miércoles, 27 de octubre de 2021

859. SECCIÓN EXHORTATORIA/ CONCLUSIÓN (COLOSENSES 4).

Colosenses 4. 

Vers. (1-4) Exhortación a ser fervientes en la oración (5-9) y a comportarse sabiamente con aquellos que aún no han llegado al conocimiento de Cristo. (10-18) Saludos y deseos de prosperidad para todos.

1 Amos, haced lo que es justo y recto con vuestros siervos, sabiendo que también vosotros tenéis un Amo en los cielos. 2 Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias; 3 orando también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual también estoy preso, 4 para que lo manifieste como debo hablar.

5 Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo. 6 Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno. 7 Todo lo que a mí se refiere, os lo hará saber Tíquico, amado hermano y fiel ministro y consiervo en el Señor, 8 el cual he enviado a vosotros para esto mismo, para que conozca lo que a vosotros se refiere, y conforte vuestros corazones, 9 con Onésimo, amado y fiel hermano, que es uno de vosotros. Todo lo que acá pasa, os lo harán saber.

10 Aristarco, mi compañero de prisiones, os saluda, y Marcos el sobrino de Bernabé, acerca del cual habéis recibido mandamientos; si fuere a vosotros, recibidle; 11 y Jesús, llamado Justo; que son los únicos de la circuncisión que me ayudan en el reino de Dios, y han sido para mí un consuelo. 12 Os saluda Epafras, el cual es uno de vosotros, siervo de Cristo, siempre rogando encarecidamente por vosotros en sus oraciones, para que estéis firmes, perfectos y completos en todo lo que Dios quiere. 13 porque de él doy testimonio de que tiene gran solicitud por vosotros, y por los que están en Laodicea, y los que están en Hierápolis.

14 Os saluda Lucas el médico amado, y Demas. 15 Saludad a los hermanos que están en Laodicea, y a Ninfas y a la iglesia que está en su casa. 16 Cuando esta carta haya sido leída entre vosotros, haced que también se lea en la iglesia de los laodicenses, y que la de Laodicea la leáis también vosotros. 17 Decid a Arquipo: Mira que cumplas el ministerio que recibiste en el Señor. 18 La salutación de mi propia mano, de Pablo. Acordaos de mis prisiones. La gracia sea con vosotros. Amén. (Colosenses 4).

1. Amos. Ver com. Efe. 6:9.

Haced. "Dad" (BJ).  Gr. paréjÇ, "ofrecer a", "suministrar", aquí en una forma que implica "de vuestra parte".

Lo que es justo. El amo no debe ser movido por meros caprichos. El esclavo tiene, como ser humano, derechos inalienables. Estos derechos deben ser respetados, y sus necesidades básicas, suplidas. Recto. Gr. isót's, "equidad", "justicia", "trato imparcial" (ver Lev. 25:39-43; Deut. 15:12-14; com. Gál. 3:28; Efe. 6:9).

Siervos. Gr. dóulos (ver com. Rom. 1:1; Efe. 6:9).

También vosotros tenéis un Amo. El amo no es más que un mayordomo de Cristo. La riqueza que posee y su capacidad para manejar sus asuntos le fueron dadas por su Señor celestial. Esta filosofía es la prolongación de la regla de oro, la cual se proyecta en las relaciones entre el amo y sus siervos. En realidad, Pablo está diciendo: "Tratad a vuestros esclavos como quisierais que os trate vuestro Amo celestial". Cf. Mat. 23: 8; Efe. 6:9.

2. Perseverad. Gr. proskarteréÇ (ver com. Rom. 12:12). Cf. com. Efe. 6:18; 1Tes. 5:17. 

Velando. La admonición del apóstol destaca la necesidad de una vigilancia continua en la oración. Debemos estar continuamente en guardia para que el adversario no nos distraiga, y para que no dejemos de estar alertas y nos cansemos.

Con acción de gracias. O "en agradecimiento". Cf. com. Efe. 6:18; ver com. 1Tes. 5:18. La oración y la vigilancia siempre deben hallarse junto con la gratitud a Dios. Diariamente necesitamos ayuda y conducción; sin embargo, tenemos mucho por lo cual siempre debiéramos estar agradecidos.

3. Orando... por nosotros. Ver com. Efe. 6:19. En su Epístola a los Colosenses, Pablo incluye a sus colaboradores en su pedido de oraciones intercesoras.

Puerta para la palabra. Puerta para la predicación. Compárese con la figura de una puerta en Hech. 14:27; 1 Cor. 16:9; 2 Cor. 2:12. Las oportunidades para predicar el Evangelio son consideradas como puertas completamente abiertas para que el predicador penetre con las buenas nuevas. Pablo deseaba ser liberado, pues la predicación del Evangelio estaba estorbada porque él estaba preso. Sabía que sólo Dios podía sacarlo de la cárcel, y por eso quería que los creyentes de Colosas intercedieran ante el cielo para que el Señor interviniera. Una oración tal uniría a los creyentes de Colosas en las grandes empresas del Evangelio y los impulsaría a una mayor actividad.

Misterio de Cristo. Ver com. Rom. 11:25; cf. Efe. 3:3-6. El misterio de Cristo es el misterio que Cristo ha revelado. Los vastos propósitos de Dios son desconocidos para el hombre, excepto lo que Cristo ha revelado.

Preso. Pablo estaba preso porque predicaba el misterio de Cristo. Había sido apresado en Jerusalén como resultado directo de la hostilidad de los judíos hacia el mensaje que él predicaba.

4. Para que lo manifieste. O "revelarlo". Lo que daba a conocer era el "misterio". El gran anhelo de todo predicador es revelar claramente esta verdad del Evangelio.

Como debo hablar. O "como es necesario que yo hable". 

El propósito de Dios era que Pablo predicara el Evangelio sin impedimentos en países lejanos y cercanos; pero como estaba preso no podía cumplir esa comisión (cf. 1 Tes. 2:18).

5. Andad. Gr. peripatéÇ, "andar", "comportarse"; "Portaos" (BJ); "proceded" (BC). La manera de vivir del cristiano, incluso sus relaciones con Dios y el hombre, se incluyen en esta palabra (ver com. Efe. 2:2).

Sabiamente. Es decir, con sabiduría cristiana práctica (cf. com. Prov. 1:2-3).

Con los de afuera. O con los que no son cristianos. Cf. 1 Cor. 5:12; 1 Tes. 4:12. La ambición del verdadero discípulo de Cristo debe ser la de buscar discípulos entre "los de afuera". El método más eficaz para hacerlo es mediante el ejemplo de una vida cristiana virtuosa. No hay argumentos posibles contra esta clase de vida. Redimiendo el tiempo. O "procurándoos el tiempo oportuno" (ver com. Efe. 5:16). "Aprovechando bien el tiempo presente" (BJ).

6. Sea vuestra palabra. La forma cristiana de vivir y las palabras del cristiano, corren paralelas. Esto es especialmente verdadero en sus relaciones "con los de afuera" (vers. 5). No sólo las palabras sino la manera en que se las pronuncia y aun el tono de la voz, hacen una impresión para bien o para mal en aquellos con quienes trata. Debe, pues, ser precavido en sus palabras y en su comportamiento.

Gracia. Gr. járis (ver com. Rom. 3:24), que aquí podría definirse como "bondad", "amabilidad". Cuando Jesús habló, los que estaban en la sinagoga del pueblo donde vivía quedaron impresionados por sus "palabras de gracia"; "palabras llenas de gracia" (Luc. 4:22, BJ, BA, NC). Las palabras del cristiano deben llevar consigo el poder y la influencia del cielo.

Sazonada con sal. La sal le da sabor al alimento. Aquí significa lo que hace atrayente y estimulante la conversación y agradable al oído. Lo opuesto sería el habla fuera de lugar, insípida o descuidada (ver com. Mat. 12:36). Cuando el cristiano abre la boca deben fluir palabras agradables, provechosas, edificantes.

Responder a cada uno. La responsabilidad de los cristianos es estar "siempre preparados para presentar defensa... ante todo el que os demande razón de la esperanza que ay en vosotros" (ver com. 1 Ped. 3:15). El testimonio personal es una parte esencial de vida cristiana. Para testificar eficazmente es esencial que nuestras palabras sean de la naturaleza que aquí se describe.

7. Todo lo que a mí se refiere. Cf. Fil.1:12. Pablo suponía que los colosenses tendrían interés en los detalles de su encarcelamiento.

Tíquico. Ver com. Efe. 6:21.

Consiervo. Título honorífico, pues coloca Tíquico al nivel de Pablo. Esto que concierne a Tíquico no se menciona en Efe. 6:21.

En el Señor. Tíquico ejercía su ministerio según la voluntad del maestro y bajo la influencia de Cristo. La voluntad del Maestro era el elemento permanente y activo que mantenía unidos a sus siervos; y, sin duda, Tíquico estaba feliz de estar unido a un Maestro tal, de tener comunión con sus siervos y cumplir las órdenes del Señor.

8. El cual he enviado. Cf. Efe. 6:22. Tíquico era el portador de la carta de Pablo a los colosenses y también de un mensaje personal del apóstol.

Para que conozca lo que a vosotros se refiere. La evidencia textual se inclina (cf. p. 10) por el texto "para que sepáis nuestra situación" (ver BJ, BC, BA, NC). Esto concuerda con lo que Pablo dice en el vers. 7 y con la afirmación paralela de Efe. 6:21. Tíquico debía explicar a los miembros de la iglesia de Colosas cómo le iba a Pablo; debía animarlos a continuar en la senda cristiana, y quizá tenía que conseguir ayuda financiera para sostener a Pablo en la prisión.

Conforte vuestros corazones. Ver com. Efe. 6:22.

9. Onésimo. Esclavo fugitivo procedente de Colosas, que se había convertido en Roma por la obra misionera de Pablo (ver com. File. 10).

Amado y fiel. Onésimo había sido antes indigno de confianza; ahora su vida había cambiado completamente.

Uno de vosotros. Onésimo era de Colosas, y como cristiano ahora pertenecía a la hermandad de los creyentes (ver com. Gál. 3:28; cf. File. 10-12).

Os lo harán saber. Pablo les confió a Onésimo y a Tíquico el mensaje que debía ser entregado oficialmente, para mostrar que tenía plena confianza en la conversión e integridad del primero.

10. Aristarco. Compañero de Pablo, oriundo de Tesalónica (Hech. 27:2). Había compartido con el apóstol los episodios del tumulto de Efeso (Hech. 19:29). Cuando la delegación apostólica viajó de Corinto a Jerusalén, es posible que Aristarco llevara la ofrenda de Tesalónica a la iglesia madre de Palestina (Hech. 20:4).

 También acompañó a Pablo, por lo menos en parte del camino, cuando el apóstol viajó como preso de Jerusalén a Roma (Hech. 27:2). En File. 24 está incluido entre los "colaboradores" de Pablo.

Compañero de prisiones. Algunos han conjeturado que Aristarco voluntariamente había decidido compartir las penalidades de la prisión de Pablo para poder socorrerlo. Se afirma que los romanos lo permitían.

Sobrino. Gr. anepsiós, "primo". La traducción "sobrino" quizá refleje el texto de la Vulgata, consobrinus, que podría significar "sobrino", pero, en otro sentido, también "primo" (BJ, BC, BA, NC).

Una diferencia de opinión acerca de Juan Marcos hizo que Pablo y Bernabé se separaran una vez (Hech. 15:36-40); pero después de esa separación, Bernabé, primo de Marcos, lo tomó bajo su cuidado. "Bajo la bendición de Dios y la sabia enseñanza de Bernabé, se transformó en un valioso obrero" (HAp 138). Pablo reconoció con alegría el gran cambio, y después aceptó a Marcos como a uno de sus "colaboradores" (File. 24; cf. 2 Tim. 4:11).

11. Jesús, llamado Justo. Es la única vez que se menciona este nombre en la Biblia, aunque "Justo", como "sobrenombre", aparece en Hech. 1:23; y en Hech. 18:7 figura "uno llamado Justo".

De la circuncisión. Es decir, judíos. Se refiere a cristianos de origen judío.

12. Epafras... uno de vosotros. Epafras era natural de Colosas. Había trabajado allí y quizá también en Laodicea y Hierápolis. Él había informado a Pablo acerca de la situación de su iglesia de origen (cf. cap. 1:7-8). Es obvio que había permanecido en Roma más tiempo del que había planeado al principio, para poder ayudar a Pablo en su ministerio. Se une al apóstol al enviar saludos.

Siempre rogando encarecidamente. Mejor "que siempre lucha por vosotros" (cf.1:29). Aunque Epafras se había quedado en Roma, no había olvidado a los creyentes de su iglesia. Se esforzaba en favor de ellos intercediendo en oración.

Perfectos y completos. O "maduros y cumplidos". 

Algunos MSS dicen "maduros y plenamente convencidos", pero la evidencia textual establece (cf. p. 10) el texto "maduros y cumplidos". El cielo considera como perfecto al cristiano que, por la gracia de Dios, ha alcanzado la meta en cada etapa de su conocimiento y experiencia crecientes (ver com. Mat. 5:48).

En todo lo que Dios quiere. Ver com. cap. 1:9. Comprende todo el designio de Cristo para la salvación de los suyos.

13. Solicitud. Mejor "ardua labor" o "sufrimiento". "Se toma mucho trabajo por vosotros" (BC, NC).

Laodicea... Hierápolis. Estas dos ciudades estaban en el valle del Lico, a unos 10 km de distancia entre sí. Esas iglesias quizá fueron establecidas aproximadamente al mismo tiempo que la de Colosas, y sin duda Epafras las atendía como a la iglesia de Colosas. Acerca de Laodicea, ver pp. 105-106; com. Apoc. 3:14.

14. Lucas. Hay una biografía de Lucas en el t. V, pp. 649-650; cf. com. Hech. 16:10. La compañía de Lucas era siempre un motivo de consuelo y fortaleza.

Demas. Sólo se menciona aquí y en 2 Tim. 4:10 y File. 24. En ese momento Demas sin duda era fiel; pero después se produjo un cambio. Durante su segundo encarcelamiento, Pablo se lamentaba: "Demás me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido" (2 Tim. 4:10).

15. Laodicea. Ver com. vers. 13. Sin duda había frecuentes relaciones entre los creyentes de las tres ciudades próximas, situadas en el valle del Lico.

Ninfas. No se sabe nada más en cuanto a esta persona, ni se sabe el género del nombre Ninfas. Algunos MSS dicen: "Ninfas y la casa de él"; otros dicen: "Ninfas y la casa de ellos", pero la evidencia textual se inclina (cf. p. 10) por el texto "Ninfas y la casa de ella", sugiriendo así que se trataba de una mujer. Es obvio que la persona en cuestión estaba llena de celo por la causa de Dios, que generosamente ofrecía su cómodo hogar para las reuniones de los creyentes de la pequeña iglesia de Laodicea.

16. Haced que también se lea. Una costumbre como ésta debe haber sido general entre los cristianos primitivos. La historia testifica que los escritos del NT eran copiados y recopiados, y que tenían amplia circulación.

La de Laodicea. No significa que la epístola hubiese sido escrita en Laodicea, sino que fue escrita a Laodicea, y que desde esta ciudad debía devolverse a Colosas. Para los colosenses era, entonces, "la de Laodicea". Respecto a la identidad de esta epístola no se sabe nada definido. Muchos sostienen que "esta carta" es la Epístola a los Efesios. 

Pablo escribió Efesios aproximadamente por el Mismo tiempo que escribió Colosenses. Ambas fueron confiadas a Tíquico, como mensajero (cf. Efe. 6:21; Col. 4:7); pero esto es sólo una conjetura. En cuanto al problema del autor de Efesios, ver t. VI, pp. 991-992.

17. Arquipo. Sólo se menciona aquí y en File. 2. En Filemón aparece muy cerca de los nombres de Filemón y Apia. Los comentadores han considerado que Apia era la esposa de Filemón, y Arquipo quizá era hijo de ellos. Esto coincidiría con la declaración que hace Pablo aquí (ver com. "Ministerio"). Pablo llama a Arquipo "compañero de milicia", y menciona la iglesia que está en la casa de Filemón, de la cual Arquipo pudo haber sido un dirigente (File. 2). 

Filemón, como Ninfas, evidentemente había abierto su casa para que los hermanos se reunieran allí, y Arquipo lo acompañaba en su ministerio ocupándose de algún cargo.

Ministerio. Gr. diakonía (ver com. Rom. 12:7). Podría referirse al cargo de diácono (Rom. 12:7). Indica un servicio que se presta (Hech. 12:25), y podría incluir las funciones de pastor o anciano. Se exhorta a Arquipo a que continuamente esté atento a sus deberes y que los cumpla con todo empeño y con solícita dedicación.

Recibiste en el Señor. Pablo le recuerda a Arquipo que el Señor le había confiado su servicio. En el ministerio evangélico, como era de rigor con los sacerdotes en el AT, "nadie toma para sí esta honra, sino el que es llamado por Dios" (Heb. 5:4).

18. La salutación... de Pablo. Es evidente que en este punto Pablo tomó la pluma de manos de su amanuense, y escribió sus saludos de despedida (ver com. 1 Cor. 16: 21; Gál. 6: 11). Esta expresión demuestra su afecto y añade un toque de legitimidad y autoridad personal a su carta. 

Acordaos de mis prisiones. Sin duda Pablo menciona estas circunstancias para despertar la simpatía y el amor de los colosenses. Ellos se darían cuenta de que él, aunque estaba encadenado en la prisión, los recordaba. Sentirían que se renovaba el afecto de Pablo por ellos y la intercesión del apóstol en favor de sus hermanos en Cristo.

La gracia sea con vosotros. Cf. 1 Tim. 6:21; 2 Tim. 4:22. En cuanto al significado del saludo, ver com. Rom. 1:7.

Amén. La evidencia textual tiende a confirmar (cf. p. 10) la omisión de esta palabra. (No la incluyen la BJ, BC, BA y NC.) Según la BJ (nota) es una añadidura de la Vulgata.

En la RVA se agregaba: "Escrita de Roma a los Colosenses; enviada con TichTco [Tíquico] y Onésimo". Esta añadidura no está en los manuscritos antiguos; no es parte del registro inspirado. (7CBA).

COMENTARIOS DE EGW

2. CC 97. Si consultamos nuestras dudas y temores, o procuramos resolver cada cosa que no veamos claramente, antes de tener fe, solamente se acrecentarán y profundizarán las perplejidades. Mas si venimos a Dios sintiéndonos desamparados y necesitados, como realmente somos, si venimos con humildad y con la verdadera certidumbre de la fe le presentamos nuestras necesidades a Aquel cuyo conocimiento es infinito, a quien nada se le oculta y quien gobierna todas las cosas por su voluntad y palabra, él puede y quiere atender nuestro clamor y hacer resplandecer su luz en nuestro corazón. Por la oración sincera nos ponemos en comunicación con la 97 mente del Infinito. Quizás no tengamos al instante ninguna prueba notable de que el rostro de nuestro Redentor está inclinado hacia nosotros con compasión y amor; sin embargo es así. No podemos sentir su toque manifiesto, mas su mano nos sustenta con amor y piadosa ternura.

Cuando imploramos misericordia y bendición de Dios, debemos tener un espíritu de amor y perdón en nuestro propio corazón. ¿Cómo podemos orar: “Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores" (Mateo 6:12) y abrigar, sin embargo, un espíritu que no perdona? Si esperamos que nuestras oraciones sean oídas, debemos perdonar a otros como esperamos ser perdonados nosotros.

La perseverancia en la oración ha sido constituida en condición para recibir. Debemos orar siempre si queremos crecer en fe y en experiencia. Debemos ser "perseverantes en la oración" (Romanos 12:12). "Perseverad en la oración, velando en ella, con acciones de gracia". (Colosenses 4:2). 

El apóstol Pedro exhorta a los cristianos a que sean "sobrios, y vigilantes en las oraciones" (1 Pedro 4: 7). San Pablo ordena: “En todas las circunstancias, por medio de la oración y la plegaria, con acciones de gracias, dense a conocer vuestras peticiones a Dios" (Filipenses 4: 6). 

"Vosotros empero, hermanos,... - dice Judas - orando en el Espíritu Santo, guardaos en el amor de Dios" (Judas 20, 21). Orar sin cesar es mantener una unión no interrumpida del alma con Dios, de modo que la vida de Dios 98 fluya a la nuestra; y de nuestra vida la pureza y la santidad refluyan a Dios.

5PVGM 277. EL TIEMPO. Nuestro tiempo pertenece a Dios. Cada momento es suyo, y nos hallamos bajo la más solemne obligación de aprovecharlo para su gloria. De ningún otro talento que él nos haya dado requerirá más estricta cuenta que de nuestro tiempo.

El valor del tiempo sobrepuja todo cómputo. Cristo consideraba precioso todo momento, así es como hemos de considerarlo nosotros. La vida es demasiado corta para que se la disipe. No tenemos sino unos pocos días de gracia en, los cuales prepararnos para la eternidad. 

No tenemos tiempo para perder, ni tiempo para dedicar a los placeres egoístas, ni tiempo para entregarnos al pecado. Es ahora cuando hemos de formar caracteres para la vida futura e inmortal. Es ahora cuando hemos de prepararnos para el juicio investigador.

Apenas los miembros de la familia humana han empezado a vivir, cuando comienzan a morir, y la labor incesante del mundo termina en la nada a menos que se obtenga un verdadero conocimiento respecto a la vida eterna. El hombre que aprecia el tiempo como su día de trabajo, se preparará para una mansión y una vida inmortales. Vale la pena que él haya nacido.

Se nos amonesta a redimir el tiempo. Pero el tiempo desperdiciado no puede recuperarse jamás. No podemos hacer retroceder ni un solo momento. La única manera en la cual podemos redimir nuestro tiempo es aprovechando lo más posible el que nos queda, colaborando con Dios en su gran plan de redención.

En aquel que hace esto se efectúa una transformación 278 del carácter. Llega a ser hijo de Dios, miembro de la familia real, hijo del Rey celestial. Está capacitado para ser compañero de los ángeles.

6PVGM 271. Todo cristiano está llamado a dar a conocer a otros las inescrutables riquezas de Cristo; por lo tanto debiera procurar la perfección en el habla. Debiera presentar la Palabra de Dios de un modo que la recomendara a sus oyentes. Dios no desea que sus intermediarios sean incultos. No es su voluntad que el hombre rebaje o degrade la corriente celestial qué fluye por medio de él al mundo.

Debiéramos mirar a Jesús, el modelo perfecto; debiéramos orar por la ayuda del Espíritu Santo, y con su fuerza tratar de educar todo órgano para hacer una obra perfecta.

Esto es especialmente cierto con respecto a aquellos que son llamados al ministerio público. Todo ministro y todo maestro debe recordar que está dando a la gente un mensaje que encierra intereses eternos. La verdad que prediquen los juzgará en el gran día del ajuste final de cuentas. Y en el caso de algunas almas, el modo en que se presente el mensaje, determinará su recepción o rechazamiento. Entonces, háblese la palabra de tal manera que despierte el entendimiento e impresione el corazón. Lenta, distinta y solemnemente debiera hablarse la palabra, y con todo el fervor que su importancia requiere.

La debida cultura y el uso de la facultad del habla es parte de todo ramo de servicio cristiano; entra en la vida familiar y en toda nuestra relación mutua. Hemos de acostumbrarnos a hablar en tonos agradables, a usar un lenguaje puro y correcto, y palabras bondadosas y corteses. Las palabras dulces, amables, son como el rocío y la suave lluvia para el alma.

La Escritura dice de Cristo que la gracia fue derramada en sus labios, para que pudiera "hablar en sazón palabra al cansado". *Salmos 45:2; Isa. 50:4. Y el Señor nos insta: "Sea vuestra palabra siempre con gracia", "para que dé gracia a los oyentes". *Col. 4:6; Efes. 4:29.

7-14. HAp 363. ENTRE LOS ASISTENTES DE PABLO EN ROMA había muchos que habían sido antes sus compañeros y colaboradores. Lucas, "el médico amado," quien le había atendido en el viaje a Jerusalén, durante los dos años de su encarcelamiento en Cesarea, y en su arriesgado viaje a Roma, estaba todavía con él. Timoteo también velaba por su comodidad. Tíquico, "hermano amado y fiel ministro y consiervo en el Señor," auxiliaba noblemente al apóstol. Demas y Marcos estaban también con él. Aristarco y Epafras eran sus compañeros "en la prisión." (Col. 4:7-14.)

DESDE LOS PRIMEROS AÑOS DE SU PROFESIÓN DE FELa Experiencia Cristiana De Marcos Se Había Profundizado. A medida que estudiaba más atentamente la vida y muerte de Cristo, obtenía más claros conceptos de la misión del Salvador, sus afanes y conflictos. Leyendo en las cicatrices de las manos y los pies de Cristo las señales de su servicio por la humanidad, y el extremo a que llega la abnegación para salvar a los extraviados y perdidos, Marcos se constituyó en un seguidor voluntario del Maestro en la senda del sacrificio. Ahora, compartiendo la suerte de Pablo, el preso, comprendía mejor que nunca antes que es una infinita ganancia alcanzar a Cristo, e infinita pérdida ganar el mundo y perder el alma por cuya redención la sangre de Cristo fue derramada. Frente a la severa prueba y adversidad, Marcos continuó firmemente, como sabio y amado ayudador del apóstol.

DEMAS fue fiel por un tiempo, pero luego abandonó la causa de Cristo. Refiriéndose a esto, Pablo escribió: "Demas me ha desamparado, amando este siglo." (2Tim.4:10.) Demas sacrificó toda alta y noble consideración para conseguir la ganancia mundanal. ¡Qué cambio insensato! Poseyendo solamente riqueza u honor mundano, Demas era ciertamente pobre, por mucho que fuera lo que orgullosamente pudiera considerar suyo; mientras tanto Marcos, escogiendo sufrir por la causa de Cristo, poseía riquezas eternas, siendo considerado 364 por el cielo como heredero de Dios y coheredero con su Hijo.

10. HAp 351. POR FIN PABLO ESTABA EN CAMINO A ROMA. "Más como fue determinado ­escribe Lucas­ que habíamos de navegar para Italia, entregaron a Pablo y a algunos otros presos a un centurión, llamado Julio, de la compañía Augusta. Así que, embarcándonos en una nave Adrumentina, partimos, estando con nosotros Aristarco, Macedonio de Tesalónica, para navegar junto a los lugares de Asia."

10-11. HAp 138. PABLO Y SUS COMPAÑEROS CONTINUARON VIAJE A PERGA DE PANFILIA. Su camino era penoso; afrontaban adversidades y privaciones, y estaban acosados por peligros por doquiera. En los pueblos y ciudades por los cuales pasaban y a lo largo de los caminos solitarios, estaban rodeados de peligros visibles e invisibles. Pero Pablo y Bernabé habían aprendido a confiar en el poder libertador de Dios. Sus corazones estaban llenos de ferviente amor por las almas que perecían. Como fieles pastores que buscaban las ovejas perdidas, no pensaban en su propia comodidad y conveniencia. Olvidándose de sí mismos, no vacilaban frente al cansancio, el hambre y el frío. No tenían sino un objetivo en vista: la salvación de aquellos que se habían apartado lejos del redil.

ALLÍ FUE DONDE MARCOS, ABRUMADO POR EL TEMOR Y EL DESALIENTO, Vaciló por un tiempo en su propósito de entregarse de todo corazón a la obra del Señor. No acostumbrado a las penurias, se desalentó por los peligros y las privaciones del camino. Había trabajado con éxito en circunstancias favorables; pero 138 ahora, en medio de la oposición y los peligros que con tanta frecuencia asedian al obrero de avanzada, no supo soportar las durezas como buen soldado de la cruz. Tenía todavía que aprender a arrostrar el peligro, la persecución y la adversidad con corazón valiente. Al avanzar los apóstoles, y al sentir la aprensión de dificultades aún mayores, Marcos se intimidó, y perdiendo todo valor, se negó a avanzar, y volvió a Jerusalén.

ESTA DESERCIÓN INDUJO A PABLO A Juzgar Desfavorable Y Aun Severamente Por Un Tiempo A Marcos. Bernabé, por otro lado, se inclinaba a excusarlo por causa de su inexperiencia. Anhelaba que Marcos no abandonase el ministerio, porque veía en él cualidades que le habilitarían para ser un obrero útil para Cristo. En años ulteriores su solicitud por Marcos fue ricamente recompensada; porque el joven se entregó sin reservas al Señor y a la obra de predicar el mensaje evangélico en campos difíciles. Bajo la bendición de Dios y la sabia enseñanza de Bernabé, se transformó en un valioso obrero.

Pablo Se Reconcilió Más Tarde Con Marcos, y le recibió como su colaborador. También lo recomendó a los colosenses como colaborador "en el reino de Dios," y uno que me ha "sido consuelo." (Col. 4:11.) De nuevo, no mucho antes de su muerte, habló de Marcos como uno que le era "útil para el ministerio." (2 Tim: 4:11.)

DESPUÉS DE LA PARTIDA DE MARCOS, PABLO Y BERNABÉ VISITARON ANTIOQUÍA DE PISIDIA, y el sábado fueron a la sinagoga de los judíos, y se sentaron. "Después de la lectura de la ley y de los profetas, los príncipes de la sinagoga enviaron a ellos, diciendo: Varones hermanos, si tenéis alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablad." Al ser invitado así a hablar, "Pablo, levantándose, hecha señal de silencio con la mano, dice: Varones Israelitas, y los que teméis a Dios, oíd."

Ministerio Hno. Pio


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