les pidió que se despojaran de sus ídolos. Gen. 35:2. “Puesto que las directivas dadas por Jacob a los miembros de su familia se parecen tan de cerca a las que después fueron dadas en el Sinaí (Exo. 19:10), parece que Jacob actuó o por instrucciones específicas de Dios o siguiendo un proceder que había aprendido de su padre. La limpieza externa del cuerpo y el cambio de vestimentas simbolizaban la purificación moral y espiritual de la mente y el corazón (Isa. 64: 6; 61: 10). No se debe entrar en el servicio del Señor sin la debida preparación” (Luc. 14: 28). 1CBA
Cuando Dios hizo a Eva. Habrá faltado terminar su obra. ¿O fue una obra terminada? Claro. porque todo lo que Dios hizo, fue perfecto en gran manera. Gen. 1:31.
41. Suntuoso estrado."Espléndido diván" (BJ), en el cual se reclinaban los convida para participar de una fiesta (ver com. Cant. 3: 7; Mar. 2: 15).
42. Sabeos. Heb. sawba'im, cuyo qeré* es saba'im. Se desconoce el sentido de la palabra sawba'im. La palabra saba'im se traduce como "borrachos". Pareciera que el profeta subraya la progresiva degradación de la ciudad corrupta. A hombres vulgares, borrachos, procedentes del desierto, se les permite participar de sus abrazos. La LXX y la Vulgata omiten por completo la palabra; así también la BJ: "Hombres traídos del desierto".
43. ¿Todavía cometerán? El hebreo de este versículo es oscuro. Por eso dice la BJ en nota de pie de página: "Traducción dudosa de un texto probablemente corrompido". (Entiéndese por "texto corrompido" uno que ha sido modificado con el intento de hacerlo menos difícil de entender.) La LXX dice: "¿Con estos no cometen adulterio? Y obras de ramera también ésta cometió adulterio". La tradición de la RVR es tan lógica como cualquier otra.
45. Hombres justos. Es posible que por, contraste se designe así a los babilonios, lo cual es un duro reproche para las impías hermanas. Por otra parte, ésta puede ser una expresión general, empleada para representar aquellos hombres a quienes se les ha confiado el juicio justo.
47. Las apedrearán. Aquí se entremezcla la figura y la realidad. El apedreamiento en el castigo legal del adulterio (Lev. 20: 21; Deut. 22: 22, 24), pero la destrucción final Jerusalén sería por medio de la espada.
48. Todas las mujeres. Es decir, todas las naciones, para quienes el ejemplo de Israel serviría como advertencia. (4CBA) Ministerio Hno. Pio
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