Jeremías 8:1-3. Describe las
calamidades de los judíos, tanto de los vivos como de los muertos. Que cosa más
terrible, que ni de muertos podrán descansar en paz…
1 EN AQUEL tiempo, dice Jehová, sacarán
los huesos de los reyes de Judá, y los huesos de sus príncipes, y los huesos de
los sacerdotes, y los huesos de los profetas y los huesos de los moradores de
Jerusalén, fuera de sus sepulcros;
2 y los esparcirán al sol y a la luna y
a todo el ejército del cielo, a quienes amaron y a quienes sirvieron, en pos de
quienes anduvieron, a quienes preguntaron, y ante quienes se postraron. No
serán recogidos ni enterrados; serán como estiércol sobre la faz de la tierra.
3 Y escogerá la muerte antes que la vida
todo el resto que quede de esta mala generación, en todos los lugares adonde
arroje yo a los que queden, dice Jehová de los ejércitos. (Jeremías 8).
1. En Aquel Tiempo. Es decir, cuando ocurrieran los sucesos
descritos en el cap. 7:32-34.
Sacarán Los Huesos. Algunos han sugerido que la razón de
profanar así los sepulcros sería el afán de saquear, de buscar tesoros,
adornos" insignias, etc., que por lo general se enterraban con los reyes.
El contexto sugiere que esta acción la motivaría el deseo de demostrar
desprecio y afrenta por los muertos. Esta práctica armoniza con lo que sabemos
en cuanto a las despiadadas costumbres de los asirios con las tumbas de los
reyes de los países conquistados. Esta falta de respeto se cometería contra los
huesos de los que habían dirigido la apostasía de Judá.
2. Esparcirán. Sin duda, aventados o desparramados sin
respeto alguno.
Todo El Ejército Del Cielo. Hay ironía en esta descripción: los
cuerpos celestes serían testigos mudos de la profanación de los huesos de sus
propios adoradores.
Amaron. Ver 2 Rey. 17: 16; 21: 3; Jer. 19: 13;
Eze. 8: 16; Sof. 1: 5. Su devoción se convirtió en un fervor frenético.
Recogidos. Esto es, para ser enterrados. (4CBA)
Ministerio Hno. Pio
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