1 CORINTIOS 1:10-31. CONDENACIÓN DE IRREGULARIDADES: Facciones En La Iglesia, Reproche Y Defensa de Pablo: Vers. (10-11) Pablo exhorta a la unidad, (12-17) reprueba sus disensiones. (18-20) Dios anula la sabiduría de los sabios (21-25) mediante la locura de la predicación, y (26-31) llama no a los sabios, ni a los poderosos, ni a los nobles, sino a los que el mundo tiene por necios, por débiles a los que se consideran sin importancia.
10 Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. 11 Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé, que hay entre vosotros contiendas.
12 Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. 13 ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?
14 Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo, 15 para que ninguno diga que fuisteis bautizados en mi nombre. 16 También bauticé a la familia de Estéfanas; de los demás, no sé si he bautizado a algún otro. 17 Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.
18 Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios. 19 Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, Y desecharé el entendimiento de los entendidos. 20 ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo?
21 Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agrado a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. 22 Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; 23 pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; 24 más para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios. 25 Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.
26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia.
30 Más por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; 31 para que, como está escrito: El que se gloria, gloríese en el Señor. (1 Corintios 1).
10. Ruego. Gr. parakaléÇ, "llamar al lado de", por lo tanto, "amonestar", "exhortar", "consolar" (ver com. Juan 14:16). Aquí se aplican los significados de "amonestar", "exhortar". Este versículo señala la transición que hay entre el agradecimiento y encomio y la reprensión. Después de una breve introducción, Pablo entra directamente a tratar los diversos problemas que requieren su atención. Ver com. Mat. 5:4.
Hermanos. Forma usual de Pablo para dirigirse a los lectores de sus epístolas. Pablo tal vez usa aquí el cariñoso término con el propósito de suavizar la severidad de la censura que está por impartir. El término también implica unidad, cualidad que faltaba entre los creyentes corintios.
Por el nombre. Literalmente "a través del nombre". Jesús es el intermediario de la exhortación (cf. Rom. 12:1; 1 Tes. 4:2). El hecho de recurrir a un nombre único puede ser una reprobación tácita (ver com. "hermanos") contra el espíritu de división que existía entre los creyentes corintios.
Habléis todos una misma cosa. Esta frase traduce un modismo del griego clásico, que significa "estar de acuerdo". El uso de esta frase se ha presentado como una prueba de que Pablo conocía las obras clásicas griegas (ver com. Hech. 17:28).
Divisiones. Gr. sjísma, del verbo sjízÇ, "partir", "dividir". En Mat. 27:51, sjízÇ describe el desgarramiento del velo del templo. Sjísma se usa en Mat. 9:16 para referirse a la rotura de un vestido. Pablo emplea esta palabra en sentido moral para referirse a las "disensiones" o "divisiones", con una aplicación especial al espíritu faccioso que había en Corinto. "Cisma" deriva de sjísma.
Estéis perfectamente unidos. Gr. katartízÇ, "remendar [una red de pescar rota]" (Mat. 4:21); en sentido ético, "perfeccionar", "completar". Este ferviente ruego por la unidad de la iglesia hace resonar una nota que se oye repetidas veces en la predicación de Jesús y de los apóstoles (Juan 17:21-23; Rom. 12:16; 15:5-6; 2 Cor. 13:11; Fil. 2:2; 1Ped. 3:8).
Mente. . . parecer. Gr. nóus. . . gnóm'. Estas palabras pueden distinguirse de la siguiente manera: Nóus denota el estado o actitud de la mente, gnóm', la opinión, el juicio o concepto que resulta de una cierta actitud mental.
11. He sido informado. Miembros de la familia de Cloé llevaron informaciones a Pablo acerca de la condición de la iglesia de Corinto.
Hermanos. Ver com. vers. 10.
Los de. No se puede determinar si eran miembros de la familia íntima de Cloé, o parientes, o esclavos.
Cloé. Este nombre significa "hierba naciente". Era común entre los libertos, lo que quizá signifique que Cloé era una esclava liberada. La familia sin duda vivía en Corinto, desde donde le dio a Pablo información de primera mano acerca de las disensiones que había en la iglesia de Corinto (ver HAp 242). Algunos han procurado identificar a la delegación mencionada en otro pasaje (cap. 16:17) con las personas a que aquí se hace referencia. No hay manera de comprobar esa opinión.
Contiendas. Gr. éris, "disputa", "reyerta"; "discordias" (BJ). Eris aparece en la lista de pecados que se enumeran en Rom. 1:29-31, y también entre las obras de la carne (Gál. 5:20).
12. Cada uno de vosotros. Aparentemente todos habían sido afectados por el espíritu de facciones. Los diversos miembros de la iglesia demostraban su apoyo por un bando u otro.
De Pablo. Pablo menciona primero el bando de los que pretendían ser seguidores de él. No favorece ninguna facción, y menos a la de los que decían seguirlo. Todas son desaprobadas. El espíritu de partidos es malo en cualquiera de sus formas. Comparar a un dirigente espiritual con otro es contrario al espíritu de Cristo.
Apolos. Judío alejandrino, discípulo de Juan el Bautista, "varón elocuente" y "poderoso en las Escrituras" (Hech. 18:24-25). Aquila y Priscila lo instruyeron en los principios de la fe cristiana en Éfeso. De allí viajó a Acaya, y por un tiempo trabajó en la iglesia de Corinto (Hech. 18:27-28; cf. 1 Cor. 3:5-7).
Su conocimiento y elocuencia indujeron a algunos de la iglesia a ensalzarle por encima de Pablo. Cuando Pablo comenzó a predicar el Evangelio en esa metrópoli, adaptó sus labores a la mentalidad de los que ignoraban las verdades espirituales (1 Cor. 2:1-4; 3:1-2).
Apolos, teniendo el privilegio de construir sobre ese fundamento, había podido dar instrucciones que iban más allá de los rudimentos de la fe (cap. 3: 6-11). Su personalidad, su forma de trabajar y el tipo de mensaje que daba impresionaban a cierta clase de personas que comenzaron a mostrar preferencia por él. Otros rehusaron apartarse de la lealtad que sentían por Pablo, quien les había llevado el Evangelio por primera vez. Entre Pablo y Apolos había perfecta armonía (cf. vers. 5-10). Cuando surgieron las disensiones Apolos salió de Corinto y regresó a Éfeso. Pablo lo instó a regresar, pero Apolos se negó resueltamente.
Cefas. Es decir, Pedro. "Cefas" es una transliteración del arameo kefá, que significa "piedra" (ver Juan 1:42). "Pedro" es la transliteración del Gr. pétros, que también significa "piedra" (ver com. Mat. 16:18). Los que pertenecían a ese bando sin duda creían que había un mérito especial en estar unidos a uno de los doce apóstoles originales. Pedro había estado íntimamente relacionado con Jesús y había sido uno de los dirigentes de los doce apóstoles. Creían que ese hecho lo colocaba por encima de Pablo o de Apolos. Hay quienes creen que la presencia de este bando indica que Pedro estuvo alguna vez en Corinto; pero tal conclusión no es forzosa, y además no hay pruebas en ninguna parte de que alguna vez hubiera hecho tal visita.
De Cristo. Los que estaban en ese bando se negaban a seguir a cualquier dirigente humano. Mantenían una actitud independiente, y pretendían ser enseñados directamente por Cristo (ver HAp 225-226).
13. ¿Está dividido Cristo? La respuesta forzosamente negativa señala inmediatamente cuán absurda es la pregunta.
¿Fue crucificado Pablo? La forma de la pregunta en griego exige una respuesta negativa. La fuerza de la pregunta se revela en la siguiente traducción: "Pablo no fue crucificado por vosotros, ¿acaso lo fue?" Pablo se nombra discretamente a sí mismo como ejemplo, y no a Apolos o a Pedro.
En el nombre de Pablo. Comparar con la fórmula de Mat. 28:19; Hech. 8:16.
14. A Dios. La evidencia textual (cf. p. 10) sugiere la inclusión de esta frase, aunque falta en muchos MSS, lo que resulta en la traducción abreviada: "Doy gracias".
A ninguno. . . he bautizado. Es evidente que Pablo hacía que sus colaboradores bautizaran a sus conversos, quizá para prevenir que se le atribuyera una santidad especial al rito cuando era celebrado por ciertos individuos. El rito en sí mismo o el hecho de que sea administrado por cierta persona no le confiere ningún significado adicional al bautismo, sino lo que experimenta el participante. Comparar la práctica de Jesús que "no bautizaba, sino sus discípulos" (Juan 4:2).
Crispo. Anteriormente principal de la sinagoga de Corinto (Hech. 18:8). Crispo es un nombre romano.
Gayo. Evidentemente, hospedador de Pablo y de toda la iglesia de Corinto, que se menciona en Rom. 16:23. Es dudoso que sea el mismo Gayo a quien se dirige la tercera epístola de Juan (3 Juan 1). Gayo es un nombre de origen romano.
15. Fuisteis bautizados. No hay duda de que en Corinto era común la creencia de que había una relación especial entre el que bautizaba y el bautizado. Pero aun los que afirmaban que pertenecían al bando de Pablo no podían jactarse de haber sido bautizados por su caudillo. El apóstol se sentía contento por la determinación que había tomado de permitir que otros celebraran la mayor parte de sus bautismos.
16. Támbién bauticé. Este versículo podría indicar que esta epístola fue dictada a un amanuense, pues de otra manera Pablo no habría añadido "la familia de Estéfanas" como algo que le vino después a la mente, sino que lo hubiera incluido al principio con Crispo y Gayo (vers. 14). Estéfanas. La familia de Estéfanas constituyó el primer fruto de Pablo en Acaya (cap. 16:15). Estéfanas estaba con Pablo cuando se escribió 1 Corintios (cap. 16:17).
17. No. . . a bautizar. Pablo anhelaba que sólo Cristo fuera ensalzado y que los hombres y las mujeres fueran ganados para él. Por lo tanto, destacó que su principal propósito no era bautizar, sino persuadir a las personas a que se entregaran al Salvador. No estaba insinuando que no bautizaría a ninguno, sino que deseaba que se supiera que no procuraba gloriarse a sí mismo mediante un gran número de bautismos.
Su argumento, tal como se registra en los vers. 13-17, muestra su gran deseo de que el agente humano en la obra de la salvación se pierda de vista y que la contemplación del pecador arrepentido se concentre sólo en Jesús. Pablo comprendía el peligro de que los que fueran bautizados por los apóstoles pudieran pensar que eran superiores a otros conversos que no habían sido así favorecidos, y de ese modo se introdujera una lucha de bandos en la iglesia. Declaraba que su obra era hacer conocer a todos la alegre nueva de la salvación y llamarlos al arrepentimiento y a la fe en Jesús. Este debiera ser siempre el principal propósito de todos los ministros del Evangelio.
Sabiduría de palabras. Los griegos estimabam mucho los métodos sutiles y pulidos que usaban en sus debates, en la refinada elocuencia de sus oradores. Pablo no procuraba imitar el estilo complicado y filosófico de la retórica de ellos. El éxito del Evangelio no depende de esas cosas, y el apóstol no las había exhibido en su predicación. Su enseñanza y forma de hablar no eran de las que producían la alabanza de los griegos refinados, pues éstos no consideraban que había sabiduría alguna en la enseñanza de Pablo. El apóstol anhelaba que la gloria de la cruz de Cristo no fuera oscurecida por la filosofía humana y la oratoria elegante, y se diera la gloria al hombre y no a Dios. El éxito de la predicación de la cruz no depende del poder del razonamiento humano y el encanto de una argumentación refinada, sino del impacto de su sencilla verdad ayudada por el poder del Espíritu Santo.
No se haga vana. Literalmente "no quede vacía", es decir, vacía de su contenido esencial.
18. Palabra. Quizá haya un contraste intencionado con "sabiduría de palabras" (ver com. vers. 17).
De la cruz. Es decir, acerca de la cruz. "La palabra de la cruz" es el mensaje de salvación por la fe en el Señor crucificado. Un mensaje tal parecía el colmo de la insensatez para los griegos amantes de la filosofía y también para los judíos inclinados al ritualismo.
Los que se pierden. Están en camino de perdición porque lo único que tiene poder para salvarlos, a saber, la palabra de la cruz, les parece locura.
Los que se salvan. Literalmente "están siendo salvados". Pablo describe ahora la salvación como un acto presente. Las Escrituras presentan la salvación como un hecho pasado, presente y también futuro (ver com. Rom. 8:24).
Poder. Gr. dúnamis (ver com. Luc. 1:35). Para aquellos que debido a su disposición para creer en la genuina afirmación del Evangelio "están siendo salvados", la "palabra de la cruz" es "poder de Dios". Este poder se demuestra en la transformación del carácter que acompaña al pecador que acepta las estipulaciones de la gracia. El Evangelio es mucho más que una presentación doctrinal o un relato de lo que Jesús hizo por la humanidad cuando murió en la cruz: es la aplicación del grandioso poder de Dios al corazón y a la vida del pecador arrepentido y creyente, que lo convierte en una nueva criatura (ver Rom. 1:16; cf. 2 Cor. 5:17).
19. Está escrito. La cita es de Isa. 29:14, y concuerda mejor con la LXX que con el texto hebreo. Pablo presenta una prueba bíblica para su afirmación de 1Cor. 1:18. Todos los esfuerzos de los hombres para hallar un camino de salvación mediante la Filosofía y el pensamiento humanos serán rechazados por el Señor y aniquilados.
20. ¿Dónde está el sabio? Este versículo es una cita libre que combina ideas de Isa. 19:12; 33:18; cf. cap. 44:25. Con "sabio" Pablo quizá se refería en particular a los griegos que amaban la filosofía terrenal; con "escriba", a los judíos que ponían el énfasis en la autoridad de la ley; y con "disputador", tanto a los griegos como a los judíos que se complacían en argumentaciones filosóficas. Este versículo destaca la absoluta inutilidad de todas las formas humanas de pensamiento y de razonamiento como medio para lograr la salvación.
21. En la sabiduría de Dios. Los hombres no habían aprendido a conocer a Dios, aunque estaban rodeados por muchas evidencias de su sabiduría divina en las grandiosas obras de la creación, en los prodigios del mundo natural, en las glorias de los cielos estelares y en las formas admirables en que la Providencia obra en favor de ellos. En su amor y compasión por la humanidad pérdida, Dios proclamó la gloriosa nueva de la salvación por la fe en Cristo. Esa nueva -que para los individuos sabios a la manera mundana era sólo locura- para los que la aceptaron se convirtió en el instrumento elegido por Dios para la redención.
No conoció a Dios. Es decir, no alcanzó un conocimiento de él. Pablo está hablando de la sabiduría de la salvación, según se revela en el Evangelio.
Mediante la sabiduría. A pesar de que el mundo se jactaba de su sabiduría y de sus conquistas, no había llegado al conocimiento del verdadero Dios. Los griegos se destacaban por su filosofía, pero toda su investigación en busca de cosas nuevas y extrañas (ver Hech. 17:21) no los había conducido al conocimiento del "Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay" (vers. 24). Los judíos también se jactaban de su sabiduría superior, pero eran tristemente ignorantes del conocimiento esencial de la salvación.
Predicación. Gr. k'rugma, "anuncio", "proclamación", con énfasis en el mensaje predicado, aunque sin excluir la idea de proclamarlo; debe distinguirse de k'ruxis, "el acto de predicar". La "locura de la predicación" es el anuncio del Evangelio de salvación mediante la fe en el Cristo crucificado, que para los griegos y para los judíos incrédulos parecía pura locura.
22. Los judíos. La palabra aparece sin artículo, "judíos", destacándose así las características del sustantivo antes que su identidad. Lo mismo ocurre con "los griegos".
Señales. En cuanto a que los judíos pedía señales, ver com. Mat. 12:38; cf. Talmud Sanhedrin 98a. Al hablar de judíos y griegos Pablo designaba a los dos grupos importantes con los cuales tenía que verse. Los judíos buscaban demostraciones externas y física en forma de prodigios, milagros y sucesos sobrenaturales y maravillosos.
Griegos. Estos se habían distinguido durante siglos como intelectuales y pensadores. Creían que el intelecto humano podía penetrar en todo y comprenderlo todo.
23. Cristo crucificado. Ver com. cap. 2:2.
Tropezadero. La RVR traduce correcta mente la palabra griega skándalon, "el gatillo o disparador de una trampa", o "el palo que sirve de cebo en una trampa", colocado de tal forma que cuando un animal lo pisaba, la trampa saltaba y el animal quedaba apresado. Skándalon significa metafóricamente lo que es ocasión de pecado, error u ofensa. El mensaje del Salvador crucificado era una ofensa para la nación de Israel según la carne, que se aferraba a la expectativa de un Mesías que gobernaría como un rey terrenal y haría que los israelitas predominaran en el mundo. El Evangelio era diametralmente opuesto a este concepto del Mesías, y por lo tanto los judíos lo rechazaron para su propia ruina. Cf. Gál. 5:11, donde skándalon se ha traducido "ofensa" (VM). La actitud de los judíos hacia la idea de que alguien que había sido crucificado pudiera ser el Mesías, está ilustrada en el Diálogo con Trifón, de Justino Mártir, donde dice Trifón: "Pero este así llamado Cristo de vosotros, fue vil e ignominioso hasta el punto de que la última maldición contenida en la ley de Dios cayó sobre él, pues fue crucificado".
Para los gentiles. Para los que confiaban en la filosofía, la lógica, la ciencia y los descubrimientos intelectuales, la idea de que pudiera salvarlos uno que había muerto en la forma más humillante de castigo usada por los romanos la -crucifixión-, era una completa necedad (ver HAp 199). La dificultad que experimenta la mente filosófica para aceptar a un crucificado como el Hijo de Dios se refleja en el siguiente pasaje de Justino Mártir: "Pues con qué razón debiéramos creer que un crucificado es el primogénito del Dios no engendrado, y que él mismo juzgará a toda la raza humana, a menos que hubiéramos encontrado testimonios acerca de él publicados antes de que viniera y naciera como hombre, y a menos que viéramos que las cosas así sucedieron" (Primera apología 53). En el cap. 13, el mismo apologista declara: "Pues ellos declaran que nuestra locura consiste en esto: en que damos a un crucificado el segundo lugar después del Dios inmutable y eterno".
24. Llamados. Es decir, los que han sido efectivamente llamados. Para los tales no sólo se ha extendido la invitación, sino que también ha sido aceptada. En cuanto al significado de "llamados", ver com. Rom. 8:28,30.
Así judíos como griegos. Ver com. Rom. 1:16. Todos los verdaderos cristianos, sin tomar en cuenta su nacionalidad u oportunidades o privilegios culturales, reconocen que Jesús es Aquel mediante el cual se ejerce el poder de Dios para su salvación. Comprenden que es sabio el plan de Dios para la redención del hombre, y que elimina todas las barreras y reúne a los hombres de todas las clases y culturas formando con ellos una gran comunidad de amante compañerismo.
25. Lo insensato de Dios. El medio que Dios ha dispuesto para la salvación del hombre parece necedad y debilidad para los que están cegados por la filosofía humana. El lenguaje de Pablo es figurado, pues en realidad no hay insensatez ni debilidad en Dios; pero su trato con la raza humana es una completa insensatez para el razonamiento irregenerado de los impíos. Los planes de Dios para la reforma y la restauración del hombre están, seguramente, mucho mejor adaptados a las necesidades humanas que todos los planes y artificios de los más inteligentes y más preparados pensadores que pueda producir este mundo.
Lo débil de Dios. Es decir, lo que al hombre le parece débil (ver com. "lo insensato de Dios").
26. Mirad. O "contemplad". Vocación. Ver com. vers. 24.
No sois muchos sabios. "El Evangelio ha logrado siempre sus mayores éxitos entre las clases humildes" (HAp 368). Para establecer su iglesia Dios no se valió del consejo de los sabios, los ricos o los poderosos de este mundo. Él procura ganar a todas las clases, pero la pretendida sabiduría de este mundo con frecuencia induce a los hombres a ensalzarse a sí mismos y a no humillarse ante Dios. Por lo tanto, es pequeña la proporción de ricos según el mundo y de aquellos considerados como líderes del pensamiento popular que aceptan el sencillo Evangelio de Jesucristo.
27. Lo necio. La mente que está llena con el conocimiento de este mundo, con frecuencia se confunde con las claras y sencillas declaraciones de la verdad evangélica presentadas por uno que ha recibido la enseñanza del Espíritu de Dios, pero que quizá no ha aprendido mucho en los establecimientos educativos del mundo. Los judíos quedaron asombrados por la sabiduría de Jesús, y preguntaron: "¿Cómo sabe éste letras, sin haber estudiado?" (Juan 7:15).
No podían entender cómo alguien que no había asistido a las escuelas de los rabinos fuera capaz de apreciar las verdades espirituales. Esta situación aún prevalece. El valor que se atribuye a la enseñanza de un hombre con frecuencia se calcula por la cantidad de años de estudio que tiene. La verdadera educación es la que coloca la Palabra de Dios como el centro supremo de todo. El que ha obtenido una educación tal será humilde, sumiso y completamente entregado a la dirección del Espíritu Santo. Cf. Mat. 11:25.
Lo débil. Es decir, lo que el mundo considera como débil.
28. Lo vil. Gr. agen's, literalmente "sin familia", por lo tanto, uno que no tiene nombre o reputación. Agen's significa aquí los que no son considerados importantes entre los hombres. Pablo está destacando que Dios en ninguna forma depende de la habilidad humana o del conocimiento de los hombres para la realización de los propósitos divinos en la redención de los hombres. Los instrumentos humildes, que se han entregado plenamente, son usados por el Señor para mostrar cuán vanos e impotentes son los que confían en la jerarquía, el poder y el conocimiento que pertenecen al mundo.
Lo que no es. Es decir, las cosas que el mundo considera como que no existen o que no son de valor.
29. Nadie. Pablo ahora resume el tema de los vers. 18-28 afirmando que ninguna clase de hombres, ya fueran ricos o pobres, encumbrados o humildes, instruidos o ignorantes, tiene motivo para jactarse ante Dios.
Se jacte. El tiempo presente del verbo griego indica que ni siquiera puede haber una sola jactancia.
30. Por él. Es decir, por Dios. Nuestra vida, nuestro ser es de Dios (Hech. 17:25,28).
En Cristo Jesús. La unión con Cristo convierte a los cristianos en fuertes y sabios. No alcanzan por sí mismos elevados puestos, riquezas, honores o poder, sino que Dios les proporciona todas las cosas por medio de Jesucristo. Puede ser que los hombres no lo reconozcan, sin embargo, todo lo bueno que poseen en la vida lo tienen por medio de Cristo. Todo lo necesario para rescatar a los hombres de la degradación en que se han hundido como resultado del pecado, se encuentra en Jesús, quien es "la plenitud de la Deidad" (Col. 2:9; cf. PVGM 87). Mediante Jesús llegamos a ser sabios, rectos, santos y redimidos. Sabiduría. Ver com. Rom. 11:33.
Justificación. La justicia de Cristo es imputada e impartida por la fe al creyente arrepentido (ver com. Rom. 1:17; 4:3).
Santificación. Gr. hagiasmós (ver com. Rom. 6:19).
Redención. Gr. apolútrÇsis (ver com. Rom. 3:24).
31. Gloríese en el Señor. Una cita abreviada de Jer. 9:23-24. No hay motivo de ensalzamiento o jactancia en cualquier hazaña humana. Lo único por lo cual el hombre puede jactarse con justicia es por conocer al Señor Jesucristo como su Salvador personal. La maravilla del amor y la sabiduría de Dios que se revelan en Cristo, es un continuo motivo de alabanza y regocijo ante el cual la sabiduría del hombre y todas sus proezas se pierden en una insignificancia total. (6CBA).
COMENTARIOS DE EGW
1-31. PREPARACIÓN PARA EL TRASLADO. Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios. Y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios. Hebreos 11:5.
"Estamos viviendo en una época de maldad. Los peligros de los últimos días aumentan a nuestro alrededor. Y por causa del aumento de la maldad el amor de muchos se enfriará.... La proximidad del tiempo nos urge a buscar la justicia. . . . Se nos presenta el caso de Enoc; él caminó trescientos años con Dios. Vivió en una época corrompida cuando en derredor de él abundaba la degeneración moral; sin embargo educó su mente para la devoción y el amor a la pureza. Su conversación se espaciaba en las cosas celestiales. Adiestró su mente en ese sentido y llevó el sello de lo divino impreso en su vida. Su mismo semblante estaba iluminado con la luz que brilla en el rostro de Jesús.
"Enoc fue tentado como nosotros. Estaba rodeado de una sociedad que no amaba la justicia más de lo que la ama la que nos rodea a nosotros. La atmósfera que respiraba estaba manchada con el pecado y la corrupción tanto como la nuestra; sin embargo vivió una vida de santidad. No permitió que los pecados prevalecientes en su época lo mancharan. Del mismo modo podemos nosotros permanecer puros e incorruptibles. El representaba a los santos que vivirán en medio de los peligros y corrupción de los últimos días. Por su fiel obediencia a Dios fue trasladado. Del mismo modo serán trasladados los fieles que vivan cuando él aparezca. Serán llevados de un mundo corrupto y pecaminoso a los goces puros del cielo."-T 2, 121, 122. 353 FE 352.
TM 489. LA EXPERIENCIA DE PABLO. Haríamos bien en estudiar cuidadosamente el primero y el segundo capítulos de 1 Corintios. "Nosotros predicamos a Cristo crucificado -declara el apóstol-, a los judíos ciertamente tropezadero, y a los gentiles locura; empero a los llamados, así judíos como griegos, Cristo potencia de Dios y sabiduría de Dios. Porque lo loco de Dios es más sabio que los hombres; y lo flaco de Dios es más fuerte que los 490 hombres. Porque mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, no muchos poderosos, no muchos nobles; antes lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo flaco del mundo escogió Dios, para avergonzar lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es: Para que ninguna carne se jacte en su presencia. Más de él sois vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, y justificación, y santificación, y redención: Para que, como está escrito: El que, se gloria, gloríese en el Señor". El ser humano que toma sobre sí la responsabilidad de ser sabiduría para otro se encontrará a sí mismo falto.
. "Estuve yo con vosotros -continúa Pablo-, con flaqueza, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, mas con demostración del Espíritu y de poder; para que vuestra fe no esté fundada en sabiduría de hombres, más en poder de Dios. Empero hablamos sabiduría entre perfectos; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que se deshacen: más hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria: la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de gloria".
Ministerio Hno. Pio
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