martes, 12 de enero de 2021

507. PROFECÍAS DE CASTIGO PARA ISRAEL (SECCIÓN III. 7.º año, 5.º mes, 10.º día/Año 591/590).). VARIAS DESCRIPCIONES DE CASTIGOS AMENAZANTES: Espadas… y adivinación del rey de Babilonia… (EZEQUIEL 21).

Ezequiel 21. Es la profecía de matanza contra Jerusalén y Amón. Vers. (1-7) Ezequiel profetiza contra Jerusalén con la señal de su gemido por la espada contra Jerusalén. (8-17) La espada brillante y afilada para la matanza. (18-27) Por medio de la adivinación, el rey de Babilonia decide atacar primero Jerusalén. (28-32) La profecía de matanza contra los amonitas.

1 VINO a mí palabra de Jehová, diciendo: 2 Hijo de hombre, pon tu rostro contra Jerusalén, y derrama palabra sobre los santuarios, y profetiza contra la tierra de Israel. 3 Dirás a la tierra de Israel: Así ha dicho Jehová: He aquí que yo estoy contra ti, y sacaré mi espada de su vaina, y cortaré de ti al justo y al impío. 4 Y por cuanto he de cortar de ti al justo y al impío, por tanto, mi espada saldrá de su vaina contra toda carne, desde el sur hasta el norte. 5 Y sabrá toda carne que yo Jehová saqué mi espada de su vaina; no la envainaré más. 6 Y tú, hijo de hombre, gime con quebrantamiento de tus lomos y con amargura; gime delante de los ojos de ellos. 7 Y cuando te dijeren: ¿Por qué gimes tú? dirás: Por una noticia que cuando llegue hará que desfallezca todo corazón, y toda mano se debilitará, y se angustiará todo espíritu, y toda rodilla será débil como el agua; he aquí que viene, y se hará, dice Jehová el Señor.

8 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 9 Hijo de hombre, profetiza, y di: Así ha dicho Jehová el Señor: Di: La espada, la espada está afilada, y también pulida. 10 Para degollar víctimas está afilada, pulida está para que relumbre. ¿Hemos de alegrarnos?  Al cetro de mi hijo ha despreciado como a un palo cualquiera. 11 Y la dio a pulir para tenerla a mano; la espada está afilada, y está pulida para entregarla en mano del matador. 12 Clama y lamenta, oh hijo de hombre; porque ésta será sobre mi pueblo, será ella sobre todos los príncipes de Israel; caerán ellos a espada juntamente con mi pueblo; hiere, pues, tu muslo; 13 porque está probado. ¿Y qué, si la espada desprecia aun al cetro?  El no será más, dice Jehová el Señor.

14 Tú, pues, hijo de hombre, profetiza, y bate una mano contra otra, y duplíquese y triplíquese el furor de la espada homicida; esta es la espada de la gran matanza que los traspasará, 15 que el corazón desmaye, y los estragos se multipliquen; en todas las puertas de ellos he puesto espanto de espada. ¡Ah! dispuesta está para que relumbre, y preparada para degollar. 16 Corta la derecha, hiere a la izquierda, adonde quiera que te vuelvas. 17 Y yo también batiré mi mano contra mi mano, y haré reposar mi ira. Yo Jehová he hablado

18 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 19 Tú, hijo de hombre, traza dos caminos por donde venga la espada del rey de Babilonia; de una misma tierra salgan ambos; y pon una señal al comienzo de cada camino, que indique la ciudad adonde va. 20 El camino señalarás por donde venga la espada a Rabá de los hijos de Amón, y a Judá contra Jerusalén, la ciudad fortificada. 

21 Porque el rey de Babilonia se ha detenido en una encrucijada, al principio de los dos caminos, para usar de adivinación; ha sacudido las saetas, consultó a sus ídolos, miró el hígado. 22 La adivinación señaló a su mano derecha, sobre Jerusalén, para dar la orden de ataque, para dar comienzo a la matanza, para levantar la voz en grito de guerra, para poner arietes contra las puertas, para levantar vallados, y edificar torres de sitio. 23 Más para ellos esto será como adivinación mentirosa, ya que les ha hecho solemnes juramentos; pero él trae a la memoria la maldad de ellos, para apresarlos.

24 Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto habéis hecho traer a la memoria vuestras maldades, manifestando vuestras traiciones, y descubriendo vuestros pecados en todas vuestras obras; por cuanto habéis venido en memoria, seréis entregados en su mano. 25 Y tú, profano e impío príncipe de Israel, cuyo día ha llegado ya, el tiempo de la consumación de la maldad, 26 así ha dicho Jehová el Señor: Depón la tiara, quita la corona; esto no será más así; sea exaltado lo bajo, y humillado lo alto. 27 A ruina, a ruina, a ruina lo reduciré, y esto no será más, hasta que venga aquel cuyo es el derecho, y yo se lo entregaré.

28 Y tú, hijo de hombre, profetiza, y di: Así ha dicho Jehová el Señor acerca de los hijos de Amón, y de su oprobio.  Dirás, pues: La espada, la espada está desenvainada para degollar; para consumir está pulida con resplandor. 29 Te profetizan vanidad, te adivinan mentira, para que la emplees sobre los cuellos de los malos sentenciados a muerte, cuyo día vino en el tiempo de la consumación de la maldad. 30 ¿La volveré a su vaina?  En el lugar donde te criaste, en la tierra donde has vivido, te juzgaré, 31 y derramaré sobre ti mi ira; el fuego de mi enojo haré encender sobre ti, y te entregaré en mano de hombres temerarios, artífices de destrucción. 32 Serás pasto del fuego, se empapará la tierra de tu sangre; no habrá más memoria de ti, porque yo Jehová he hablado. (Ezequiel 21).

1. Palabra de Jehová. En los vers. 1-7 se reproduce en lenguaje claro la enigmática parábola ya presentada (cap. 20: 45- 49).

2. Contra Jerusalén. En vez de la triple mención del sur (cap. 20: 46), se emplean las palabras "Jerusalén', "santuarios' y "tierra de Israel'.

3. Mi espada. Se muestra aquí que el "fuego" de la enigmática parábola (cap. 20:47) es la espada del invasor.

4. Al justo. Ver com. cap. 20: 47. En ocasiones de castigos nacionales, los inocentes muchas veces sufren los mismos castigos temporales de los culpables.

5. No la envainaré más. Hasta que la misión no se hubiera cumplido. Entonces la espada debía volver a su vaina. Esta frase debe entenderse en un sentido limitado, semejante al del fuego que no sería apagado (cap. 20: 48; ver allí el comentario). 

Se interpretan a veces algunas expresiones similares como si indicaran que el castigo no tendrá fin. En cada caso, la duración deberá ser determinada por el contexto (ver com. cap. 30: 13).

6. Quebrantamiento de tus lomos. Comparar con Nah. 2: 1, 10. Al profeta se le manda representar vívidamente ante sus oyentes cuán profundamente se conmoverían todos por la noticia de la caída de Jerusalén.

7. Hará que desfallezca todo corazón. Comparar con Luc. 21:26.

8. Palabra de Jehová. Podría denominarse a los vers. 8-17 como "El cantar de la espada afilada y bruñida". En general, estos versículos son una ampliación del mensaje de los vers. 1-6.

10. ¿Hemos de alegrarnos? Esta parte del versículo y la que sigue son difíciles de entender en el hebreo. Dicen literalmente: "O nos regocijaremos, el cetro de mi hijo, rechazando todo árbol". La LXX dice: "Prepara para la ruina, mata, pon por nada, desprecia cada árbol" (es posible que estos "árboles" sean los del cap. 20: 47). Los exégetas o intérpretes de la Biblia hebrea dicen que se trata de un texto modificado y no lo tratan de explicar. Si se modifica la vocalización de una palabra, podría interpretarse la última parte de la siguiente manera: "En lo que a vara [es decir, "castigo" (ver Prov. 10: 13)] se refiere, mi hijo, tú has despreciado todo lo de madera", entendiéndose que, por lo tanto, su castigo sería con algo que no fuera madera, es decir una espada metálica.

11. Matador. El rey de Babilonia (vers. 19).

12. Hiere, pues, tu muslo. En señal de extremo dolor o gran vergüenza (cf. Jer. 31:19). El propósito de los gestos era el de atraer la atención y suscitar preguntas (ver com. Eze. 4: 1).

13. Porque está probado. La traducción de este pasaje en todas las versiones representa un intento de aclarar un pasaje muy oscuro.  El problema es similar al del vers. 10. Nácar-Colunga opta por omitir esta parte del versículo. La BJ intenta hacer la siguiente interpretación: "Pues la prueba está hecha, y ¿qué pasaría si no hubiera cetro desdeñoso?" Dujovne-Konstantynowski dice: "Porque se hará prueba de ella; ¿y si la vara castigadora no prospera tampoco?"

14. Bate una mano contra otra. Un gesto que revela gran emoción, en este caso, evidentemente de horror (véase Eze. 21: 17; cf. Núm. 24: 10). Triplíquese. Sin duda estas frases hacen notar cuán terrible sería la matanza. El hebreo de este pasaje es muy oscuro. En parte, el sentido de este versículo se ha derivado de las versiones.

15. Espanto de espada. La palabra traducida como "espanto",'ibjah, sólo aparece aquí y se desconoce su traducción precisa. Algunos han pensado que la palabra debe escribirse tibjah, vocablo que significa "matanza" o "carne" (1 Sam. 25: 11; Sal. 44: 22; Jer. 12: 3). De este modo debería leerse: "yo he puesto una espada para la matanza".

16. Corta a la derecha. La forma de las palabras hebreas muestra que es la espada la que recibe la orden.

17. Yo también batiré mi mano. Se emplea aquí una figura para atribuirle a Dios actos y sentimientos humanos. Dios hace aquí lo que mandó que hiciera el profeta (ver com. vers. 14). Haré reposar mi ira. Ver com. cap. 16: 42.

18. Palabra de Jehová. Aquí comienza la tercera profecía de este capítulo, más específica que la anterior.

19. Dos caminos. En este pasaje se representa al rey de Babilonia en la encrucijada de dos caminos, indeciso si ha de tomar primero el camino a Jerusalén o el que va a la capital de los amonitas (vers. 20). Pon una señal. Heb. "pondrás una mano" para indicar el camino. Esta señal se ubicaría a varios centenares de kilómetros al oeste de Babilonia, quizá en Tadmor (ver com. 1 Rey. 9: 18), o quizá aun en el valle del Orontes.

21. Para usar de adivinación. Los paganos recurrían a la adivinación cuando había que tomar decisiones importantes. Aquí se menciona tres tipos específicos de adivinación. Idolos. Heb. terafim, estatuillas de figura humana (ver com. Gén. 31:19). No sabemos hoy cómo se las empleaba para la adivinación.

Miró el hígado. Este método de adivinación, llamado hepatoscopía (ver com. Dan. 1: 20), era común entre los babilonios. Se han encontrado hígados de oveja, hechos en arcilla, marcados con líneas e inscripciones, que evidentemente se usaban para instruir en el uso de este método.

Aunque en la iglesia cristiana no se admite ningún tipo de adivinación, muchos cristianos intentan lograr una indicación de la conducción divina por métodos que Dios no puede aprobar y que en esencia son similares a los antiguos métodos de adivinación. Cualquier método de hacer una decisión que incluya el factor azar, ya sea el de tirar una moneda o abrir las páginas de la Biblia para encontrar donde se ponga el dedo la respuesta al problema, entra en la misma categoría de la adivinación con ídolos o hígados.

Ha sacudido las saetas. El método babilonio quizá era similar al que más tarde usaron los árabes. Varias saetas, sin cabeza y con mensajes apropiados, eran sacudidas al mismo tiempo en un carcaj u otro recipiente, y se sacaba una, o se hacía girar el recipiente y era elegida la que caía primero. Lo que se había escrito sobre esa saeta se suponía que indicaba la voluntad de los dioses.

No se niega que algunas veces el Señor ha guiado mediante algunos de estos métodos, sobre todo a quienes tienen poca instrucción, o tal vez en casos de emergencia. Sin embargo, estos métodos de azar deberían descartarse a medida que el alma crece en la gracia.

Si en todas las decisiones de la vida el hombre recibiera una respuesta directa de Dios mediante alguna señal visible, se convertiría en mera máquina. Se robaría a sí mismo el derecho básico y la libertad humana: la autodeterminación, facultad que le ha sido concedida por Dios. Echar suertes está en la misma categoría y no debería emplearse. Se nos ha dado el siguiente consejo: "No tengo fe en eso de echar suertes... Echar suertes para nombrar los oficiales de la iglesia no armoniza con el plan de Dios" (EGW, carta 37, 1900).

22. Su mano derecha. Es decir, la suerte que le correspondía a Jerusalén estuvo a la mano derecha del rey.

23. Como adivinación mentirosa. Es decir, al parecer de los habitantes de Jerusalén. Solemnes juramentos. Esto podría entenderse como una referencia a los judíos que habían formulado solemnes juramentos de lealtad a Babilonia (2 Crón. 36: 13; Eze. 17: 18-19). Esos juramentos habían sido invalidados. Este significado parecería ser el más sencillo de todos.

El trae a la memoria. El sujeto tácito de esta frase podría ser el Señor, y la "maldad" sería la del pueblo. También podría ser Nabucodonosor el que va a recordar y castigar a Judá por haber quebrantado su juramento (2 Crón. 36: 10, 13; Jer. 52: 3; Eze. 17: 15-19).

24. Descubriendo vuestros pecados. Esos pecados deberían haber sido cubiertos o expiados en el servicio del día de expiación (Lev. 16). Debido a que Israel se había negado a reconocer su culpa, el pecado había quedado "descubierto", y demandaba castigo. Cada nueva transgresión recordaba todo el registro de los pecados anteriores, y a esta fecha el total acumulado exigía un castigo inmediato.

25. Impío príncipe. Sedequías.

26. Tiara. Heb. mitsnéfeth, "turbante".  Viene de la raíz tsanaf, "atar alrededor". En este caso, en la cabeza. Sólo aquí se traduce como "tiara". En los otros casos (Exo. 28: 4, 37, 39; 29: 6; 39: 28, 31; Lev. 8: 9; 16: 4), se traduce mitsnéfeth como "mitra". Este turbante era símbolo de autoridad, ya fuera del sumo sacerdote o del rey. 

No será más así. Habría un completo cambio en el orden constituido.

27. A ruina. La triple repetición de esta palabra intensifica la idea. El edicto se refiere al trono de la casa de David. "Hasta que Cristo mismo estableciese su reino, no se iba a permitir a Judá que tuviese rey" (PR 332; Ed 174).

28. Acerca de los hijos de Amón. Aunque el rey de Babilonia había decidido atacar a Jerusalén en vez de asediar a Rabá (vers. 20- 22), los amonitas no escaparían al castigo (cap. 25: 1-7).

29. Profetizan. Heb. jazah, "ver". Verbo que muchas veces se emplea para referirse a las visiones del vidente o profeta. Aquí sin duda son los adivinos amonitas los que "profetizan". Para que la emplees. Es decir, la espada descrita en el vers. 28.

30. ¿Lo volveré? En hebreo es un imperativo: "Vuélvela a la vaina" (BJ). La orden está dirigida a los amonitas (vers. 28). Sus esfuerzos serían vanos. En su propia tierra recibirían el castigo de sus impías acciones.

31. Temerarios. Del Heb. be'ir, "ganado", "bestia" (Sal. 49:10; 92:6), cuyo significado es,"estúpido como animal'. Estos "hombres bárbaros" (BJ) aparecen de nuevo en Eze. 25:4,10.

32. No habrá más memoria de ti. En contraste con la gloriosa promesa hecha a Israel (vers. 27). 4CBA/Ministerio Hno. Pio


No hay comentarios:

Publicar un comentario