sábado, 30 de octubre de 2021

863. RESEÑA DEL MINISTERIO A LOS TESALONICENSES Y RELACIONES CON ELLOS: Timoteo enviado en lugar de Pablo (1 TESALONICENSES 3).

1 Tesalonicenses 3. 

RESEÑA DEL MINISTERIO A LOS TESALONICENSES…: 

Timoteo enviado en lugar de Pablo, 3:1-13.

1.Propósito De La Visita De Timoteo, 3:1-5.

2.Informe De Timoteo Y Su Efecto En Pablo, 3:6-13.

a. El informe, 3:6.

b. Gozo de Pablo por el informe, 3:7-9.

c. El continuo deseo de Pablo de visitar la iglesia, 3:10-11.

d. Oración de Pablo por sus conversos, 3:12-13.

1 Por lo cual, no pudiendo soportarlo más, acordamos quedarnos solos en Atenas, 2 y enviamos a Timoteo nuestro hermano, servidor de Dios y colaborador nuestro en el evangelio de Cristo, para confirmaros y exhortaros respecto a vuestra fe, 3 a fin de que nadie se inquiete por estas tribulaciones; porque vosotros mismos sabéis que para esto estamos puestos. 4 Porque también estando con vosotros, os predecíamos que íbamos a pasar tribulaciones, como ha acontecido y sabéis. 5 Por lo cual también yo, no pudiendo soportar más, envié para informarme de vuestra fe, no sea que os hubiese tentado el tentador, y que nuestro trabajo resultase en vano.

6 Pero cuando Timoteo volvió de vosotros a nosotros, y nos dio buenas noticias de vuestra fe y amor, y que siempre nos recordáis con cariño, deseando vernos, como también nosotros a vosotros,

7 por ello, hermanos, en medio de toda nuestra necesidad y aflicción fuimos consolados de vosotros por medio de vuestra fe; 8 porque ahora vivimos, si vosotros estáis firmes en el Señor. 9 Por lo cual, ¿qué acción de gracias podremos dar a Dios por vosotros, por todo el gozo con que nos gozamos a causa de vosotros delante de nuestro Dios,

10 orando de noche y de día con gran insistencia, para que veamos vuestro rostro, y completemos lo que falte a vuestra fe? 11 Mas el mismo Dios y Padre nuestro, y nuestro Señor Jesucristo, dirija nuestro camino a vosotros.

12 Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros para con vosotros, 13 para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos. (1 Tesalonicenses 3).

1. Por lo cual. Es decir, debido al gran amor de los apóstoles, a su preocupación por sus conversos y a la prolongada frustración de Pablo en sus intentos de volver a Tesalónica.

Soportarlo. Gr. stégÇ, "cubrir", "ocultar", "soportar" (cf. 1 Cor. 9:12; 13:7). 

El sujeto en plural, "nosotros" en este versículo, parece indicar que el apóstol deseaba aclarar que sus compañeros compartían su afán por esos nuevos creyentes y que participaban de todo corazón en sus esfuerzos por resolver los problemas creados por la separación (ver com. 1 Tes. 2:17-18).

Solos en Atenas. Por la narración sabemos que cuando Pablo fue obligado a salir de Macedonia, "Silas y Timoteo se quedaron allí" (Hech. 17:14). Cuando el apóstol llegó a Atenas, apreció la formidable oportunidad que representaba esa culta metrópoli pagana, y sintió la necesidad de tener fieles ayudantes; por eso les envió la orden "de que viniesen a él lo más pronto que pudiesen" (vers. 15). La narración de los Hechos no dice si Silas o Timoteo pudieron ir a Atenas; pero este pasaje sugiere que Timoteo fue, y luego lo enviaron de regreso a Macedonia casi inmediatamente para ayudar a los creyentes de Tesalónica. Pablo debió quedarse solo en Atenas. Debe haberle sido sumamente difícil tomar esta decisión. El gran sacrificio que el apóstol estaba dispuesto a hacer privándose de Timoteo y de su ayuda, indica que las necesidades de los tesalonicenses eran urgentes. Timoteo después de su visita a esa ciudad, viajó con Silas a Corinto, donde estaba Pablo (cap. 18:5). Es claro que los tres misioneros se unieron para desarrollar los planes trazados, y que Pablo tomó la iniciativa, tanto en presentar planes como en cumplirlos.

2. Enviamos a Timoteo. Ver com. vers. 1.

Servidor. Gr. diákonos (ver com. Mar. 9:35).

Colaborador nuestro. La evidencia textual favorece (cf. p. 10) el texto "Timoteo nuestro hermano y colaborador de Dios en el evangelio de Cristo". 

El joven no sólo era hermano de Pablo, participaba de la misma fe y estaba unido con él, sino que además era colaborador con Dios en la proclamación del Evangelio de Cristo. Este noble concepto de estar vinculado con Dios en su gran misión de amor en favor de la humanidad caída, ocupaba un lugar prominente en el pensamiento de Pablo y con frecuencia lo expresaba en sus escritos (cf. Rom. 1:9; 1 Cor. 3:9; 2 Cor. 6:1; Fil. 4:3).

Para confirmaros. Gr. st'rízÇ (ver com. Rom. 16:25). 

El principal propósito de la visita de Timoteo era confirmar y fortalecer a los creyentes para que ninguno se apartara de la fe.

Exhortaros. Gr. parakaléÇ (ver com. Mat. 5:4). El segundo propósito de la misión de Timoteo era exhortar a los creyentes. Eso incluiría un repaso de lo que se les había enseñado, una ampliación de sus horizontes doctrinales y un fortalecimiento de su experiencia cristiana diaria. Todo eso se resume en las palabras "respecto a vuestra fe".

3. Se inquiete. Gr. sáinomai, "agitarse", "perturbarse". Según las versiones antiguas, éste es el sentido de este verbo pasivo que sólo aparece aquí en el NT. De ahí las traducciones: "Nadie vacile" (BJ); "ninguno titubease" (BC); "ninguno fuese perturbado" (VM). En los escritos clásicos se emplea en sentido literal, que significa "menear la cola", para referirse a los perros; por lo tanto, tiene la connotación de "adular", "engañar". Algunos creen que este último significado debe aplicarse en este versículo. Pablo conocía los peligros que la persecución local significaría para los tesalonicenses. Por eso esperaba fervientemente que el ministerio de Timoteo impidiera de alguna manera que flaquearan en la fe.

Por estas tribulaciones. O "en estas tribulaciones", pues Pablo tenía la imagen mental de las difíciles circunstancias en que tendrían que vivir su fe sus conversos.

Estamos. El verbo en plural se refiere a los apóstoles y también a sus conversos. El hecho de saber que Dios conoce la persecución que están sufriendo y que ésta tiene una parte ya asignada en el plan divino para las vidas de ellos, fortalece a los cristianos al soportar aflicciones. 

Las pruebas que permite nuestro amante Padre son el medio necesario para la salvación, y son dirigidas y mitigadas de acuerdo a ese fin (1 Cor. 10:13). 

Las pruebas perfeccionan los caracteres, y los cristianos no deben rebelarse ante el proceso de refinamiento (ver com. Mal. 3:3; Hech. 14:22; 2 Tim. 3:12; 1Ped. 2:21; 4:12-13).

4. Os predecíamos. En el corto tiempo que Pablo y sus compañeros estuvieron con los tesalonicenses, se esforzaron a fin de prepararlos para las inevitables dificultades que sobrevendrían (Hech. 18:23). 

En primer lugar esos creyentes conocían el terrible castigo que Pablo y Silas habían sufrido en Filipos (ver com. 1 Tes. 2:2), y en su predicación los misioneros les habían presentado la persecución venidera. Ahora Pablo les recuerda sus predicciones y su penoso cumplimiento. 

La veracidad del mensaje apostólico debe haber confirmado la confianza de los tesalonicenses en él (cf. com. Juan 13:19), y debe haber significado un incentivo eficaz para que permanecieran firmes.

Ibamos a pasar tribulaciones. O "estamos por sufrir tribulaciones".

5. Por lo cual. Aunque Pablo sabía que los tesalonicenses serían perseguidos, no aceptó esa certidumbre con indiferencia. Amaba a sus hijos espirituales, y estaba tiernamente interesado en su bienestar. Por eso envió a un mensajero personal para que le trajera informaciones directas acerca de la condición de ellos. No se menciona a la persona enviada, pues ya había entregado esa información (vers. 2). Simplemente da la razón por la que envió a Timoteo. Ya había hecho una afirmación similar en los vers. 1 y 2, pero aquí la hace más personal hablando en primera persona singular, "yo", sin usar verbos en plural. Soportar. Ver com. vers. 1.

Informarme de vuestra fe. La principal preocupación de Pablo era el estado de la salud espiritual de sus conversos.

Os hubiese tentado el tentador. Pablo conocía las debilidades humanas, y por eso temía que algunos de los creyentes pudieran haber abandonado la pureza de la fe. Su preocupación podía desaparecer únicamente cuando recibiera noticias directas de Tesalónica. El apóstol revela su conocimiento de las sutilezas de la tentación. Dios había permitido que las pruebas asediaran a los cristianos tesalonicenses; pero la tentación no se originaba en él.  

Pablo reconoce que la incitación al mal proviene del tentador, de Satanás (cf. com. Mat. 4:1; Sant. 1:13-l4); se da cuenta de que un demonio personal trabaja por medio de hombres impíos, que está atacando a los hijos de Dios con el propósito de desanimarlos para que abandonen su fe. Si el diablo lograba tener éxito, entonces toda la obra hecha en favor de los creyentes habría sido en vano, pues Pablo consideraba que sus esfuerzos no habían tenido fruto a menos que concluyeran con la salvación de aquellos para quienes trabajaba.

6. Pero cuando. Literalmente "pero ahora", lo cual indica que Timoteo acababa de llegar de Tesalónica. Por lo tanto, esta primera epístola fue escrita poco después de la llegada de Timoteo, y por eso refleja los cariñosos sentimientos cansados por el reanimador informe de Timoteo, y también aclara que la epístola fue escrita en Corinto, no en Atenas (ver pp. 232-233), pues el relato dice que Timoteo y Silas se reunieron con Pablo en Corinto (Hech. 18:5).

Amor. Gr. agáp' (ver com. Mat. 5:43; Juan 11:3; 1 Cor. 13:1). Fue un bálsamo para el corazón de Pablo el saber que la fe de los creyentes no había flaqueado y que su amor no se había enfriado.

Nos recordáis con cariño. Pablo había temido que las tergiversaciones de los judíos lo hubieran malquistado con los tesalonicenses una vez que se alejó de ellos. 

La noticia de que todavía se acordaban de él con cariño y que continuamente anhelaban verlo, tuvo que haber sido muy reconfortante para el apóstol. El declara que el anhelo era mutuo: él también deseaba verlos (cf. cap. 2:17-18).

7. Necesidad y aflicción. Gr. anágk' y thlípsis. En cuanto al significado de estas dos palabras griegas, ver com. Rom. 2:9 y 1 Cor. 7:26, respectivamente. Algunos intérpretes han pensado que "necesidad y aflicción" se refieren a dificultades internas y externas. Lo más probable es que se refiera a las duras pruebas con que los judíos apremiaban al apóstol en Corinto (Hech. 18:1-17). Allí los dirigentes judíos se habían opuesto con mucha vehemencia y en forma muy blasfema a la predicación del Evangelio hecha por Pablo, y por esta razón se separó de ellos y se dirigió completamente a los gentiles (vers. 6). Los hostiles intentos para silenciarlo no cesaron; antes bien, aumentaron hasta el punto de que "se levantaron de común acuerdo contra Pablo" (vers. 12).

En esos momentos de dificultades el Señor misericordiosamente animó a Pablo en visión para que fuera valiente en la presentación de su mensaje, y le aseguró protección y éxito en su obra (vers. 9-10). Quizá en esos momentos recibió el consolador mensaje que le trajo Timoteo.

Fuimos consolados. Pablo, tan cuidadoso para animar a otros, a su vez fue consolado por los que procuraban ayudarle. Ojalá que los ministros de Dios también sean reconfortados ahora por aquellos por quienes trabajan. El mejor modo en que un converso puede animar a quien lo trajo al Salvador es mantenerse firme en el camino cristiano.

8. Porque ahora vivimos. Un contraste con la perturbada existencia, rodeada de aflicción y angustia, que habían soportado los apóstoles. 

Si. . . estáis firmes. En cuanto al significado de "estar firmes", ver com.  Fil. 1:27. 

Pablo declara que mientras los tesalonicenses permanecieran firmes, él y sus compañeros disfrutarían el máximo gozo cristiano posible. Una expresión de amor tan cordial, y el ardiente interés del apóstol en el bienestar de ellos, deben haber animado a los tesalonicenses a ser fieles.

9. ¿Qué acción de gracias podremos dar? El corazón de Pablo rebosaba de legítimo júbilo ante el pensamiento del magnífico comportamiento de sus conversos. Pablo deseaba, naturalmente, agradecer por el testimonio ejemplar de ellos, y deseaba agradecer no a los hombres sino a Dios que había hecho posible su vida victoriosa. Su gozo era espiritual.

Derivaba de su contemplación del crecimiento espiritual de los creyentes. En este gozo no hay egoísmo; es similar a la alegría que sienten los ángeles por la conversión de un pecador (Luc. 15:10). Pablo expresa por tercera vez agradecimiento a Dios por su poder sustentador en favor de los conversos del apóstol (cf. 1 Tes. 1:2; 2:13). ¿Podría haber una causa mayor para expresar agradecimiento? El gozo que siente un verdadero siervo de Cristo cuando conoce la felicidad de los que ha llevado al Señor, es la máxima recompensa por su servicio (cf. 3 Juan 4).

10. Orando de noche y de día. Ver com. cap. 2:9. Aquí se presenta una vislumbre de la vida privada de oración del apóstol. Pablo trabajaba "de noche y de día" (cap. 2:9); sin embargo, como el sumo sacerdote, continuamente llevaba a sus conversos sobre su corazón (ver com. Exo. 28:29).

Para que veamos vuestro rostro. Cf. cap. 2:17-18; 3:6. Pablo sabe que hay algo que sólo puede hacer en forma personal; pero el hecho de que no le es posible cumplir su deseo, lo induce a escribir esta carta que tanto bien hace en favor de sus amigos distantes. ¡Pero cuánto más ha beneficiado a la iglesia en todos los siglos!

 Esta epístola, que quizá es el más antiguo de todos sus escritos conocidos, fue redactada como resultado directo de sus infructuosos intentos de volver a Tesalónica (ver com, cap. 2:18). Es posible que hubiera visitado más tarde esa iglesia y dado más instrucciones a sus miembros (ver Hech. 20:2). Pero en ese momento tenía obstáculos que le impedían ir. La demora que obligó al apóstol a posponer su visita, por la gracia de Dios se convirtió en la oportunidad para que escribiera la epístola. De esa manera la ira del hombre se convirtió en alabanza a Dios.

Completemos lo que falte. Gr. katartízÇ (ver com.  Luc. 6:40; Gál. 6:1). Pablo anhelaba completar lo que les faltaba espiritualmente. Había ensalzado la fe, el amor y la esperanza de ellos (1 Tes. 1:3), pero reconocía que les faltaban virtudes esenciales (ver com. cap. 4:11; 5:14), y necesitaban abundar "más y más" (cap. 4:10) en los atributos cristianos.

11. Mas el mismo Dios. Pablo da comienzo a una nueva sección, y registra una oración específica. El hecho de que Dios y Cristo se mencionen juntos destaca la unidad de esos dos miembros de la Divinidad. En cuanto a los títulos que Pablo da al Padre y al Hijo, ver com. Rom. 1:7; Gál. 1:4; Fil. 2:5.

Dirija. Con más precisión "hagan derecho" (cf. Luc. 1:79; 2 Tes. 3:5). Satanás había puesto obstáculos en el camino de Pablo (1 Tes. 2:18), y por esta razón el apóstol recurrió al Padre y a Cristo pidiéndoles que quitaran todos los obstáculos e hicieran posible que él y sus compañeros visitaran de nuevo Tesalónica.

12. Y el Señor. Pablo virtualmente dice: no importa lo que me suceda, deseo que crezcáis en estatura espiritual.

Os haga. . . abundar. Gr. pleonázo, "superabundar" (BJ). La "abundancia" adicional sirve para destacar el fervor del deseo de Pablo por sus conversos. Ora para que Dios les de un amor cada vez más profundo por sus hermanos en la fe, y luego por los que están fuera de la iglesia. Quería que el ardiente amor que sentía por ellos se reprodujera en sus corazones en favor de otros. El amor ferviente mutuo es una prueba para el mundo de la autenticidad de la religión cristiana. Esta es la enseñanza explícita de Cristo (Juan 13:34-35).

13. Para que. Señala el resultado de la sobreabundancia de amor en los corazones. Afirmados. Gr. st'rízÇ (ver com. Rom. 16:25). En 1 Tes. 3:2 st'rízÇ se traduce "confirmar". Pablo tenía la confianza de que Cristo confirmaría los corazones de los creyentes, y reconocía que los tesalonicenses no podían hacer esa obra por sí mismos.

Irreprensibles. Gr. ámemptos, "impecable", "sin tacha", "irreprochable" (cf. com. Efe. 1:4; Fil. 2:15; 3:6). 

El deseo del apóstol para sus conversos era que en asuntos espirituales estuvieran libres de toda imperfección. 

Santidad. Esto indica la esfera hacia la cual Cristo dirige a los creyentes. Los capacita de tal modo a vivir vidas santas, intachables, que podrán presentarse sin mancha delante del juez del universo. "Irreprensibles en santidad" representa la norma ética y espiritual máxima. El apóstol cree que una norma tal puede ser alcanzada mediante la gracia que Cristo proporciona a aquellos de sus seguidores que crecen en el amor. Creer menos que eso sería negar el Evangelio.

Delante de Dios. La preocupación de Pablo era que sus conversos fueran considerados irreprensibles, no por los hombres, que son falibles, sino por Dios, que escudriña los corazones y sabe lo que hay en la mente.

Nuestro Padre. Cf. vers. 11.

Venida. Gr. parousía (ver com. Mat. 24: 3). La venida de nuestro Señor es una de las notas clave de esta epístola (1 Tes 1:10; 2:19; 4:16; 5:23). Pablo destaca en estas últimas palabras que el carácter de los creyentes debe estar desarrollado para el día de la venida de Cristo, pues entonces ya no habrá posibilidad alguna de cambio.

Santos. Gr. hágios (ver com. Rom. 1:7). Hágios generalmente se refiere en el NT a los hijos redimidos de Dios (Mat. 7:52; Hech. 9:13; 1 Cór. 1:2; etc.). Algunos creen que hágios se refiere aquí a los ángeles que acompañan a Cristo en su parousía o venida (Mat. 25:31); pero otros creen que Pablo se está refiriendo a los santos que resucitarán y a los que estén vivos, que se reunirán cuando Cristo aparezca (1 Tes. 4:13-17), y con quienes él entonces se unirá. (7CBA).

COMENTARIOS DE EGW

1. HAp 190. LA CIUDAD DE ATENAS ERA LA METRÓPOLI DEL PAGANISMO. Allí Pablo no se encontró con un populacho ignorante y crédulo como en Listra, sino con gente famosa por su inteligencia y cultura. Por doquiera se veían estatuas de sus dioses y de los héroes deificados de la historia y la poesía, mientras magníficas esculturas y pinturas representaban la gloria nacional y el culto popular de las deidades paganas.

LOS SENTIDOS DE LA GENTE SE EXTASIABAN CON LA BELLEZA Y EL ESPLENDOR DEL ARTE. Por doquiera los santuarios y templos, que representaban gastos incalculables, levantaban sus macizas formas. Las victorias de las armas y los hechos de hombres célebres eran conmemorados mediante esculturas, altares e inscripciones. Todo esto convertía a Atenas en una vasta galería de arte.

CUANDO PABLO VIO LA HERMOSURA Y GRANDEZA QUE LO RODEABAN, Y La Ciudad Enteramente Entregada A La Idolatría, Su Espíritu Se Llenó De Celo Por Dios, a quien veía deshonrado por todas partes; y su corazón se llenó de compasión por la gente de Atenas, que, no obstante, su cultura intelectual, no conocía al Dios verdadero.

El apóstol no se engañaba por lo que veía en ese centro del saber. Su naturaleza espiritual estaba tan despierta a los atractivos de las cosas celestiales, que el gozo y la gloria de las riquezas que no perecerán nunca, invalidaban a sus ojos la pompa y el esplendor que lo rodeaban. Al ver la magnificencia de Atenas, comprendía su poder seductor para los amantes del arte y de la ciencia, y quedó profundamente impresionada su mente por la importancia de la obra que tenía por delante.

EN ESTA GRAN CIUDAD, donde no se adoraba a Dios, Pablo se sentía oprimido por un sentimiento de soledad; y anhelaba la simpatía y la ayuda de sus colaboradores. En cuanto se refería a la amistad humana, se sentía completamente solo. Lo expresa en su Epístola a los Tesalonicenses al decir: "Acordamos quedarnos solos en Atenas." (1Tes. 3:1.) Delante de él 191 se presentaban obstáculos que parecían insuperables, haciendo casi desesperada para él la tentativa de alcanzar los corazones de la gente. Mientras esperaba a Silas y Timoteo, Pablo no estaba ocioso. "Disputaba en la sinagoga con los Judíos y religiosos; y en la plaza cada día con los que le ocurrían." Pero su principal labor era proclamar las nuevas de la salvación a aquellos que no tenían un concepto claro de Dios y de su propósito en favor de la especie caída.

El apóstol había de encontrarse pronto con el paganismo en su forma más sutil y seductora.

LOS GRANDES HOMBRES DE ATENAS no tardaron en enterarse de la presencia en su ciudad de un maestro singular, que estaba presentando a las gentes doctrinas nuevas y extrañas. Algunos de esos hombres buscaron a Pablo, y entablaron conversación con él. Pronto una multitud de oyentes se reunió en torno de ellos.

ALGUNOS estaban listos para ridiculizar al apóstol como a uno muy inferior a ellos tanto social como intelectualmente, y ésos dijeron con mofa: "¿Qué quiere decir este palabrero?"
 OTROS, "porque les predicaba a Jesús y la resurrección," dijeron: "Parece que es predicador de nuevos dioses." Entre aquellos que se encontraron con Pablo en la plaza, había "algunos filósofos de los Epicúreos y de los Estoicos;" pero éstos, y todos los demás que trataron con él, vieron pronto que tenía un caudal de conocimiento aun mayor que el de ellos. Sus facultades intelectuales imponían el respeto de los letrados; mientras su fervor, su lógico razonamiento y el poder de su oratoria llamaban la atención de todo su auditorio.

SUS OYENTES Reconocieron El Hecho De Que No Era Un Novicio, sino un hombre capaz de hacer frente a todas las clases de argumentos convincentes en defensa de la doctrina que enseñaba. Así el apóstol permaneció impávido, haciendo frente a sus opositores en su propio terreno, haciendo frente a la lógica con la lógica, a la filosofía con la filosofía, a la elocuencia con la elocuencia.

SUS OPONENTES PAGANOS le llamaron la atención a la suerte de Sócrates, quien, por haber predicado dioses extraños, había 192 sido condenado a muerte; y aconsejaron a Pablo que no arriesgara su vida de la misma manera. 
 Pero los discursos del apóstol cautivaron la atención del pueblo, y su sabiduría sin afectación les imponía respeto y admiración.

NO FUE REDUCIDO AL SILENCIO Por La Ciencia O La Ironía De Los Filósofos; convencidos de que estaba resuelto a cumplir su cometido entre ellos y, bajo cualquier riesgo, dar su mensaje, decidieron darle una justa audiencia. De consiguiente, lo condujeron al Aerópago. Este era uno de los puntos más sagrados de toda Atenas, y sus recuerdos y asociaciones inducían a considerarlo con supersticiosa reverencia que, en la mente de algunos, se convertía en terror. 
 Era en este lugar donde los asuntos relacionados con la religión eran a menudo considerados cuidadosamente por hombres que actuaban como jueces finales en todo lo de mayor importancia moral, tanto como en asuntos civiles. Aquí, lejos del ruido y la bulla de las atestadas vías públicas, del tumulto de la promiscua discusión, el apóstol podría ser oído sin interrupción.

SE REUNIERON en derredor de él poetas, artistas y filósofos­ los doctos y sabios de Atenas, ­quienes se dirigieron así a él: "¿Podremos saber qué sea esta nueva doctrina que dices? Porque pones en nuestros oídos unas nuevas cosas: queremos pues saber qué quiere ser esto."

En esta hora de solemne responsabilidad, el apóstol estaba sereno y dueño de sí. Su corazón estaba cargado con un mensaje importante, y las palabras que brotaron de sus labios convencieron a sus oyentes de que no era un ocioso palabrero.

"VARONES ATENIENSES ­DIJO­ en todo os veo como más supersticiosos; porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Aquel pues, que vosotros honráis sin conocerle, a éste os anuncio yo." Con toda su inteligencia y conocimiento general, no conocían al Dios que había creado el universo. Sin embargo, algunos de ellos deseaban tener mayor luz. Los tales buscaban el Infinito. 193

CON LA MANO EXTENDIDA HACIA EL TEMPLO CUAJADO DE ÍDOLOS, Pablo derramó la carga de su alma y expuso la falacia de la religión de los atenienses. Sus más sabios oyentes estaban asombrados al escuchar su razonamiento. Demostró que estaba familiarizado con sus obras de arte, su literatura y su religión. Señalando sus estatuas e ídolos, declaró que Dios no podía ser asemejado con formas de invención humana. Esas imágenes esculpidas no podían, en el sentido más débil, representar la gloria de Jehová. Les recordó que las imágenes no tenían vida, sino que eran manejadas por el poder humano. Se movían solamente cuando las manos del hombre las movían; por lo tanto, los que las adoraban eran en todo sentido superiores a los objetos de adoración.

PABLO DIRIGIÓ LA MENTE DE SUS IDÓLATRAS OYENTES más allá de los límites de su falsa religión a un verdadero concepto de la Deidad, que habían titulado: "Dios no conocido." Este Ser, a quien ahora les declaraba, no dependía del hombre, ni necesitaba que las manos humanas añadiesen nada a su poder y gloria. La gente se llenó de admiración por el fervor de Pablo y su lógica exposición de los atributos del Dios verdadero: su poder creador y la existencia de su providencia predominante.

CON ARDIENTE Y FÉRVIDA ELOCUENCIA, EL APÓSTOL DECLARÓ: "El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, éste, como sea Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos de manos, ni es honrado con manos de hombres, necesitado de algo; pues él da a todos vida, y respiración, y todas las cosas." Los cielos no eran bastante grandes para contener a Dios, cuánto menos los templos hechos por manos humanas.

EN AQUELLA ÉPOCA DE CASTAS, cuando a menudo no se reconocían los derechos de los hombres, Pablo presentó la gran verdad de la fraternidad humana, declarando que Dios "de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habitasen sobre toda la faz de la tierra." A la vista de Dios, todos son iguales. Cada ser humano debe suprema lealtad al Creador.

LUEGO EL APÓSTOL MOSTRÓ cómo, a través de todo el trato de Dios 194 con el hombre, su propósito de misericordia y gracia corre como un hilo de oro. El "les ha prefijado el orden de los tiempos, y los términos de la habitación de ellos; para que buscasen a Dios, si en alguna manera, palpando, le hallen; aunque cierto no está lejos de cada uno de nosotros." Señalando a los nobles exponentes de la humanidad que le rodeaban, con palabras tomadas de un poeta suyo pintó al Dios infinito como a un Padre cuyos hijos eran. "En él vivimos, y nos movemos, y somos ­declaró;­ como también algunos de vuestros poetas dijeron: Porque linaje de éste somos también. Siendo pues linaje de Dios, no hemos de estimar la Divinidad ser semejante a oro, o a plata, o a piedra, escultura de artificio o de imaginación de hombres. "Empero Dios, habiendo disimulado los tiempos de esta ignorancia, ahora denuncia a todos los hombres en todos los lugares que se arrepientan."

EN LOS SIGLOS DE OBSCURIDAD QUE HABÍAN PRECEDIDO AL ADVENIMIENTO DE CRISTO, el Gobernante divino había pasado por alto la idolatría de los paganos; pero ahora, mediante su Hijo, había enviado a los hombres la luz de la verdad; y esperaba que todos se arrepintieran para salvación, no solamente los pobres y humildes, sino también los orgullosos filósofos y príncipes de la tierra. "Por cuanto ha establecido un día, en el cual ha de juzgar al mundo con justicia, por aquel varón al cual determinó; dando fe a todos con haberle levantado de los muertos."

AL HABLAR PABLO DE LA RESURRECCIÓN DE LOS MUERTOS, "unos se burlaban, y otros decían: Te oiremos acerca de esto otra vez." ASÍ TERMINARON las labores del apóstol en Atenas, el centro de la cultura pagana; porque los atenienses, aferrándose insistentemente a su idolatría, se apartaron de la luz de la religión verdadera.

Cuando Un Pueblo Está Plenamente Satisfecho Con Sus Propias Realizaciones, Poco Puede Esperarse De Él.

Aunque se vanagloriaban de su saber y refinamiento, los atenienses se estaban corrompiendo cada vez más, y contentándose cada vez más con los vagos misterios de la idolatría. 195 Entre los que escucharon las palabras de Pablo había algunos en cuyas mentes produjeron convicción las verdades presentadas; pero no quisieron humillarse para reconocer a Dios y aceptar el plan de la salvación.

"NINGUNA ELOCUENCIA DE PALABRAS, ni fuerza de argumentos, puede convertir al pecador. Sólo el poder de Dios puede aplicar la verdad al corazón. El que se aparta persistentemente de este poder no puede ser alcanzado".

LOS GRIEGOS BUSCABAN SABIDURÍA; sin embargo, el mensaje de la cruz era locura para ellos porque estimaban su propia sabiduría más que la que viene de lo alto.

EN SU ORGULLO DE INTELECTUAL Y Humana Sabiduría Puede Hallarse La Razón Por La Cual El Mensaje Evangélico Tuvo Comparativamente Poco Éxito Entre Los Atenienses.

LOS SABIOS SEGÚN EL MUNDO que acudan a Cristo como pobres y perdidos pecadores, llegarán a ser sabios para salvación; pero aquellos que acudan como hombres distinguidos, enalteciendo su propia sabiduría, no recibirán la luz y conocimiento que sólo él puede dar.

ASÍ AFRONTÓ PABLO EL PAGANISMO DE SUS DÍAS. Sus labores en Atenas no fueron totalmente inútiles. Dionisio, uno de los ciudadanos más eminentes, y algunos otros, aceptaron el mensaje evangélico, y se unieron plenamente con los creyentes. 
 LA INSPIRACIÓN nos ha dado esta vislumbre de la vida de los atenienses, que, con todo su conocimiento, refinamiento y arte, estaban sin embargo sumidos en el vicio, para que pudiera verse cómo Dios, mediante su siervo, reprendió la idolatría y los pecados de un pueblo orgulloso y confiado en sí mismo.

LAS PALABRAS DEL APÓSTOL y la descripción de su actitud y del ambiente que lo rodeaba, como los traza la pluma inspirada, habían de transmitirse a todas las generaciones venideras como testimonio de su firme confianza, su valor en la soledad y adversidad, así como de la victoria ganada en favor del cristianismo en el mismo corazón del paganismo.

LAS PALABRAS DE PABLO CONTIENEN UN TESORO DE CONOCIMIENTO PARA LA IGLESIA. Estaba en una posición desde donde hubiera 196 podido fácilmente decir algo que irritara a sus orgullosos oyentes y lo metiera en dificultad. Si su discurso hubiera sido un ataque directo contra sus dioses y los grandes hombres de la ciudad, hubiera estado expuesto a sufrir la suerte de Sócrates. Pero con un tacto nacido del amor divino, apartó cuidadosamente sus mentes de las deidades paganas, y les reveló el Dios verdadero, que era desconocido para ellos.

HOY DÍA LAS VERDADES DE LAS ESCRITURAS deben presentarse a los grandes del mundo, a fin de que puedan escoger entre obedecer a la ley de Dios y servir al príncipe del mal. Dios les presenta la verdad eterna, la verdad que los hará sabios para la salvación; pero no los obliga a aceptarla.

SI SE APARTAN DE ELLA, Los Abandona A Sus Propios Medios, Para Que Se Llenen Con Los Frutos De Sus Propias Obras.

"Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; más a los que se salvan, es a saber, a nosotros, es potencia de Dios. Porque está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, y desecharé la inteligencia de los entendidos." "Antes lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo flaco del mundo escogió Dios, para avergonzar lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es." (1 Cor. 1:18,19,27,28.)

MUCHOS DE LOS MAYORES ERUDITOS Y ESTADISTAS, los más eminentes hombres del mundo, se apartarán en estos últimos días de la luz, porque el mundo con toda su sabiduría no conoce a Dios. No obstante, los siervos de Dios han de aprovechar toda oportunidad para comunicar la verdad a estos hombres. Algunos reconocerán su ignorancia de las cosas divinas y ocuparán un lugar como humildes aprendices a los pies de Jesús, el gran Maestro.

EN TODO ESFUERZO POR ALCANZAR A LAS CLASES ALTAS, el obrero de Dios necesita fe firme. Las apariencias pueden ser desalentadoras; pero en la hora más obscura se recibe luz de lo alto. La fuerza de los que aman y sirven a Dios se renovará día tras día. El entendimiento del Infinito se coloca a su servicio, de modo que al realizarse sus propósitos no yerren. Mantengan 197 firme estos obreros el principio de su confianza hasta el fin, recordando que la luz de la verdad de Dios ha de brillar en medio de las tinieblas que envuelven nuestro mundo.

NO DEBE HABER DESALIENTO EN RELACIÓN CON EL SERVICIO DE DIOS. La fe de los obreros consagrados ha de soportar todas las pruebas a que tenga que hacer frente. Dios puede y quiere conceder a sus siervos toda la fuerza que necesitan, y darles la sabiduría que sus variadas necesidades demanden. El hará más que cumplir las más altas expectaciones de los que confían en él. 

6-10. HAp 2O7. LA LLEGADA DE SILAS Y TIMOTEO DESDE MACEDONIA, durante la permanencia de Pablo en Corinto, había alegrado grandemente al apóstol. Ellos le trajeron buenas nuevas de la "fe y caridad" de aquellos que habían aceptado la verdad durante la primera visita de los mensajeros evangélicos a Tesalónica. El corazón de Pablo simpatizaba tiernamente con esos creyentes, que, en medio de la prueba y la adversidad, habían permanecido fieles a Dios. Anhelaba visitarlos en persona, pero como no podía hacerlo entonces, les escribió.

EN ESTA CARTA A LA IGLESIA DE TESALÓNICA, El Apóstol Expresa Su Gratitud A Dios Por Las Alegres Nuevas De Su Aumento De Fe.

"HERMANOS ­ESCRIBIÓ,­ recibimos consolación de vosotros en toda nuestra necesidad y aflicción por causa de vuestra fe: porque ahora vivimos, si vosotros estáis firmes en el Señor. Por lo cual, ¿qué hacimiento de gracias podremos dar a Dios por vosotros, por todo el gozo con que nos gozamos a causa de vosotros delante de nuestro Dios, orando de noche y de día con grande instancia, que veamos vuestro rostro, y que cumplamos lo que falta a vuestra fe?"

"DAMOS SIEMPRE GRACIAS A DIOS POR TODOS VOSOTROS, haciendo memoria de vosotros en nuestras oraciones; sin cesar acordándonos delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, y del trabajo de amor, y de la tolerancia de la esperanza del Señor nuestro Jesucristo." Muchos de los creyentes de Tesalónica se habían vuelto "de los ídolos . . . al Dios vivo y verdadero." Habían recibido "la palabra con mucha tribulación;" y sus corazones estaban llenos 208 del "gozo del Espíritu Santo." El apóstol declaró que por su fidelidad en seguir al Señor, eran "ejemplo a todos los que" habían "creído en Macedonia y en Acaya."

ESTAS PALABRAS DE ALABANZA NO ERAN INMERECIDAS; "porque de vosotros escribió ­ha sido divulgada la palabra del Señor no sólo en Macedonia y en Acaya, más aún en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido."

LOS CREYENTES TESALONICENSES ERAN VERDADEROS MISIONEROS. Sus corazones ardían de celo por el Salvador que los había librado del temor y "de la ira que ha de venir." Por la gracia de Cristo, se había producido una maravillosa transformación en sus vidas; y la palabra del Señor, hablada por ellos, era acompañada de poder. Los corazones eran ganados por las verdades presentadas, y almas eran añadidas al número de los creyentes.

12-13. HAp 213. EL APÓSTOL PABLO SENTÍA QUE ERA RESPONSABLE en gran medida 213 del bienestar espiritual de aquellos que se convertían por sus labores. Deseaba que crecieran en el conocimiento del único Dios verdadero y de Jesucristo, a quien había enviado. A menudo en su ministerio se encontraba con pequeños grupos de hombres y mujeres que amaban a Jesús, y se postraba en oración con ellos para pedir a Dios que les enseñara cómo mantener una relación vital con él. A menudo se reunía en consejo con ellos para estudiar los mejores métodos de dar a otros la luz de la verdad evangélica.

Y A MENUDO, cuando estaba separado de aquellos con quienes había trabajado así, suplicaba a Dios que los guardara del mal, y les ayudara a ser misioneros fervientes y activos.

Una De Las Mayores Evidencias De La Verdadera Conversión Es El Amor A Dios Y Al Hombre. Los Que Aceptan A Jesús Como Su Redentor Tienen Un Profundo Y Sincero Amor Por Otros De La Misma Preciosa Fe.

ESO PASABA CON LOS CREYENTES DE TESALÓNICA. "Más acerca de la caridad fraterna ­escribió el apóstol­ no habéis menester que os escriba: porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os améis los unos a los otros; y también lo hacéis así con todos los hermanos que están por toda Macedonia. Empero os rogamos, hermanos, que abundéis más; y que procuréis tener quietud, y hacer vuestros negocios, y obréis de vuestras manos de la manera que os hemos mandado; a fin de que andéis honestamente para con los extraños, y no necesitéis de nada."

"Y a vosotros multiplique el Señor, y haga abundar el amor entre vosotros, y para con todos, como es también de nosotros para con vosotros; para que sean confirmados vuestros corazones en santidad, irreprensibles delante de Dios y nuestro Padre para la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos." "También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los que andan desordenadamente, que consoléis a los de poco ánimo, que soportéis a los flacos, que seáis sufridos para con todos. Mirad que ninguno dé a otro mal por mal; antes seguid lo 214 bueno siempre los unos para con los otros, y para con todos. Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo; porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús."

Ministerio Hno. Pio


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