Jeremías 6. Continua la advertencia al pueblo de lo que le sucederá, por las maldades que practican. Se describe vívidamente la llegada del ejército enemigo desde el norte. Esta nueva exhortación fue dada para destacar que la destrucción sería tan completa que aun las más poderosas fortificaciones de la ciudad no podrían proporcionar tanta seguridad como la soledad del campo.
Vers. (1-3) Los enemigos enviados contra Judá (4-5) se animan a sí mismos. (6-8) Dios los trae debido a los pecados de Jerusalén. (9-17) El profeta lamenta los juicios divinos por los pecados de Judá. (18-25) Proclama la ira de Dios. (26-30) Pide al pueblo a que se aflija ante el juicio contra sus pecados.
1 HUID, hijos de Benjamín, de en medio de Jerusalén, y tocad bocina en Tecoa, y alzad por señal humo sobre Bet-haquerem; porque del norte se ha visto mal, y quebrantamiento grande. 2 Destruiré a la bella y delicada hija de Sión. 3 Contra ella vendrán pastores y sus rebaños; junto a ella plantarán sus tiendas alrededor; cada uno apacentará en su lugar.
4 Anunciad guerra contra ella; levantaos y asaltémosla a mediodía. ¡Ay de nosotros! que va cayendo ya el día, que las sombras de la tarde se han extendido. 5 Levantaos y asaltemos de noche, y destruyamos sus palacios.
6 Porque así dijo Jehová de los ejércitos: Cortad árboles, y levantad vallado contra Jerusalén; esta es la ciudad que ha de ser castigada; toda ella está llena de violencia. 7 Como la fuente nunca cesa de manar sus aguas, así ella nunca cesa de manar su maldad; injusticia y robo se oyen en ella; continuamente en mi presencia, enfermedad y herida. 8 Corrígete, Jerusalén, para que no se aparte mi alma de ti, para que no te convierta en desierto, en tierra inhabitada.
9 Así dijo Jehová de los ejércitos: Del todo rebuscarán como a vid el resto de Israel; vuelve tu mano como vendimiador entre los sarmientos. 10 ¿A quién hablaré y amonestaré, para que oigan? He aquí que sus oídos son incircuncisos, y no pueden escuchar; he aquí que la palabra de Jehová les es cosa vergonzosa, no la aman. 11 Por tanto, estoy lleno de la ira de Jehová, estoy cansado de contenerme; la derramaré sobre los niños en la calle, y sobre la reunión de los jóvenes igualmente; porque será preso tanto el marido como la mujer, tanto el viejo como el muy anciano. 12 Y sus casas serán traspasadas a otros, sus heredades y también sus mujeres; porque extenderé mi mano sobre los moradores de la tierra, dice Jehová. 13 Porque desde el más chico de ellos hasta el más grande, cada uno sigue la avaricia; y desde el profeta hasta el sacerdote, Todos Son Engañadores.
14 Y curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz. 15 ¿Se han avergonzado de haber hecho abominación? Ciertamente no se han avergonzado, ni aun saben tener vergüenza; por tanto, caerán entre los que caigan; cuando los castigue caerán, dice Jehová. 16 Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos. 17 Puse también sobre vosotros atalayas, que dijesen: Escuchad al sonido de la trompeta. Y dijeron ellos: No escucharemos.
18 Por tanto, oíd, naciones, y entended, oh congregación, lo que sucederá.
19 Oye, tierra: He aquí yo traigo mal sobre este pueblo, el fruto de sus pensamientos; porque no escucharon mis palabras, y aborrecieron mi ley. 20 ¿Para qué a mí este incienso de Sabá, y la buena caña olorosa de tierra lejana? Vuestros holocaustos no son aceptables, ni vuestros sacrificios me agradan. 21 Por tanto, Jehová dice esto: He aquí yo pongo a este pueblo tropiezos, y caerán en ellos los padres y los hijos juntamente; el vecino y su compañero perecerán. 22 Así ha dicho Jehová: He aquí que viene pueblo de la tierra del norte, y una nación grande se levantará de los confines de la tierra. 23 Arco y jabalina empuñarán; Crueles Son, y no tendrán misericordia; su estruendo brama como el mar, y montarán a caballo como hombres dispuestos para la guerra, contra ti, oh hija de Sión. 24 Su fama oímos, y nuestras manos se descoyuntaron; se apoderó de nosotros angustia, dolor como de mujer que está de parto. 25 No salgas al campo, ni andes por el camino; porque espada de enemigo y temor hay por todas partes.
26 Hija de mi pueblo, cíñete de cilicio, y revuélcate en ceniza; ponte luto como por hijo único, llanto de amarguras; porque pronto vendrá sobre nosotros el destruidor. 27 Por fortaleza te he puesto en mi pueblo, por torre; conocerás, pues, y examinarás el camino de ellos. 28 Todos Ellos Son Rebeldes, Porfiados, andan chismeando; son bronce y hierro; todos ellos son corruptores. 29 Se Quemó el fuelle, por el fuego se ha consumido el plomo; en vano fundió el fundidor, Pues La Escoria No Se Ha Arrancado. 30 Plata desechada los llamarán, porque Jehová los desechó. (Jeremías 6).
1. Hijos De Benjamín. Por medio de esta figura de retórica en que se toma la parte por el todo, se designa a los habitantes de Jerusalén. En la distribución original de los territorios de las tribus, Jerusalén quedaba dentro de los límites de Benjamín (ver com. Jos. 15: 8). Ya antes de David, la ciudad tenía habitantes de Judá (ver com. Jos. 15: 63) y de Benjamín (ver com. Juec. 1: 21). El límite entre Benjamín y Judá pasaba por el valle de Hinom (Jos. 15: 8), el cual estaba al sur de la ciudad. Anatot, aldea natal de Jeremías, estaba situada en territorio de Benjamín (ver com. Jer. 1:1), y algunos han pensado que este mensaje fue pronunciado allí, cerca del comienzo del ministerio de Jeremías (PR 300). Esto podría explicar el motivo de que se dirigiera esta exhortación específicamente a Benjamín, aunque se aplicaba a toda la población.
De En Medio. Se había instado antes (cap. 4: 6) a los habitantes del campo a que buscaran refugio en la ciudad. Aquí se los amonesta a huir de Jerusalén a los campos de pastoreo situados al sur. En el cap. 6 se describe vívidamente la llegada del ejército enemigo desde el norte. Esta nueva exhortación fue dada para destacar que la destrucción sería tan completa que aun las más poderosas fortificaciones de la ciudad no podrían proporcionar tanta seguridad como la soledad del campo. Por otra parte, el cap. 4: 6 podría referirse a las invasiones, cuando las ciudades fortificadas proporcionaron relativa seguridad.
Tecoa. Aldea a unos 16 km. al sur de Jerusalén, situada sobre una elevación de 820 m, poco más o menos, sobre el nivel del mar, y frente al desierto de Judea. Allí vivió la mujer 416 astuta enviada por Joab al rey David (2 Sam. 14: 2). Más tarde Roboam la convirtió en una fortaleza (2 Crón. 11: 5-6). De allí era Amós (Amós 1: 1). La aldea lleva todavía el nombre bíblico. En el hebreo se nota un juego de palabras en este versículo. El verbo traducido como "tocar" y el nombre "Tecoa" derivan de la raíz taqa': "impulsar" ,"golpear", "soplar".
Por Señal Humo. Ver Juec. 20: 38 ,40. Bet-Haquerem. Literalmente "casa de la viña". Antes se la identificaba con 'Ain Karim, a unos 7 km. al oeste de Jerusalén. Ahora más bien se la identifica con Ramat Rajel, a tinos 4,5 km. al suroeste de Jerusalén.
Norte. Ver com. cap. 1: 14; 4: 6.
Se Ha Visto. Literalmente, "contempla desde arriba". Se representa figuradamente al "mal" como cerniéndose sobre el pueblo en busca de su presa.
2. Destruiré. El verbo hebreo damah tiene tres acepciones: "asemejarse a", "quedar en silencio", "destruir". La VM, la BJ y NC le dan el primer sentido, pero es más lógica la traducción de la RVR.
3. Pastores. Se ha interpretado este pasaje de dos maneras: (1) que los caudillos de los ejércitos invasores son comparados con pastores, cuyos rebaños devoran toda la vegetación (ver com. Núm. 22: 4); (2) que se representa la condición imperante después de la invasión, cuando las ciudades han sido destruidas, la tierra convertida en un semi desierto y los beduinos hacen pacer allí sus rebaños.
4. Anunciad Guerra. Literalmente, "santificad contra ella guerra". Las batallas eran precedidas de sacrificios, encantamientos y plegarias. En Eze. 21: 21-22 se describen las prácticas de los caldeos cuando se preparaban para la batalla. Los israelitas también ofrecían sacrificios y oraciones (Deut. 20: 1-3; 1 Sam. 13: 9-12) antes de salir a la guerra. Compárese la frase citada con la expresión "mis consagrados" (ver com. Isa. 13: 3).
Levantaos Y Asaltémosla. Los invasores se incitan mutuamente para salir al ataque. Están impacientes porque no se pierda ningún momento en derrotar a los enemigos y apoderarse del botín.
A Mediodía. Ni siquiera a la hora del intenso calor del mediodía hay descanso (cf. cap. 15:8; 20: 16). ¡Si tan sólo los hombres de hoy estuvieran tan ansiosos para emprender la batalla espiritual en favor del reino de Dios! Entonces no se perdería ningún momento ni ninguna oportunidad.
6. Jehová De Los Ejércitos. Ver t. I, p. 182; com. Jos. 5: 14; Sal. 24: 10.
Cortad Árboles. El profeta presenta una descripción gráfica de un asedio de la antigüedad. Se limpiaba el área alrededor de la ciudad; se cortaban los árboles y se usaba la madera para construir terraplenes, montículos, torres y máquinas de guerra. La ley mosaica prohibía cortar los árboles frutales para fines de asedio (ver com. Deut. 20: 19-20). Plutarco registra que los egipcios tenían una ley similar, pero se duda de que los otros pueblos del Cercano Oriente fueran tan cuidadosos.
Levantad Vallado. Se acarreaba tierra en canastas hasta formar un terraplén que estaba a la par de los muros. Desde esta elevación se podía emprender un asalto directo (2 Sam. 20: 15; 2 Rey. 19: 32; Isa. 29: 3; Eze. 4: 2). Castigada. Ver Jer. 5: 9; Sal. 59: 5.
Llena De Violencia. Ver 2 Rey. 24: 3-4; Isa. 1: 21; Eze. 7: 23.
7. Fuente. La tradición masorética dice "pozo". Nunca cesa de manar. La LXX, la Vulgata y la mayoría de los comentadores modernos suponen que este verbo -manar- deriva de la raíz hebrea qarar, "estar frío", y traducen esta frase, "mantienen fría o fresca" el agua. En un pozo subterráneo el agua se mantiene fresca y lista para ser usada. Según esta interpretación, Jerusalén conserva (mana) su impiedad.
Otros prefieren la interpretación rabínica, la cual considera que la raíz del verbo es qur, "cavar" para obtener agua. La forma verbal que se emplea aquí significaría entonces "hacer brotar agua". Según esta interpretación, de Jerusalén brotarían sin cesar impiedad y opresión.
Ambas figuras son apropiadas para indicar que la ciudad estaba completamente dominada por el mal.
8. Corrígete. En medio de las advertencias de castigos terribles, el Dios de Israel, que es infinitamente bueno y paciente y no desea que su pueblo sea destruido, presenta esta tierna exhortación. El Señor les advirtió que se dejaran limpiar y corregir mediante la disciplina divina.
Aparte. Heb. yaqa', "dar la espalda [en señal de disgusto]". no deseaba dar la espalda a la nación que había escogido (Eze. 23: 18; Ose. 9: 12; 11: 8).
9. Rebuscarán Como A Vid. En esta comparación las uvas son los judíos, y los vendimiadores, los babilonios invasores. El cautiverio sería inevitable y la destrucción sería repetida y completa (ver t. II PP. 97-100).
El Resto De Israel. En los tiempos de Jeremías no quedaba de Israel más que el reino de Judá. Las diez tribus habían sido llevadas al cautiverio por los asirios (Isa. 24: 13; Jer. 49: 9; Abd. 5). Vuelve Tu Mano. Los cautivos serían llevados a Babilonia en repetidas ocasiones (Jer. 52: 28-30; cf. 2 Rey. 24: 14; 25: 11).
Los Sarmientos. Heb. salsilloth, cuyo sentido exacto se desconoce, pues en el AT aparece sólo aquí. Algunos sugieren que puede significar "retoños", "ramas" o "uvas". Si bien es lógica la traducción de la RVR, la LXX dice: kártallos, "canasta", traducción corroborada por el asirio y el hebreo moderno.
10. ¿A Quién? Jeremías parece estar pasmado por la aparente inutilidad de su misión. La terquedad de la gente hacía parecer que toda su predicación era en vano. Sus Oídos Son Incircuncisos. En otros pasajes se dice que el corazón (Lev. 26: 41; Deut. 10: 16; Jer. 9: 26; Eze. 44: 7, 9) y los labios (Exo. 6: 12, 30) son incircuncisos; pero ésta es la única vez en el AT que se adjudica tal característica al oído (cf. Hech. 7: 51). El pueblo de Judá había cerrado su oído para no oír los preceptos de Dios, y obstinadamente había seguido su conducta profana. Eran porfiados y rebeldes.
Cosa Vergonzosa. El mensaje que Dios les había dirigido por medio de su profeta había sido despreciado y tratado con desdén. Se convirtió en objeto de burla y escarnio (cap. 20:8). No La Aman. Los ritos religiosos sólo aprovechan al adorador cuando los cumple alegremente y de todo corazón.
11. Lleno De La Ira. El celo por la causa de Dios estaba consumiendo, figuradamente, al profeta Jer. 4: 19; cf. Eze. 3: 3). Cansado De Contenerme. Un cuadro evidente de paciencia ya exhausta.
La Derramaré. Ver Jer. 7: 20; Apoc. 16: 1. Sobre Los Niños. Todos, sin consideración a su edad, serían abatidos juntos, desde los niños en la calle hasta los ancianos decrépitos. Preso. Es decir, alcanzados por el castigo (ver Jer. 8: 9; cf. Isa. 8: 15; ctc.).
12. Serán Traspasadas A Otros. Todo lo que era apreciado por la gente sería traspasado a extraños. Los vers. 12-15 forman un paralelo del cap. 8: 10-12 (ver Deut. 28: 30).
13. Profeta. Los dirigentes espirituales -los profetas y los sacerdotes- deberían haber sido los primeros en reprimir la impiedad; pero en lugar de impedir el mal, eran los primeros culpables.
14. Con Liviandad. En forma superficial. Paz. Heb. shalom, palabra que con frecuencia abarca todo lo bueno que la vida puede ofrecer. No sólo significa "paz sino también salud", "prosperidad", "bienestar", "amistad", etc. Shalom o su equivalente salaam, es aún la palabra común que se emplea en el saludo en muchos países.
Los falsos profetas del tiempo de Jeremías pasaban por alto los pecados de la nación y pintaban cuadros halagüeños de las perspectivas futuras de Judá (Jer. 8: 11; 14: 13; 23: 17; cf. Miq. 3:5). Por medio de sus enseñanzas agradables y engañosas estos pérfidos dirigentes adormecían las almas de los pecadores para que durmieran tan sueño fatal. Deberían haber advertido en cuanto al desastre inminente y la necesidad de arrepentirse, pero en vez de hacer esto aseguraron que no había nada que temer (cf. Eze. 13: 22).
Los profetas que proclaman paz y seguridad a pesar de la transgresión, cuando Dios ha declarado que el pecado está a punto de recibir su castigo inevitable, repiten, como en un eco, la mentira satánica que pronunció la serpiente por primera vez en el jardín del Edén: "No moriréis" (Gén. 3: 4).
Por medio de Jeremías y de otros mensajeros Dios había anunciado que el tiempo de gracia de Judá estaba a punto de terminar, y que la retribución por hacer el mal no se tardaría más (cf. Eze. 12: 21-28). Pero los falsos profetas criticaron a Jeremías y a su mensaje de origen celestial (Jer. 28: 29). Procuraron apaciguar el temor del pueblo para que no se interrumpiera el curso de su conducta impía.
Era como si los falsos profetas dijeran: "Será el día de mañana como éste, o mucho más excelente" (Isa. 56: 12).
15. ¿Se Han Avergonzado? Los que no se habían avergonzado eran los descarados dirigentes espirituales. Si se hubieran avergonzado de su terrible impiedad, habría habido esperanza para ellos. Pero estaban completamente encallecidos; habían perdido la sensibilidad 418 (Efe. 4: 19), y el Espíritu Santo ya no podía obrar en ellos. Avergonzado. Cf. cap. 3: 3; 8: 12. La desvergüenza es indicio de una conciencia cauterizada.
16. Paraos En Los Caminos. Se emplea aquí la figura del viajero perdido que se detiene en la encrucijada de varios caminos para preguntar cuál será el camino que lo llevará a su destino.
Las Sendas Antiguas. El camino verdadero era aquel en el cual habían caminado los piadosos antepasados de Judá. La observancia de los principios éticos y morales del pacto habría traído a la nación y a las personas que la componían las más excelsas bendiciones espirituales (ver PR 302).
Hallaréis Descanso Para Vuestra Alma. El que anda por el camino que Dios señala, hallará paz y reposo (ver com. Mat. 11: 28-29).
17. Atalayas. Compárese con Isa. 56: 10; Eze. 3: 17; 33: 7. Sonido De La Trompeta. El sonido de la trompeta era la señal de alarma que daban los centinelas apostados en los muros de la ciudad (cap. 4: 5). No Escucharemos. Compárese con la expresión "no andaremos", en el verso 16.
18. Por Tanto. Es decir, por cuanto los israelitas habían cerrado los oídos tanto a la dura advertencia como a las amables amonestaciones. Naciones. Heb. goyim (ver com. cap. 1: 5). El profeta convocaba a los gentiles como testigos del castigo que Dios había pronunciado sobre su pueblo (cf. Isa. 1: 2).
Congregación. Quizá se refiera en forma figurada a la reunión de los gentiles que serían testigos. Esas naciones escucharían la sentencia pronunciada "sobre este pueblo", es decir, sobre Israel (vers. 19). Lo Que Sucederá. Heb. "lo que en ellos", es decir (1) la terrible impiedad y perversidad que hay en el pueblo, o (2) la enormidad del castigo que sobrevendría como consecuencia de su depravación.
19. Yo Traigo Mal. El castigo está a punto de ser administrado. El Fruto De Sus Pensamientos. Los habitantes de Judá cosechaban lo que habían sembrado. Su obstinación e impenitencia estaban a punto de ocasionarles la ruina (ver com. Prov. 1: 31). Lo que los hombres hacen es el resultado de lo que son. De los pensamientos surgen las acciones.
20. ¿Para Qué? Aquí Jeremías destaca el hecho de que el mero servicio externo no es aceptable ante Dios. La observancia de todo el sistema ceremonial era inútil si no estaba acompañada de una religión que manara del corazón (1 Sam. 15: 22; Sal. 40:6; Isa. 1:11-13; Jer. 7: 21-23; Eze. 20-39; Ose. 6: 6; Amós 5: 21-24; Miq. 6: 6-8).
Sabá. En base a descubrimientos arqueológicos recientes, se puede afirmar que Sabá corresponde a Yemen, país situado en el sudoeste de la península arábiga (ver com. 1 Rey. 10: l). Los sabeos, mercaderes de raza semítica, comerciaban principalmente con artículos de lujo como oro, incienso y piedras preciosas (cf. Isa. 60:6; ver com. 1 Rey. 10: 12). Marib era la capital de Sabá.
Buena Caña Olorosa. Por lo general se identifica esta caña con el cálamo dulce, cuyas especies preferidas se cultivaban en la India y el sur de Arabia (Eze. 27: 19). Al ser triturados las raíces, los tallos y las hojas de esta planta, despedían una esencia fragante.
21. Tropiezos. Es probable que se refiera a los caldeos, el instrumento de la caída y destrucción de Judá. El Vecino Y Su Compañero. Se indica así una destrucción general y sin consideraciones de ningún tipo.
22. Tierra Del Norte. Ver com. cap. 1: 14; 4: 6. Se Levantará. Heb.'ur, "se pondrá en movimiento", "será agitado".
Los Confines De La Tierra. Expresión que denota los lugares más lejanos de la tierra (cap. 25: 32). En otro pasaje se dice que el invasor vendría "de lejos" (cap. 5: 15). Se emplea un lenguaje similar para describir al país del cautiverio desde donde Dios traería a su pueblo (cap. 31: 8).
23. Arco. Los babilonios y asirios eran expertos en el manejo de esta arma (cap. 4: 29; 5: 16). Jabalina. Heb. kidon, lanza liviana que podía arrojarse contra un blanco (cap. 50: 42).
Crueles. La crueldad y la brutalidad de los invasores se demostraron en la forma en que trataron a Sedequías (cap. 52: 8-11). Los hijos del rey fueron muertos en su presencia, y después le sacaron los ojos para que su último recuerdo fuera esa escena terrible. Después fue encadenado y se lo llevaron a Babilonia. Los monumentos han perpetuado un registro gráfico de algunas de las barbaridades de ese tiempo.
Su Estruendo Brama. Los invasores serían tan numerosos que el sonido de su llegada sería como el rugir de las olas del mar (cf. Isa. 5: 30; 17: 12).
Dispuestos Para La Guerra. Armados y equipados para una inmediata batalla.
24. Su Fama. En los vers. 24-25 se describe la consternación causada por la noticia de la llegada de los invasores.
25. No Salgas. Nadie debía atreverse a salir más allá de los muros de Jerusalén (ver com. vers. 1).
26. Revuélcate. Descripción de una escena de sumo dolor. Cubrirse de ceniza, especialmente ponérsela en la cabeza, era símbolo de dolor, humillación o penitencia (2 Sam. 13: 19; cf. Neh. 9: 11). En algunos casos, el afligido o penitente se sentaba en las cenizas (Job 2: 8; 42: 6; Jon. 3: 5-6). Revolcarse en cenizas era una expresión máxima de desgracia o desdicha. Hijo Único. En un pueblo que daba suma importancia a la procreación, eliminar la posteridad era causa de una angustia extrema.
27. Fortaleza. Heb. bajon, "examinador", "probador". "Inquisidor sagaz" (BJ). La traducción de la RVR y de otras versiones sin duda deriva de la semejanza de esta voz con bajináu, de bajan, traducida como "sus fortalezas" en Isa. 23: 13.
Te He Puesto. El pronombre se refiere a Jeremías (PR 308) y no a la "hija de mi pueblo" (vers. 26), como aparentemente lo indica el contexto, pues en hebreo este pronombre está en género masculino. Sin duda el Señor procuraba animar al profeta a fin de que fuera fiel, a pesar de sus grandes vicisitudes.
Torre. Heb. mibtsar, "fortificación", "lugar fortificado". Jeremías debía ponerse firme de parte del Señor, como una fortificación contra la cual la ira del hombre no podría prevalecer. Examinarás. Heb. bajan, "examinar", "probar", "indagar". En los vers. 28-30 se emplean términos metalúrgicos. Pero este proceso de refinación sólo da escoria, "plata desechada" (vers. 30).
28. Rebeldes. La LXX dice: "que no han oído", es decir, desobedientes. Bronce Y Hierro. Estos metales no carecen de valor, pero si los descubre un ensayador que espera encontrar oro o plata, se chasqueará en gran manera. Dios el gran Ensayador, estaba sumamente chasqueado con su pueblo. Les faltó machismo para alcanzar el elevado destino que el Señor tenía para ellos, pero a pesar de todo se consideraban mejores que los paganos.
29. En Vano Fundió. Continuando con la figura del proceso de refinamiento, se afirma que los grandes esfuerzos de Dios en favor de su pueblo no dieron resultado.
30. Desechada. Del Heb. ma'as, "rechazar", "reprobar", "rehusar". En todo su ministerio, Jeremías animó al pueblo a dejar a un lado la escoria de la desobediencia (PR 301).
Desechó. hebreo emplea el mismo verbo ma'as (ver com. anterior). Este juego de palabras hace resaltar el vigor del mensaje del profeta. El pueblo de Judá no había alcanzado el elevado ideal que Dios tenía para él como nación. Tal como estaban en ese momento le eran completamente inaceptables. El Señor ya no podía soportar más su desobediencia, no fuera que su misericordia se interpretara como una aprobación de sus malas acciones (ver PP. 31-34). 4CBA/Ministerio Hno. Pio
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